42 Versículos de la Biblia sobre el peso

Tendrás peso completo y justo; tendrás medida completa y justa, para que se prolonguen tus días en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.

TEKEL: has sido pesado en la balanza y hallado falto {de peso.}

Porque cada uno llevará su propia carga.

Pesas desiguales y medidas desiguales, ambas cosas son abominables al SEÑOR.

El peso y las balanzas justas son del SEÑOR; todas las pesas de la bolsa son obra suya.

Me dijo además: Hijo de hombre, he aquí, voy a romper la provisión de pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso y con angustia, y beberán el agua por medida y con terror,

Cuando El dio peso al viento y determinó las aguas por medida;

No tendrás en tu bolsa pesas diferentes, una grande y una pequeña.

Todos los caminos del hombre son limpios ante sus propios ojos, pero el SEÑOR sondea los espíritus.

La balanza falsa es abominación al SEÑOR, pero el peso cabal es su deleite.

El alimento que comas {será} de veinte siclos de peso por día; lo comerás de tiempo en tiempo.

Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo;

que El me pese en balanzas de justicia, y que Dios conozca mi integridad.

Y su ofrenda {fue} una fuente de plata de ciento treinta {siclos} de peso, un tazón de plata de setenta siclos, conforme al siclo del santuario, ambos llenos de flor de harina mezclada con aceite como ofrenda de cereal;

Y El dijo: ¿Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos.

Y enormes granizos, como de un talento cada uno, cayeron* sobre los hombres; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue* sumamente grande.

Pues {esta} aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación,

Entonces dijo: Esta es la Maldad. Y la arrojó al interior del efa y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura.

``Tendréis balanzas justas, pesas justas, un efa justo y un hin justo. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto.

Cuando se cortaba el cabello (y era al final de cada año que se {lo} cortaba, pues le pesaba mucho y por eso se lo cortaba), el cabello pesaba doscientos siclos según el peso real.

Envuelve las aguas en sus nubes, y la nube no se rompe bajo ellas.

No se puede dar oro puro por ella, ni peso de plata por su precio.

No os jactéis más con tanto orgullo, no salga la arrogancia de vuestra boca; porque el SEÑOR es Dios de sabiduría, y por El son pesadas las acciones.

El peso del oro que llegaba a Salomón en un año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,

Los hijos preciados de Sion, que valían su peso en oro puro, ¿cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!

``No haréis injusticia en los juicios, ni en las medidas de peso ni de capacidad.

Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.

¿Quién midió las aguas en el hueco de su mano, con {su} palmo tomó la medida de los cielos, con un tercio de medida calculó el polvo de la tierra, pesó los montes con la báscula, y las colinas con la balanza?

Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen.

Firmé la escritura y la sellé, llamé testigos y pesé la plata en la balanza.

La senda del justo es rectitud; tú, que eres recto, allana el sendero del justo.

Quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro y {tenía} una piedra preciosa, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y él sacó botín de la ciudad en grandes cantidades.

Atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.

Pesada es la piedra y pesada la arena, pero la provocación del necio es más pesada que ambas.

El peso de los clavos era {de} cincuenta siclos de oro. También revistió de oro los aposentos altos.

Y ésta es la inscripción que fue trazada: MENE, MENE, TEKEL, UFARSIN.

``Cuando yo os quite el sustento del pan, diez mujeres cocerán vuestro pan en un horno, y os darán vuestro pan en cantidades medidas, de modo que comeréis y no os saciaréis.

Y David dio a Ornán el peso de seiscientos siclos de oro por el lugar.

Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús de noche, vino también, trayendo una mezcla de mirra y áloe como de cien libras.