'Jerusalén' en la Biblia
Visión que tuvo Isaías, hijo de Amoz, concerniente a Judá y Jerusalén, en los días de Uzías, Jotam, Acaz {y} Ezequías, reyes de Judá.
Vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob; para que nos enseñe {acerca} de sus caminos, y andemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
Porque he aquí, el Señor, DIOS de los ejércitos, quitará de Jerusalén y de Judá el sustento y el apoyo: todo sustento de pan y todo sustento de agua;
Pues Jerusalén ha tropezado y Judá ha caído, porque su lengua y sus obras están contra el SEÑOR, rebelándose contra su gloriosa presencia.
Y acontecerá que el que sea dejado en Sion y el que quede en Jerusalén será llamado santo: todos los que estén inscritos para vivir en Jerusalén.
Cuando el Señor haya lavado la inmundicia de las hijas de Sion y haya limpiado la sangre {derramada} de en medio de Jerusalén con el espíritu del juicio y el espíritu abrasador,
Y ahora, moradores de Jerusalén y hombres de Judá, juzgad entre mí y mi viña.
Por tanto el Seol ha ensanchado su garganta y ha abierto sin medida su boca; y {a él} desciende el esplendor de Jerusalén, su multitud, su alboroto y el que se divertía en ella.
Y aconteció que en los días de Acaz, hijo de Jotam, hijo de Uzías, rey de Judá, subió Rezín, rey de Aram, con Peka, hijo de Remalías, rey de Israel, a Jerusalén para combatir contra ella, pero no pudieron tomarla.
Entonces El vendrá a ser santuario; pero piedra de tropiezo y roca de escándalo para ambas casas de Israel, {y} lazo y trampa para los habitantes de Jerusalén.
Como alcanzó mi mano los reinos de los ídolos, cuyas imágenes talladas excedían a las de Jerusalén y Samaria,
como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré así {también} a Jerusalén y a sus imágenes?
Y sucederá que cuando el Señor haya terminado toda su obra en el monte Sion y en Jerusalén, {dirá:} Castigaré el fruto del corazón orgulloso del rey de Asiria y la ostentación de su altivez.
{Hoy mismo} él se detendrá en Nob, agitará su mano contra el monte de la hija de Sion, la colina de Jerusalén.
Entonces contasteis las casas de Jerusalén, y derribasteis casas para fortificar la muralla.
lo vestiré con tu túnica, con tu cinturón lo ceñiré, tu autoridad pondré en su mano, y llegará a ser un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá.
Entonces la luna se abochornará y el sol se avergonzará porque el SEÑOR de los ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos {estará su} gloria.
Sucederá también en aquel día que se tocará una gran trompeta, y los que perecían en la tierra de Asiria y los desterrados en la tierra de Egipto, vendrán y adorarán al SEÑOR en el monte santo en Jerusalén.
Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR, oh escarnecedores, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.
Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá.
Como aves que vuelan, así protegerá el SEÑOR de los ejércitos a Jerusalén; {la} protegerá y {la} librará, {la} perdonará y {la} rescatará.
Su fortaleza a causa del terror pasará, y sus príncipes se espantarán {ante} el estandarte --declara el SEÑOR, que tiene su fuego en Sion y su horno en Jerusalén.
Contempla a Sion, ciudad de nuestras fiestas señaladas; tus ojos verán a Jerusalén, morada de quietud, tienda que no será plegada, cuyas estacas no serán arrancadas nunca, ni rotas ninguna de sus cuerdas.
Y el rey de Asiria envió desde Laquis a Jerusalén, al Rabsaces con un gran ejército, contra el rey Ezequías. Y se colocó junto al acueducto del estanque superior {que está} en la calzada del campo del Batanero.
`Pero si me decís: ``Nosotros confiamos en el SEÑOR nuestro Dios," ¿no es El aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ``Adoraréis delante de este altar"?
`` ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas tierras han librado su tierra de mi mano, para que el SEÑOR libre a Jerusalén de mi mano?"
Así diréis a Ezequías, rey de Judá: ``No te engañe tu Dios en quien tú confías, diciendo: `Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria.'
esta es la palabra que el SEÑOR ha hablado contra él: `Te ha despreciado y se ha burlado de ti la virgen hija de Sion; ha movido la cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén.
`Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sion sobrevivientes. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.'"
Hablad al corazón de Jerusalén y decidle a voces que su lucha ha terminado, que su iniquidad ha sido quitada, que ha recibido de la mano del SEÑOR el doble por todos sus pecados.
Súbete a un alto monte, oh Sion, portador de buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; levánta{la,} no temas. Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios.
{Dije} primero a Sion: ``Mira, aquí están", y a Jerusalén: ``{Os} daré un mensajero de buenas nuevas."
Yo soy el que confirmo la palabra de su siervo, y cumplo el propósito de sus mensajeros; el que dice de Jerusalén: ``Será habitada"; y de las ciudades de Judá: ``Serán reedificadas, y sus ruinas levantaré";
El que dice de Ciro: ``{El es} mi pastor, y él cumplirá todos mis deseos", y dice de Jerusalén: ``Será reedificada", y al templo: ``Serán echados tus cimientos."
¿Despierta, despierta! Levántate, Jerusalén, tú, que has bebido de la mano del SEÑOR la copa de su furor, que has bebido el cáliz del vértigo hasta vaciarlo.
Despierta, despierta, vístete de tu poder, oh Sion; vístete de tus ropajes hermosos, oh Jerusalén, ciudad santa. Porque el incircunciso y el inmundo no volverán a entrar en ti.
Sal del polvo, levántate, cautiva Jerusalén; líbrate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sion.
Prorrumpid a una en gritos de júbilo, lugares desolados de Jerusalén, porque el SEÑOR ha consolado a su pueblo, ha redimido a Jerusalén.
Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no me estaré quieto, hasta que salga su justicia como resplandor, y su salvación se encienda como antorcha.
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he puesto centinelas; en todo el día y en toda la noche jamás callarán. Los que hacéis que el SEÑOR recuerde, no os deis descanso,
ni le concedáis descanso hasta que {la} restablezca, hasta que haga de Jerusalén una alabanza en la tierra.
Tus ciudades santas se han vuelto un desierto; Sion se ha convertido en un desierto, Jerusalén en una desolación.
Pero gozaos y regocijaos para siempre en lo que yo voy a crear; porque he aquí, voy a crear a Jerusalén {para} regocijo, y a su pueblo {para} júbilo.
Me regocijaré por Jerusalén y me gozaré por mi pueblo; no se oirá más en ella voz de lloro ni voz de clamor.
Alegraos con Jerusalén y regocijaos por ella, todos los que la amáis; rebosad de júbilo con ella, todos los que por ella hacéis duelo,
Como uno a quien consuela su madre, así os consolaré yo; en Jerusalén seréis consolados.
Entonces traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones como ofrenda al SEÑOR, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a mi santo monte, Jerusalén --dice el SEÑOR-- tal como los hijos de Israel traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del SEÑOR.
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