58 Versículo de la Biblia sobre Persecución, formas de
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Entonces levantándose el príncipe de los sacerdotes, y todos los que estaban con él, que es la secta de los Saduceos, se llenaron de celo; Y echaron mano á los apóstoles, y pusiéronlos en la cárcel pública.
Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos le tuvieron envidia. Y todos los pozos que habían abierto, los criados de Abraham su padre en sus días, los Filisteos los habían cegado y llenado de tierra.
Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que á todos sus hermanos, aborrecíanle, y no le podían hablar pacíficamente.
Y enojóse Saúl en gran manera, y desagradó esta palabra en sus ojos, y dijo: A David dieron diez miles, y á mí miles; no le falta más que el reino. Y desde aquel día Saúl miró de través á David.
Tomaron después celo contra Moisés en el campo, Y contra Aarón el santo de Jehová.
PARECIO bien á Darío constituir sobre el reino ciento veinte gobernadores, que estuviesen en todo el reino. Y sobre ellos tres presidentes, de los cuales Daniel era el uno, á quienes estos gobernadores diesen cuenta, porque el rey no recibiese daño. Pero el mismo Daniel era superior á estos gobernadores y presidentes, porque había en él más abundancia de espíritu: y el rey pensaba de ponerlo sobre todo el reino.Leer más.
Entonces los presidentes y gobernadores buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino; mas no podían hallar alguna ocasión ó falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fué en él hallado. Entonces dijeron aquellos hombres: No hallaremos contra este Daniel ocasión alguna, si no la hallamos contra él en la ley de su Dios.
Mas los Judíos, visto el gentío, llenáronse de celo, y se oponían á lo que Pablo decía, contradiciendo y blasfemando.
Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
Y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban cómo le matarían; mas tenían miedo del pueblo.
Ahora, pues, seamos sabios para con él, porque no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se junte con nuestros enemigos, y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.
Y viendo Saúl que se portaba tan prudentemente, temíase de él.
Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalem con él.
Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino. Porque un platero llamado Demetrio, el cual hacía de plata templecillos de Diana, daba á los artífices no poca ganancia; A los cuales, reunidos con los oficiales de semejante oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio tenemos ganancia;Leer más.
Y veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino á muchas gentes de casi toda el Asia, ha apartado con persuasión, diciendo, que no son dioses los que se hacen con las manos. Y no solamente hay peligro de que este negocio se nos vuelva en reproche, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience á ser destruída su majestad, la cual honra toda el Asia y el mundo.
No como Caín, que era del maligno, y mató á su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda á Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y miró Jehová con agrado á Abel y á su ofrenda; Mas no miró propicio á Caín y á la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran manera, y decayó su semblante.Leer más.
Entonces Jehová dijo á Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha inmutado tu rostro? Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está á la puerta: con todo esto, á ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y habló Caín á su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató.
Y el rey de Israel respondió á Josaphat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar á Jehová, Michêas, hijo de Imla: mas yo le aborrezco porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josaphat dijo: No hable el rey así.
Y el rey de Israel respondió á Josaphat: Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar á Jehová: mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Michêas, hijo de Imla. Y respondió Josaphat: No hable así el rey.
No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
Y los que buscaban mi alma armaron lazos; Y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, Y meditaban fraudes todo el día.
Y poned dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado á Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo, y muera.
Sea notorio al rey, que los Judíos que subieron de tí á nosotros, vinieron á Jerusalem; y edifican la ciudad rebelde y mala, y han erigido los muros; y compuesto los fundamentos. Ahora, notorio sea al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren establecidos, el tributo, pecho, y rentas no darán, y el catastro de lo reyes será menoscabado.
Levantáronse testigos falsos; Demandáronme lo que no sabía;
Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, y denunciaremos. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza.
Entonces Amasías sacerdote de Beth-el envió á decir á Jeroboam, rey de Israel: Amós se ha conjurado contra ti en medio de la casa de Israel: la tierra no puede sufrir todas sus palabras.
Bienaventurados sois cuando os vituperaren y os persiguieren, y dijeren de vosotros todo mal por mi causa, mintiendo.
Y había grande murmullo de él entre la gente: porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña á las gentes.
Entonces sobornaron á unos que dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y Dios.
Mas fueron informados acerca de ti, que enseñas á apartarse de Moisés á todos los Judíos que están entre los Gentiles, diciéndoles que no han de circuncidar á los hijos, ni andar según la costumbre.
Porque hemos hallado que este hombre es pestilencial, y levantador de sediciones entre todos los Judíos por todo el mundo, y príncipe de la secta de los Nazarenos:
Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.
Mas el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, y los arredraban de edificar.
Ahora pues, ¿estáis prestos para que en oyendo el son de la bocina, del pífano, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento músico, os postréis, y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los Judíos: porque ya los Judíos habían resuelto que si alguno confesase ser él el Mesías, fuese fuera de la sinagoga.
Todavía, porque no se divulgue más por el pueblo, amenacémoslos, que no hablen de aquí adelante á hombre alguno en este nombre.
Y FUÉ que como oyó Sanballat que nosotros edificábamos el muro, encolerizóse y enojóse en gran manera, é hizo escarnio de los Judíos. Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿hanles de permitir? ¿han de sacrificar? ¿han de acabar en un día? ¿han de resucitar de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas? Y estaba junto á él Tobías Ammonita, el cual dijo: Aun lo que ellos edifican, si subiere una zorra derribará su muro de piedra.
Vinieron los días de la visitación, vinieron los días de la paga; conocerálo Israel: necio el profeta. insensato el varón de espíritu, á causa de la multitud de tu maldad, y grande odio.
Somos blasfemados, y rogamos: hemos venido á ser como la hez del mundo, el desecho de todos hasta ahora.
Yo sé tus obras, y tu tribulacion, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son, mas son sinagoga de Satanás.
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que soportare hasta el fin, éste será salvo.
Nosotros sabemos que á Moisés habló Dios: mas éste no sabemos de dónde es.
Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
Os echarán de los sinagogas; y aun viene la hora, cuando cualquiera que os matare, pensará que hace servició á Dios.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? tribulación? ó angustia? ó persecución? ó hambre? ó desnudez? ó peligro? ó cuchillo?
Entonces tomaron ellos á Jeremías, é hiciéronlo echar en la mazmorra de Malchîas hijo de Amelech, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron á Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y hundióse Jeremías en el cieno.
Y guardaos de los hombres: porque os entregarán en concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos.
De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más mozo, te ceñías, é ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará á donde no quieras. Y esto dijo, dando á entender con qué muerte había de glorificar á Dios. Y dicho esto, dícele: Sígueme.
Y convinieron con él: y llamando á los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y soltáronlos.
Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres Romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado en lo profundo de la mar;
De aquí adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
Otros experimentaron vituperios y azotes; y á más de esto prisiones y cárceles; Fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos á cuchillo; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; De los cuales el mundo no era digno; perdidos por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra.Leer más.
Y todos éstos, aprobados por testimonio de la fe, no recibieron la promesa;
Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad.
Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi sentido me fué vuelto; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre; porque su señorío es sempiterno, y su reino por todas las edades. Y todos los moradores de la tierra por nada son contados: y en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, hace según su voluntad: ni hay quien estorbe su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Y EN el mismo tiempo el rey Herodes echó mano á maltratar algunos de la iglesia.
Solamente habían oído decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruía.