40 Versículo de la Biblia sobre los aborrecedores
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Sin Matará al malo la maldad; y los que aborrecen al justo serán asolados.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué; entonces devolví lo que no hurté.
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,
Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.
El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto yo veré mi deseo en los que me aborrecen.
Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;
Sácame del lodo, y no sea yo anegado; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
Mas el que peca contra mí, defrauda su alma; todos los que me aborrecen, aman la muerte.
Serán avergonzados y vueltos atrás todos los que aborrecen a Sion.
Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Y pondrá el SEÑOR tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.
Sin afecto natural, desleales, calumniadores, sin templanza, sin mansedumbre, sin bondad,
No castigues al burlador, para que no te aborrezca; castiga al sabio, y te amará.
Y quitará el SEÑOR de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces; no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.
¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?
Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.
Que aborrecen lo bueno y aman lo malo, que les roban su cuero y su carne de sobre sus huesos;
por cuanto aborrecieron el conocimiento, y no escogieron el temor del SEÑOR,
Los aborrecedores del SEÑOR se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre.
Porque tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.
Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen.
Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre.
Cualquiera que aborrece a su Hermano, es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en sí.
Porque muchos andan, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos del madero del Cristo,
Los hombres sanguinarios aborrecen al perfecto; mas los rectos buscan su alma.
No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.
Muchos entonces serán escandalizados; y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.
Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.
El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo, llegándoos a lo bueno;
y que da el pago en su cara al que le aborrece, destruyéndolo; ni lo dilatará al que le aborrece, en su cara le dará el pago.
Y los entregó en poder de los gentiles, y se enseñorearon de ellos los que los aborrecían.
Ellos aborrecieron en la puerta al reprensor, y al que hablaba lo recto abominaron.
Congregados murmuraban contra mí todos los que me aborrecían; contra mí pensaban mal, diciendo de mí:
Oíd palabra del SEÑOR, los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese el SEÑOR. Mas él se manifestará a vuestra alegría, y ellos serán confundidos.
Mas yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os calumnian y os persiguen;
No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;