223 casos

'Del' en la Biblia

Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.

Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol;

Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

Y puso Abraham siete corderas del rebaño aparte.

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo; y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Entonces el ángel del SEÑOR le dio voces del cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra.

Y respondió a Efrón en oídos del pueblo de la tierra, diciendo: Antes, si te place , te ruego que me oigas; yo daré el precio de la heredad, tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerta.

Entonces el siervo puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.

Y le dijo: Ven, bendito del SEÑOR; ¿por qué estás fuera? Yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

y me incliné, y adoré al SEÑOR, y bendije al SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija del hermano de mi señor para su hijo.

Entonces Labán y Betuel respondieron y dijeron: Del SEÑOR ha salido esto; no podemos hablarte malo ni bueno.

He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu señor, como lo ha dicho el SEÑOR.

Y venía Isaac del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la tierra del mediodía;

Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;

Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve.

Y crecieron los niños, y Esaú fue varón sabio en la caza, hombre del campo; Jacob, empero, era varón entero, que estaba en las tiendas.

Entonces Jacob dio a Esaú del pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó, y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura.

Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas estas tierras; y todos los gentiles de la tierra serán benditos en tu simiente.

Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; por ventura, dijo , los varones del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso aspecto.

Y Abimelec dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado.

Y los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra; por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él.

Y edificó allí un altar, e invocó el nombre del SEÑOR, y tendió allí su tienda; y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.

Que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz; tú ahora, bendito del SEÑOR.

Y en aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y le dieron nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Agua hemos hallado.

Y él se llegó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo, como el olor del campo que el SEÑOR ha bendecido.

Entonces Isaac su padre habló y le dijo: He aquí será tu habitación en grosuras de la tierra, y del rocío de los cielos de arriba;

Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él; porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo.

Y se juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevaban las ovejas; y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar.

Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de sobre la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas.

Y sucedió que , cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y a las ovejas de Labán, el hermano de su madre, se acercó Jacob, y removió la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevó el ganado de Labán, hermano de su madre.

Y cuando Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: A mí has de entrar, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche.

Y puso las varas que había mondado en las pilas, en los abrevaderos del agua donde las ovejas venían a beber, delante de las ovejas, las cuales se calentaban viniendo a beber.

¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio?

y Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye el SEÑOR entre mí y entre ti, cuando nos esconderemos el uno del otro.

Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su anca, la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él.

Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se contrajo, el cual está en la palma del anca; porque tocó a la palma del anca de Jacob en el tendón que se contrajo.

Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien piezas de moneda.

Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se ensañaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.

Y se fue de él Dios, del lugar donde había hablado con él.

Y murió Samla, y reinó en su lugar Saúl, de Rehobot del Río.

He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban alrededor, y se inclinaban al mío.

Y él le dijo: Ve la paz de tus hermanos y la paz de las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.

Y los madianitas lo vendieron en Egipto a Potifar, oficial del Faraón, capitán de los de la guardia.

Y Er, el primogénito de Judá, fue malo a los ojos del SEÑOR, y lo mató el SEÑOR.

Y se apartó del camino hacia ella, y le dijo: Ea, pues, ahora entraré a ti; porque no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me has de dar, si entrares a mí?

Entonces él se volvió a Judá, y dijo: No la he hallado; y también los hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera.

Y ella cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta; y dijo más: Conoce ahora cuyas son estas cosas, el anillo, y el manto, y el bordón.

Y descendido José a Egipto, lo compró Potifar, oficial del Faraón, capitán de los de la guardia, varón egipcio, de mano de los ismaelitas que lo habían llevado allá.

Y aconteció que, desde cuando le dio el encargo de su casa, y de todo lo que tenía, el SEÑOR bendijo la casa del egipcio a causa de José; y la bendición del SEÑOR fue sobre todo lo que tenía, así en casa como en el campo.

Y dejó todo lo que tenía en la mano de José; ni con él sabía de nada más que del pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia.

