28 Versículos de la Biblia sobre no escuchar

orejas tienen, mas no oirán; tienen narices, mas no olerán;

tienen orejas, y no oyen; tampoco hay espíritu en sus bocas.

Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, a madera y a piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, no se enmendaron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imágenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar.

Sacad al pueblo ciego que tiene ojos, y a los sordos que tienen oídos.

Conforme a todas las cosas que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

que no oye la voz de los que encantan, por más hábil que el encantador sea.

Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.

Oíd ahora esto, pueblo loco y sin corazón, que tienen ojos y no ven, que tienen oídos y no oyen.

Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver, y no ven, tienen oídos para oír, y no oyen; porque son Casa rebelde.

Por eso les habló por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis.

Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.

¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no os acordáis?

Mas yo, como si fuera sordo no oía; y estaba como un mudo, que no abre su boca.

Fui pues como un hombre que no oye, y que en su boca no tiene reprensiones.

¿Nunca has oído que desde largo tiempo atrás la hice yo, y de días antiguos la he formado? Y ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de ruinas.

He aquí proferirán con su boca; cuchillos están en sus labios, porque dicen : ¿Quién oye?

Dejad el camino, apartaos de la senda, haced apartar de nuestra presencia al Santo de Israel.

No hay idioma ni lenguaje donde no es oída su voz.

Los gentiles verán, y se avergonzarán de todas sus valentías; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos.

Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

Y el que me envió, el Padre, él dio testimonio de mí. Ni nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su parecer.

¿Cómo, pues invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán a aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quién les predique?

sino, como está escrito: A los que no fue anunciado de él, verán; y los que no oyeron, entenderán.

antes, como está escrito: Lo que ojo no vio, ni oreja oyó, ni ha subido en corazón de hombre, es lo que Dios ha preparado para aquellos que le aman.

Y vinieron luego todos los príncipes a Jeremías, y le preguntaron; y él les respondió conforme a todo lo que el rey le había mandado. Con esto se dejaron de él, porque el negocio no se había oído.