28 casos

'Arpa' en la Biblia

¿Por qué te escondiste para huir, y me hurtaste; y no me lo hiciste saber para que yo te enviara con alegría y con cantares, con tamborín y arpa?

De allí vendrás al collado de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y cuando entrares allá en la ciudad encontrarás una compañía de profetas que descienden del lugar alto, y delante de ellos salterio, y pandero, y flauta, y arpa, y ellos profetizando.

Diga ahora nuestro señor a tus siervos que están delante de ti, que busquen un hombre que sepa tocar el arpa; y sucederá que cuando esté sobre ti el espíritu malo de parte de Dios, él tocará con su mano y tendrás alivio.

Y sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa, y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio, y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.

De Jedutún: los hijos de Jedutún, Gedalías, Zeri, Jesahías, Hasabías, Matatías y Simeí; seis, bajo la mano de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para dar gracias y alabar a Jehová.

Y se ha vuelto mi arpa en luto, y mi flauta en voz de lamentadores.

Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío: tu verdad cantaré a ti con el arpa, oh Santo de Israel.

en el decacordio y en el salterio, en tono suave con el arpa.

Cantad salmos a Jehová con arpa; con arpa y voz de cántico.

Por tanto, mis entrañas sonarán como arpa por Moab, y mi interior por Kir-hareset.

Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía, canta muchas canciones, para que seas recordada.

Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, cesó la alegría del arpa.

que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado;

Por lo cual, al oír todos los pueblos el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, todos los pueblos, naciones, y lenguas, se postraron, y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.

Tú, oh rey, diste una ley que todo hombre al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, se postrase y adorase la estatua de oro;

Ahora, pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, os postréis, y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y quién será el Dios que os pueda librar de mis manos?

Y aun las cosas inanimadas que hacen sonidos, ya sea la flauta, o el arpa; si no dan distinción de sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con el arpa?

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