'Diste' en la Biblia
Y el hombre respondió: La mujer que me diste, ella me dio del árbol, y comí.
¿Por qué te escondiste para huir, y me hurtaste, y no me diste noticia, para que yo te enviara con alegría y con cantares, con tamborín y vihuela?
Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh SEÑOR. Y lo dejarás delante del SEÑOR tu Dios, y te inclinarás delante del SEÑOR tu Dios.
Y a Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim diste a tu buen varón, al cual probaste en Masah; y le hiciste reñir en las aguas de Meriba.
Y le dijo Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Jessé, cuando tú le diste pan y espada, y consultaste por él a Dios, para que se levantara contra mí y me acechara, como lo hace hoy día?
Tú has demostrado hoy que me has hecho bien, ya que el SEÑOR me entregó en tu mano y {sin embargo} no me diste muerte.
Tú me diste asimismo el escudo de tu salud, y tu mansedumbre me ha multiplicado.
Tú me diste la cerviz de mis enemigos, de mis aborrecedores, y que yo los talara.
Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, según la manera que él anduvo delante de ti con verdad, con justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has guardado ésta tu grande misericordia, que le diste hijo que se sentara en su trono, como sucede en este día.
tú los oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a sus padres.
tú oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, enseñándoles el buen camino en que anden; y darás lluvias sobre tu tierra, la cual diste a tu pueblo por heredad.
para que te teman todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.
y si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los hubieren llevado cautivos, y oraren a ti hacia su tierra, que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste y la Casa que yo he edificado a tu nombre;
tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y los volverás a la tierra que diste a ellos y a sus padres.
tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos, y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, la cual diste por heredad a tu pueblo.
para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.
si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la Casa que he edificado a tu Nombre;
Dios nuestro, ¿no echaste tú a los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la simiente de Abraham tu amigo para siempre?
he aquí ellos nos dan el pago, viniendo a echarnos de tu posesión, que tú nos diste que poseamos.
Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestra gran culpa (ya que tú, Dios nuestro, estorbaste que fuéramos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y nos diste semejante escapadura);
Tú eres el SEÑOR Dios que escogiste a Abram, lo sacaste de Ur de los Caldeos y le diste por nombre Abraham.
y diste señales y maravillas en Faraón, y en todos sus siervos, y en todo el pueblo de su tierra; porque sabías que habían hecho soberbiamente contra ellos; e hiciste nombre grande, como lo es en este día.
Y sobre el monte de Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, estatutos y mandamientos buenos;
y les diste a conocer el sábado de tu santidad, y les prescribiste, por mano de Moisés tu siervo, mandamientos y estatutos y ley.
Y les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste aguas de la piedra; y les prometiste que entraran a poseer la tierra, por la cual alzaste tu mano que se la habías de dar.
Y diste tu espíritu bueno para enseñarles, y no detuviste tu maná de su boca, y agua les diste en su sed.
Y les diste reinos y pueblos, y los distribuiste por cantones; y poseyeron la tierra de Sehón, y la tierra del rey de Hesbón, y la tierra de Og, rey de Basán.
Entonces los entregaste en mano de sus enemigos, que los oprimieron, pero en el tiempo de su angustia clamaron a ti, y tú escuchaste desde el cielo, y conforme a tu gran compasión les diste libertadores que los libraron de mano de sus opresores.
Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y fértil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras.
He aquí que hoy somos siervos, henos aquí, siervos en la tierra que diste a nuestros padres para que comieren su fruto y su bien.
Acuérdate ahora que como a lodo me diste forma; ¿y en polvo me has de volver?
No diste de beber agua al cansado, y detuviste el pan al hambriento.
¿Diste tú hermosas alas al pavo real, o alas y plumas al avestruz?
¿Diste tú al caballo la fortaleza? ¿Vestiste tú su cerviz de relincho?
Tú diste alegría en mi corazón, al tiempo que el grano y el mosto de ellos se multiplicó.
Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.
Y me diste la cerviz de mis enemigos, y destruí a los que me aborrecían.
El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. (Selah.)
Vida te demandó, y le diste largura de días por siglos y siglos.
Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos.
Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas con medida.
¡Ay del que dice al padre: ¿Por qué engendraste? Y a la mujer: ¿Por qué diste a luz?
¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis, y todos demandáis vuestras haciendas.
¿Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz {como} hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, {y} todos me maldicen.
y les diste esta tierra, de la cual juraste a sus padres que se la darías, tierra que mana leche y miel;
Babilonia, te puse lazo, y fuiste atrapada, y tú no te diste cuenta; has sido sorprendida y apresada porque te pusiste a provocar al SEÑOR.
Y sacrificaste mis hijos, y los diste a ellas para que los hicieran pasar por el fuego a ellas.
A todas las rameras dan dones; mas tú diste tus dones a todos tus enamorados; y les diste presentes, para que entraren a ti de todas partes por tus fornicaciones.
Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto han sido descubiertas tus vergüenzas, y tu confusión ha sido manifestada a tus enamorados en tus fornicaciones; y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus hijos, los cuales les diste;
A ti, oh Dios de mis padres, confieso y te alabo, que me diste sabiduría y fortaleza, y ahora me enseñaste lo que te pedimos; pues nos has enseñado el negocio del rey.
Tú, oh rey, diste una ley que todo hombre al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña, y de todo instrumento de música, se postrase y adorase la estatua de oro;
y contra el Señor del cielo te has ensoberbecido, e hiciste traer delante de ti los vasos de su Casa, y tú y tus príncipes, tus mujeres y tus concubinas, bebisteis vino en ellos: además de esto, a dioses de plata, de oro, de bronce, de hierro, de madera, y de piedra, que ni ven, ni oyen, ni saben, diste alabanza; y al Dios en cuya mano está tu alma, y cuyos son todos tus caminos, nunca honraste.
Y me dijo: Daniel, no temas, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender, y a afligir tu alma delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y yo soy venido a causa de tus palabras.
Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; y ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha limpiado con los cabellos de su cabeza.
No me diste beso, y ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.
¿por qué, no diste mi dinero al banco, y yo viniendo lo recibiera con el logro?
Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen a él.
como le has dado la potestad de toda carne, para que a todos los que le diste, les dé vida eterna.
Yo te he clarificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciera.
He manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.
Ahora ya han conocido que todas las cosas que me diste, son de ti;
porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son;
Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu Nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición; para que la Escritura se cumpliera.
Y yo, la claridad que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa.