11 Versículo de la Biblia sobre el desperdicio de tiempo

Redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis imprudentes, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

Las puertas se revuelven en sus quicios: Así el perezoso en su cama.

Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres;

Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo: Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre de escudo.

PARA todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo:

Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento.

Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría.

Andad en sabiduría para con los extraños, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.

El que hurtaba, no hurte más; antes trabaje, obrando con sus manos lo que es bueno, para que tenga de qué dar al que padeciere necesidad.

Porque nos debe bastar que el tiempo pasado de nuestra vida hayamos hecho la voluntad de los Gentiles, cuando conversábamos en lascivias, en concupiscencias, en embriagueces, abominables idolatrías.

Y no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.