'Amós' en la Biblia
Las palabras de Amós, que fue entre los pastores de Tecoa, las cuales vio acerca de Israel en días de Uzías rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás rey de Israel, dos años antes del terremoto.
Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel: No le pasaré más:
Entonces Amasías sacerdote de Betel envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: Amós ha conspirado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede soportar todas sus palabras.
Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá a espada, e Israel pasará de su tierra en cautiverio.
Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, y huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allí:
Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: Yo no era profeta, ni hijo de profeta, sino que era boyero, y recogía higos silvestres.
Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y me dijo Jehová: Ha venido el fin sobre mi pueblo Israel; no le pasaré más.
hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai,
Y aconteció que yendo nosotros a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grande ganancia a sus amos, adivinando.
Y viendo sus amos que había salido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas, y los trajeron al foro, ante las autoridades;
Siervos, obedeced a vuestros amos según la carne con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo.
Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que vuestro Señor también está en el cielo; y para Él no hay acepción de personas.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos según la carne, no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios.
Amos, tratad a vuestros siervos como es justo y recto, sabiendo que vosotros también tenéis un Amo en el cielo.
Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos; sino sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes de los bienes. Esto enseña y exhorta.
Exhorta a los siervos a ser obedientes a sus amos, y a que les agraden en todo; que no sean respondones;
Siervos, sujetaos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y amables, sino también a los que son severos.