26 Versículo de la Biblia sobre Tocar para sanar
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y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y quitará tu culpa, y tu pecado será limpiado.
Y he aquí, como una semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Y abrí mi boca, y hablé, y dije a aquel que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión se trastornaron mis dolores sobre mí, y no me quedó fuerza.
Y aquella como semejanza de hombre me tocó otra vez, y me confortó;
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre hacía doce años, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido,
cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su vestido.
porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré libre.
Porque decía: Si tocare tan solamente su vestido, seré salva.
Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose a la multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?
Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?
Y Jesús dijo: Me ha tocado alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de mí.
Le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado?
Y toda la multitud procuraba tocarle; porque salía de él virtud, y sanaba a todos.
y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que le tocaron, fueron salvos.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban eran salvos.
Y vino a Betsaida; y le traen un ciego, y le ruegan que le tocase.
Y traían a él los niños para que los tocase; lo cual viendo los discípulos les reñían.
Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
Tomándole aparte de la multitud, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua (con la saliva);
Porque había sanado a muchos; de tal manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, para tocarle .
Entonces, cuando la mujer vio que no se podía esconder, vino temblando, y postrándose delante de él le declaró delante de todo el pueblo la causa por qué le había tocado, y cómo luego había sido sana.
Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fue limpiada.
Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio.
Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego la lepra se fue de él.
Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.
Entonces Jesús, teniendo misericordia de ellos , les tocó los ojos, y luego sus ojos recibieron la vista; y le siguieron.
Entonces respondiendo Jesús, dijo: Dejad hasta aquí. Y tocando su oreja, le sanó.