30 Versículo de la Biblia sobre confiar en Dios y no preocuparse

Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

No os acongojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos?

Mas ¿quién de vosotros podrá, acongojándose, añadir a su estatura un codo?

Así que, no os acongojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.

echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros.

No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo o qué hayáis de responder, o qué habréis de decir;

Mem De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR.

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?

Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.

Y por el vestido ¿por qué os acongojáis? Aprended de los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

porque el Espíritu Santo os enseñará en la misma hora lo que será necesario decir.

Bendito el varón que se fía en el SEÑOR, y cuya confianza es el SEÑOR.

Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas tenéis necesidad.

De David. Alef No te enojes con los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.

Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.

Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.

Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Confiad, YO SOY; no tengáis miedo.

El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.

Y oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.

La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Guímel Vuelve hacia el SEÑOR tu camino; y espera en él; y él hará.

Echa sobre el SEÑOR tu carga, y él te sustentará; nunca permitará que resbale el justo.

Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.

Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.

De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.

Porque ciertamente te libraré, y no caerás a cuchillo, sino que tu vida te será por despojo, porque tuviste confianza en mí, dijo el SEÑOR.