22 Versículo de la Biblia sobre la gente pura
Versículos Más Relevantes
El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.
El camino del hombre es torcido y extraño; mas recto es el proceder del puro.
Sus nazareos fueron más puros que la nieve, más blancos que la leche. Sus cuerpos más rubicundos que los rubíes, más bellos que el zafiro.
BET. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?
Mas temo que en alguna manera, como la serpiente engañó a Eva con su astucia, así sean corrompidas vuestras mentes, de la simplicidad que es en Cristo.
Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza.
a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.
No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos; consérvate puro.
Bienaventurados los de limpio corazón; porque ellos verán a Dios.
«Salmo de Asaf.» Ciertamente bueno es Dios a Israel, a los limpios de corazón.
Pues el fin del mandamiento es el amor de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
Huye también de las concupiscencias juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de corazón puro.
El que ama la pureza de corazón, por la gracia de sus labios el rey será su amigo.
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios, sin mancha, en medio de una generación torcida y perversa, en la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido;
Todas las cosas son puras para los puros; mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro; pues aun su mente y su conciencia están corrompidas.
Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; mas Jehová pesa los espíritus.
Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia.
A pesar de no haber iniquidad en mis manos, y de haber sido mi oración pura.
Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia;