'Hombre' en la Biblia
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
Todas las cosas andan en trabajo más de lo que el hombre pueda decir; los ojos nunca se sacian de ver, ni los oídos de oír.
Después volví yo a mirar para ver la sabiduría, y los desvaríos; y la locura (porque ¿qué hombre hay que pueda seguir al rey en lo que ya hicieron?)
¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia, y con rectitud, y que haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande.
Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y fatiga de su corazón, en que él trabajó debajo del sol?
No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.
Porque al hombre que es bueno delante de Dios, él le da sabiduría y ciencia y alegría, mas al pecador le dio la ocupación de que recoja y amontone, para que dé al bueno delante de él. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y aun el mundo les entregó a su voluntad, de tal manera que no alcance el hombre esta obra de Dios desde el principio hasta el fin.
Y también he conocido que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de todo su trabajo.
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Así que he visto que no hay cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque ésta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea lo que será después de él?
He visto asimismo que todo trabajo y toda rectitud de obras mueve la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Es el hombre solo y sin sucesor; que ni tiene hijo ni hermano; mas nunca cesa de trabajar, ni aun sus ojos se sacian de sus riquezas, ni piensa: ¿Para quién trabajo yo, y defraudo mi alma del bien? También esto es vanidad, y duro trabajo.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios dio riquezas y hacienda, también le dio facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.
El del hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad maligna.
Si el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.
El que es, ya su nombre ha sido nombrado; y se sabe que es hombre, y que no podrá contender con el que es más fuerte que él.
Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales el hace que sean como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
En el día del bien goza del bien; y en el día del mal abre los ojos y aprende. Dios también hizo esto (el día del mal) delante de lo otro, para que el hombre no halle nada después de él.
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
lo que aún busca mi alma, y no encuentro: un hombre entre mil he hallado; mas mujer de todas éstas nunca hallé.
He aquí, solamente he hallado esto: que Dios hizo al hombre recto, mas ellos buscaron muchas perversiones.
¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de este hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
Porque para toda voluntad hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él;
No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra; ni la impiedad librará al que la posee.
Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que se hace debajo del sol; el tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar a entender la obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar.
Ciertamente a todo esto di mi corazón, para declarar todo esto: que los justos y los sabios, y sus obras, están en la mano de Dios; y que no sabe el hombre ni el amor ni el odio por todo lo que pasa delante de él.
Porque el hombre tampoco conoce su tiempo; como los peces que son presos en la mala red, y como las aves que se prenden en lazo, así son enlazados los hijos de los hombres en el tiempo malo, cuando cae de repente sobre ellos.
y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.
El loco multiplica palabras, y dice: no sabe el hombre lo que será; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado de alegría; si después trajere a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad.
cuando también temerán de lo alto, y los tropezones en el camino; y florecerá el almendro, y se cargará la langosta, y se perderá el apetito; porque el hombre va a la casa de su siglo, y los endechadores andarán en derredor por la plaza.
El fin de todo el sermón es oído: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es toda la felicidad del hombre.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Agradar a los hombres
- Ambos hombres y animales afectados
- Ambos hombres y animales muertos
- Arqueros, hombres baleados por
- Caída del Hombre
- Caída del hombre, las consecuencias de
- Confiando en el hombre, las advertencias contra
- Conocimiento retenido
- Doce hombres
- Dos hombres necesitados
- El Hombre Interior
- El amor, de Hombre
- El deber del hombre para con Dios
- El dominio del hombre.
- El espíritu del hombre
- El hombre al acecho
- El hombre como hierba
- El hombre nuevo en Cristo
- El hombre va hacia abajo
- El hombre, Creación de
- El temor del hombre
- En relación con el hombre de Dios
- Función del hombre.
- Futuro desconocido
- Hijo del Hombre
- Hombre diferenciar
- Hombre proporcionaba agua
- Hombre reventado
- Hombre, Trichotomy Vista de
- Hombre, la insignificancia de
- Hombres
- Hombres piadosos
- Hombres y animales guardado
- Impulsada desde los hombres
- Inconvenientes para la alimentación del hombre.
- Inútil Empeño
- Jesús como Hijo del Hombre
- La belleza, en los hombres
- La conducta del hombre hacia Dios
- La depravación del hombre
- La fragilidad del hombre
- La gloria del hombre
- La ira del hombre, causa
- La ira del hombre, injustos
- La ira del hombre, justos
- La necedad de los hombres
- La reconciliación entre Dios y el hombre
- La salvación a todos los hombres, posible
- Lleno del espíritu del hombre
- Los arqueros, Hombres
- Los caminos del hombre
- Los fines del hombre.
- Los hombres Pleasers
- Los hombres adorando
- Los hombres engañando.
- Los hombres feroces
- Los hombres jóvenes
- Los hombres similares a los animales
- Los hombres valientes
- Los pensamientos del hombre.
- Mantuvo viva por hombres
- Mañana la acción del hombre.
- Planes de Hombres
- Rompiendo la ley del hombre.
- Ser visto por el hombre.
- Tres hombres
- Adorar a los hombres
- Ahorrar dinero
- Cumplir la palabra de un hombre
- Disfrutar la vida
- Ejemplos de hombres impíos
- Ejemplos de hombres religiosos que fracasaron
- Ejemplos de hombres temerosos
- El carácter de un hombre
- El consejo del hombre
- El cumplimiento de la palabra del hombre
- El fin de la obra del hombre
- El hombre
- El hombre de Dios
- El hombre del pecado
- El hombre devoto
- El hombre y la mujer
- El matrimonio entre un hombre y una mujer
- El ministerio del hijo del hombre
- El peligro de los hombres
- El trabajo de los hombres
- El trabajo duro
- El éxito y el trabajo arduo
- La autoridad del hombre sobre el diablo
- La cantidad de hombres
- La defensa del hombre
- La enseñanza del hombre
- La gracia dada a los hombres
- La hermandad de los hombres
- La importancia intrínseca del hombre
- La naturaleza pecaminosa del hombre
- La relación del hombre con Dios
- La relación del hombre con su creador
- La relación entre hombres y mujeres
- La relación entre los animales y el hombre
- La reputación de un hombre
- La sabiduría
- La sabiduría del hombre
- La vanidad del hombre
- La venganza del hombre
- La vindicación del hombre
- La voluntad de los hombres
- Las bendiciones del dinero
- Las necesidades del hombre
- Las reglas para hombres y mujeres
- Las órdenes de los hombres
- Llevar los hombres ante Jesús
- Los atributos eternos del hombre
- Los hombres como Dioses
- Los hombres de paz
- Los hombres guapos
- Los hombres y las mujeres que amaron
- Los meros hombres
- Los otros dos hombres
- Los testigos ante los hombres
- Los tiempos de Dios
- Los tiempos de Dios
- No temer a los hombres
- Que todo pasa por algo
- Ser feliz y disfrutar la vida
- Ser un hombre de Dios
- Un buen hombre
- Volverse en contra de los hombres