120 casos

'Estoy' en la Biblia

He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.

he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual yo dijere: Dame ahora de beber un poco de agua de tu cántaro;

dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de eso bermejo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom.

Menor soy que todas las misericordias, y que toda la verdad que has hecho con tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.

Y ella cuando la sacaban, envió a decir a su suegro: Del varón cuyas son estas cosas, estoy encinta; y dijo más: Conoce ahora cuyas son estas cosas, el anillo, y el manto, y el bordón.

He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.

Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; y tú dices: ¡Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes!

Y el SEÑOR me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis heridos delante de vuestros enemigos.

y aun hoy estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y para salir y para entrar.

Aquí estoy; atestiguad contra mí delante del SEÑOR y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho por el cual haya cubierto mis ojos; y os satisfaré.

Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, que aquí estoy contigo a tu voluntad.

Y Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has inquietado haciéndome venir? Y Saúl respondió: Estoy muy acongojado; pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por mano de profetas, ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares qué tengo de hacer.

Y David respondió a Aquis: ¿Qué he hecho? ¿Qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?

Cuando David supo después esto, dijo: Limpio estoy yo y mi reino, por el SEÑOR, para siempre, de la sangre de Abner hijo de Ner.

Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David, diciendo: Yo estoy embarazada.

Y si dijere: No me agradas; aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere.

Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; ruego que yo caiga en la mano del SEÑOR, porque sus miseraciones son muchas, y que no caiga yo en manos de hombres.

y clamando al SEÑOR, dijo: SEÑOR Dios mío, ¿aun a la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo?

Y le dijo Elías: Vive el SEÑOR de los ejércitos, delante del cual estoy, que hoy me mostraré a él.

Mas un varón disparando su arco en su perfección, hirió al rey de Israel por entre las junturas y las corazas; por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta, y sácame del campo, que estoy herido.

Y Eliseo dijo: Vive el SEÑOR de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no mirara a ti, ni te viera.

Mas él dijo: Vive el SEÑOR, delante del cual estoy, que no lo tomaré. E importunándole que tomase, él nunca quiso.

Entonces David dijo a Gad: Estoy en grande angustia; ruego que yo caiga en la mano del SEÑOR; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.

Mas disparando uno el arco con toda su capacidad, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. El entonces dijo al carretero: Vuelve tu mano, y sácame del campo, porque estoy herido.

Y los arqueros hirieron al rey Josías con una flecha; y dijo el rey a sus siervos: Quitadme de aquí, porque estoy herido gravemente.

y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.

Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré? Y mido la noche, y estoy harto de devaneos hasta el alba.

Y hablaré, y no le temeré; porque en este estado no estoy en mí.

Porque lleno estoy de palabras, y el espíritu de mi corazón me constriñe.

Ayin Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y pobre.

Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.

Porque yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.

Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua cuchillo agudo.

Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie; soy venido en profundos de aguas, y la corriente me ha anegado.

Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

Oración de David. Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.

Afligido estoy en gran manera; oh SEÑOR, vivifícame conforme a tu palabra.

Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Sustentadme con frascos de vino , esforzadme con manzanas; porque estoy enferma de amor.

Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si hallareis a mi amado, que le hagáis saber cómo de amor estoy enferma.

¿Para qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? dirá el SEÑOR. Hastiado estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma: me han sido carga; cansado estoy de llevarlas.

Y gritó: León sobre atalaya. Señor, estoy yo continuamente todo el dia, y las noches enteras sobre mi guarda.

Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.

Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.

Y te daré a este pueblo por fuerte muro de bronce, y pelearán contra ti, y no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dijo el SEÑOR.

Por tanto, he aquí yo estoy contra los profetas, dice el SEÑOR, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.

He aquí, yo estoy contra los profetas, dice el SEÑOR, que endulzan sus lenguas, y dicen: El dijo.

He aquí, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, dice el SEÑOR y los contaron, e hicieron errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié, ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dijo el SEÑOR.

En lo que a mí toca, he aquí estoy en vuestras manos; haced de mí como mejor y más recto os pareciere.

Y mandó Jeremías a Baruc, diciendo: Yo estoy preso, no puedo entrar en la Casa del SEÑOR.

Si os quedareis quietos en esta tierra, os edificaré, y no os destruiré; os plantaré, y no os arrancaré; porque arrepentido estoy del mal que os he hecho.

No temáis de la presencia del rey de Babilonia, de cuya presencia tenéis temor; no temáis de su presencia, dijo el SEÑOR, porque con vosotros estoy yo para salvaros y libraros de su mano;

He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dijo el Señor DIOS de los ejércitos; porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré.

Resh : Mira, oh SEÑOR, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera me desahijó el cuchillo, de dentro aparece la muerte.

Por tanto así dijo el Señor DIOS: He aquí yo estoy contra ti; sí, yo, y haré juicios en medio de ti a los ojos de los gentiles.

Por tanto, así dijo el Señor DIOS: por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo estoy contra vosotros, dijo el Señor DIOS.

Por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí yo estoy contra vuestras almohadillas, con que cazáis ahí las almas volando; yo las arrancaré de vuestros brazos, y soltaré las almas, las almas volando que cazáis.

y dirás a la tierra de Israel: Así dijo el SEÑOR: He aquí, que yo estoy contra ti, y sacaré mi cuchillo de su vaina, y talaré de ti al justo y al impío.

por tanto, así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas naciones, como el mar hace subir sus ondas.

Habla, y di: Así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, Faraón rey de Egipto, el gran dragón que yace en medio de sus ríos, el cual dijo: Mío es mi río, y yo me lo hice.

Por tanto, he aquí estoy contra ti, y contra tus ríos; y pondré la tierra de Egipto en asolamientos de la soledad del desierto, desde la torre de Sevene, hasta el término de Etiopía.

y dile: Así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad.

Tú pues, hijo de hombre, profetiza contra Gog, y di: Así dijo el Señor DIOS: He aquí yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe de la cabecera de Mesec y Tubal;

Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Y con gran enojo estoy airado contra los gentiles que están reposados; porque yo estaba enojado un poco, y ellos ayudaron para el mal.

Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije a los judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; y ahora os lo digo.

He aquí, la hora viene, y ya es venida, que seréis esparcidos cada uno por su cabo, y me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo.

Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde conviene que sea juzgado. A los judíos no he hecho injuria alguna, como tú sabes muy bien.

Y Pablo dijo : No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de templanza.

Así que, por esta causa, os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy rodeado de esta cadena.

Así que, en cuanto a mí, presto estoy a anunciar el Evangelio también a los que estáis en Roma.

Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

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