Y tomó su señor a José, y le puso en la casa de la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel.

Mas el SEÑOR fue con José, y extendió a él su misericordia, y le dio gracia en ojos del príncipe de la casa de la cárcel.

Y aconteció después de estas cosas, que pecaron el maestresala del rey de Egipto, y el panadero, contra su señor el rey de Egipto.

y los puso en la cárcel de la casa del capitán de los de la guardia, en la casa de la cárcel donde José estaba preso.

Y ambos a dos, el maestresala y el panadero del rey de Egipto, que estaban presos en la cárcel, soñaron un sueño, cada uno su sueño en una misma noche, cada uno conforme a la declaración de su sueño.

Y él preguntó a aquellos oficiales del Faraón, que estaban con él en la cárcel de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros rostros?

y que el vaso de Faraón estaba en mi mano, y que yo tomaba las uvas, y las exprimía en el vaso del Faraón, y daba el vaso en la mano del Faraón.

y en el canastillo más alto había de todas las viandas del Faraón, obra de panadero; y que las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.

Y fue al tercer día el día del nacimiento del Faraón, e hizo banquete a todos sus siervos; y alzó la cabeza del príncipe de los maestresalas, y la cabeza del príncipe de los panaderos, entre sus siervos.

E hizo volver a su oficio al príncipe de los maestresalas; y dio el vaso en mano del Faraón.

y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, que pacían en el prado.

Y he aquí otras siete vacas subían tras ellas del río, de fea vista, y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río.

Y he aquí otras siete espigas menudas y abatidas del solano, salían después de ellas.

El Faraón se enojó contra sus siervos, y a mí me echó en la cárcel de la casa del capitán de los de la guardia, a mí y al príncipe de los panaderos.

Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de los de la guardia; y se lo contamos, y él nos declaró nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.

Entonces el Faraón dijo a José: En mi sueño, he aquí, que estaba a la orilla del río;

y que del río subían siete vacas gruesas de carne y hermosas de forma, que pacían en el prado.

y que otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del solano, subían después de ellas.

Entonces respondió José al Faraón: El sueño del Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado al Faraón lo que él hace.

También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete años; y las siete espigas menudas y marchitas del solano, siete años serán de hambre.

y aquella abundancia no se echará de ver a causa del hambre siguiente, la cual será gravísima.

y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano del Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.

Y esté aquella provisión en depósito para la tierra, para los siete años del hambre que serán en la tierra de Egipto; y la tierra no perecerá de hambre.

Y era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante del Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante del Faraón, y pasó por toda la tierra de Egipto.

Y él juntó todo el mantenimiento de los siete años que fueron en la tierra de Egipto, y guardó mantenimiento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el mantenimiento del campo de sus alrededores.

Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.

Y nacieron a José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre, los cuales le dio a luz Asenat, hija de Potifera, príncipe de On.

Y llamó José el nombre del primogénito Manasés; porque Dios (dijo) me hizo olvidar de todo mi trabajo, y de toda la casa de mi padre.

Y comenzaron a venir los siete años del hambre, como José había dicho; y hubo hambre en todas las provincias, mas en toda la tierra de Egipto había pan.

Y él les dijo: No; a ver lo descubierto del país habéis venido.

y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José.

Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano fuere con nosotros, iremos; porque no podemos ver el rostro del varón, no estando con nosotros nuestro hermano el menor.

Entonces dio su voz con lloro; y oyeron los egipcios, y oyó también la casa del Faraón.

Así pues, no me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre del Faraón, y por señor a toda su casa, y por enseñoreador en toda la tierra de Egipto.

Y se oyó la noticia en la casa del Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y agradó a los ojos del Faraón y de sus siervos.

Y lo hicieron así los hijos de Israel; y les dio José carros conforme a la orden del Faraón, y les suministró mantenimiento para el camino.

Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y los presentó delante del Faraón.

Sagradas Escrituras (1569)