50 Versículo de la Biblia sobre la pérdida de un ser querido
Versículos Más Relevantes
Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante recompensa.
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.
no partirán {el pan} en el duelo para ellos, a fin de consolarlos por el muerto, ni les darán a beber la copa de consolación por su padre o por su madre.
Puesto que en obediencia a la verdad habéis purificado vuestras almas para un amor sincero de hermanos, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro.
¿Acaso me complazco yo en la muerte del impío --declara el Señor DIOS-- y no en que se aparte de sus caminos y viva?
Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino {sólo} del barco.
Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador.
Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.
El justo perece, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo,
No lloréis por el muerto ni hagáis duelo por él, llorad amargamente por el que se va, porque jamás volverá ni verá su tierra natal.
Porque no hay en la muerte memoria de ti; en el Seol, ¿quién te dará gracias?
o ha encontrado lo que estaba perdido y ha mentido acerca de ello, y ha jurado falsamente, de manera que peca en cualquiera de las cosas que suele hacer el hombre,
Si alguno ve a su hermano cometiendo un pecado {que} no {lleva} a la muerte, pedirá, y por él {Dios} dará vida a los que cometen pecado {que} no {lleva} a la muerte. Hay un pecado {que lleva} a la muerte; yo no digo que deba pedir por ése.
Y el hijo de esta mujer murió durante la noche, porque ella se durmió sobre él.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús.
Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.
Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto.
Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
Las mujeres recibieron a sus muertos mediante la resurrección; y otros fueron torturados, no aceptando su liberación, a fin de obtener una mejor resurrección.
Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo.
Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
Cuando Jesús {lo} oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella.
Porque así dice el SEÑOR: No entres en casa de duelo, ni vayas a lamentar, ni los consueles; pues he retirado mi paz de este pueblo --declara el SEÑOR--, la misericordia y la compasión.
Porque si hemos sido unidos {a El} en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también {en la semejanza} de su resurrección,
Entonces también los que han dormido en Cristo han perecido.
Mejor es ir a una casa de luto que ir a una casa de banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y al que vive {lo} hará reflexionar en su corazón.
``Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, y el día de la muerte que el día del nacimiento.
Y felicité a los muertos, los que ya murieron, más que a los vivos, los que aún viven.
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley;
Sucedió después de la muerte de Moisés, siervo del SEÑOR, que el SEÑOR habló a Josué, hijo de Nun, y ayudante de Moisés, diciendo:
Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
¿DONDE ESTA, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DONDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJON?
conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino {que} con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte.
Pues el Seol no te expresa gratitud, {ni} la muerte te alaba. Los que descienden a la fosa no pueden esperar tu fidelidad.
Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí.
el cual nos libró de tan gran {peligro de} muerte y {nos} librará, {y} en quien hemos puesto nuestra esperanza de que El aún nos ha de librar,
Que la muerte los sorprenda, que desciendan vivos al Seol, porque la maldad está en su morada, en medio de ellos.
El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Entonces dije: No os apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras.
Entonces Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca y ella fue su mujer, y la amó. Así se consoló Isaac después {de la muerte} de su madre.
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz;
Pues yo no me complazco en la muerte de nadie --declara el Señor DIOS--. Arrepentíos y vivid.
Artículos Relacionados
- Afrontar la muerte
- Grave, el
- La muerte del pueblo de Dios
- La universalidad de la muerte
- La vida eterna, la naturaleza de
- La vida humana
- Muerte, de creyentes
- Tristeza
- El poder de las palabras
- El sufrimiento