'Dijo' en la Biblia
Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre: El SEÑOR haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
Pero Noemí dijo: Volveos, hijas mías. ¿Por qué queréis ir conmigo? ¿Acaso tengo aún hijos en mis entrañas para que sean vuestros maridos?
Y ella dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.
Pero Rut dijo: No insistas que te deje {o} que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo {será} mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
Y ella les dijo: No me llaméis Noemí, llamadme Mara, porque el trato del Todopoderoso me ha llenado de amargura.
Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y cogeré espigas en pos de aquel en cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.
Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: El SEÑOR sea con vosotros. Y ellos respondieron: El SEÑOR te bendiga.
Y Booz dijo a su criado, el que estaba a cargo de los segadores: ¿De quién es esta joven?
Y el criado, que estaba a cargo de los segadores, respondió y dijo: Es la joven de Moab, que volvió con Noemí de los campos de Moab;
Y ella dijo: ``Te ruego que me dejes espigar y recoger tras los segadores entre las gavillas." Y vino y ha permanecido desde la mañana hasta ahora; {sólo} se ha sentado en la casa por un momento.
Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a coger a otro campo, ni te pases de aquí; y aquí estarás con mis criadas.
Ella entonces bajando su rostro se inclinó a tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia en tus ojos para que tú me conozcas, siendo yo extranjera?
Y respondiendo Booz, le dijo: De cierto me ha sido declarado todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido; que dejando a tu padre y a tu madre, y tu tierra natural has venido a pueblo que no conociste llegando hace tres días.
Y ella dijo: Señor mío, halle yo gracia delante de tus ojos; porque me has consolado, y porque has hablado al corazón de tu sierva, no siendo yo ni aun como una de tus criadas.
Y Booz le dijo a la hora de comer: Ven aquí, y come del pan, y moja tu bocado en el vinagre. Y se sentó ella junto a los segadores, y él le dio del potaje, y comió hasta que se sació y le sobró.
Cuando ella se levantó para espigar, Booz ordenó a sus siervos y les dijo: ``Déjenla espigar aun entre las gavillas y no la avergüencen.
Y le dijo su suegra: ¿Dónde has cogido hoy? ¿Y dónde has trabajado? Bendito sea el que te ha conocido. Y ella declaró a su suegra lo que le había acontecido con aquel, y dijo: El nombre del varón con quien hoy he trabajado es Booz.
Y dijo Noemí a su nuera: Sea él bendito del SEÑOR, que aun no ha dejado su misericordia ni para con los vivos ni para con los muertos. Y le volvió a decir Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y es uno de los que tiene el derecho de redimirnos.
Y Rut la moabita dijo: Además de esto me ha dicho: Júntate con mis criados, hasta que hayan acabado toda mi siega.
Y Noemí dijo a Rut su nuera: Es bueno, hija mía, que salgas con sus criadas, no sea que en otro campo te maltraten.
Y le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscarte descanso, para que te vaya bien?
Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, porque redentor eres.
Y él dijo: Bendita seas tú del SEÑOR, hija mía; que has demostrado más misericordia al final que en el comienzo, no yendo tras los jóvenes, sean pobres o ricos.
Y reposó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que nadie pudiera conocer a otro. Y él dijo: Que no se sepa que la mujer haya venido a la era.
Y le dijo a ella: Llega el velo que traes sobre ti, y ten de él. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso a cuestas; y ella se fue a la ciudad.
Así que vino a su suegra, ésta le dijo: ¿Qué pues, hija mía? Y le declaró ella todo lo que con aquel varón le había acontecido.
Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: Para que no vayas vacía a tu suegra.
Entonces ella dijo: Reposa, hija mía, hasta que sepas como cae la cosa; porque aquel hombre no reposará hasta que hoy concluya el negocio.
Y Booz subió a la puerta y se sentó allí: y he aquí pasaba aquel redentor del cual Booz había hablado, y le dijo: Eh, fulano, ven acá y siéntate. Y él vino, y se sentó.
Entonces él tomó diez varones de los ancianos de la ciudad, y dijo: Sentaos aquí. Y ellos se sentaron.
Y dijo al redentor: Una parcela de tierra que tuvo nuestro hermano Elimelec, vendió Noemí, la que volvió del campo de Moab;
Y pensé informarte, diciéndo{te:} ``Cómpra{la} en presencia de los que están {aquí} sentados, y en presencia de los ancianos de mi pueblo. Si {la} vas a redimir, redíme{la}; y si no, díme{lo} para que yo {lo} sepa; porque no hay otro aparte de ti que {la} redima, y yo después de ti." Y él dijo: {La} redimiré.
Entonces Booz dijo: El día que compres el campo de manos de Noemí, debes adquirir también a Rut la moabita, viuda del difunto, a fin de conservar el nombre del difunto en su heredad.
Entonces el que había traspasado el derecho de redención dijo a Booz: Tómalo tú. Y diciendo esto descalzó su zapato.
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