244 casos

'Judíos' en la Biblia

En aquel tiempo Rezín, rey de Aram, recuperó a Elat para Aram, y echó a los Judíos de Elat completamente; y los Arameos vinieron a Elat y allí han morado hasta hoy.

Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, vino con diez hombres e hirió a Gedalías, y éste murió junto con los Judíos y los Caldeos que estaban con él en Mizpa.

sepa el rey que los Judíos que salieron por orden suya, han venido a nosotros en Jerusalén; están reedificando la ciudad rebelde y perversa, y están terminando las murallas y reparando los cimientos.

Así que tan pronto como la copia del documento del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, del escriba Simsai, y sus compañeros, fueron a toda prisa a Jerusalén, a los Judíos, y por la fuerza los hicieron parar {la obra.}

Cuando los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo, profetizaron a los Judíos que {estaban} en Judá y en Jerusalén, en el nombre del Dios de Israel que {estaba} sobre ellos,

Pero el ojo de su Dios velaba sobre los ancianos de los Judíos, y no les detuvieron {la obra} hasta que un informe llegara a Darío, y volviera una respuesta escrita tocante al asunto.

"No impidan esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los Judíos y los ancianos de los Judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar.

Y los ancianos de los Judíos tuvieron éxito en la edificación según la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, hijo de Iddo. Y terminaron de edificar conforme al mandato del Dios de Israel y al decreto de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia.

vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los Judíos, los que habían escapado {y} habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén.

Los oficiales no sabían adónde yo había ido ni qué había hecho. Tampoco se lo había hecho saber todavía a los Judíos, ni a los sacerdotes, ni a los nobles, ni a los oficiales, ni a los demás que hacían la obra.

Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y burlándose de los Judíos,

habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: `` ¿Qué hacen estos débiles Judíos? ¿{La} restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?"

Así que cuando los Judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: ``Subirán contra nosotros de todo lugar adonde ustedes se vuelvan,"

Y hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos Judíos.

Y les dije: ``Nosotros, conforme a nuestras posibilidades, hemos redimido a nuestros hermanos Judíos que fueron vendidos a las naciones; y ahora, ¿venderían ustedes aun a sus hermanos para que sean vendidos a nosotros?" Ellos se quedaron callados y no hallaron respuesta que dar.

Había a mi mesa 150 Judíos y oficiales, sin contar los que vinieron a nosotros de las naciones que nos rodeaban.

En ella estaba escrito: ``Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los Judíos están tramando rebelarse; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey.

En aquellos días también vi a Judíos que se habían casado con mujeres Asdoditas, Amonitas {y} Moabitas.

Y él no se contentó con echar mano sólo a Mardoqueo, pues le habían informado {cuál era} el pueblo de Mardoqueo. Por tanto Amán procuró destruir a todos los Judíos, el pueblo de Mardoqueo, que {estaban} por todo el reino de Asuero.

El rey tomó de su mano el anillo de sellar y se lo dio a Amán, hijo de Hamedata el Agagueo, enemigo de los Judíos.

Se enviaron cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los Judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el {día} trece del mes doce, que es el mes de Adar, y sus posesiones dadas al saqueo.

En cada una de las provincias {y} en todo lugar donde llegaba la orden del rey y su decreto, había entre los Judíos gran duelo y ayuno, llanto y lamento. Muchos se acostaban sobre cilicio y ceniza.

Y Mardoqueo le informó de todo lo que le había acontecido, y la cantidad exacta de dinero que Amán había prometido pagar a los tesoros del rey por la destrucción de los Judíos.

Le dio también una copia del texto del decreto que había sido promulgado en Susa para la destrucción de los Judíos, para que {se la} mostrara a Ester y le informara, y le mandara que ella fuera al rey para implorar su favor y para interceder ante él por su pueblo.

Entonces Mardoqueo {les} dijo que respondieran a Ester: ``No pienses que {estando} en el palacio del rey {sólo} tú escaparás entre todos los Judíos.

"Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los Judíos, pero tú y la casa de tu padre perecerán. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?"

``Ve, reúne a todos los Judíos que se encuentran en Susa y ayunen por mí; no coman ni beban por tres días, ni de noche ni de día. También yo y mis doncellas ayunaremos. Y así iré al rey, lo cual no es conforme a la ley; y si perezco, perezco."

Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los Judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester {le} había revelado lo que era él para ella.

Ester habló de nuevo delante del rey, cayó a sus pies, y llorando, le imploró que impidiera los {propósitos} perversos de Amán el Agagueo y el plan que había tramado contra los Judíos.

y dijo: ``Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él, si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, el Agagueo, las cuales escribió para destruir a los Judíos que están en todas las provincias del rey.

Entonces el rey Asuero dijo a la reina Ester y al Judío Mardoqueo: ``Miren, he dado a Ester la casa de Amán, y a él lo han colgado en la horca porque extendió su mano contra los Judíos.

"Ustedes, pues, escriban acerca de los Judíos como les parezca bien, en nombre del rey, y séllen{lo} con el anillo del rey. Porque un decreto que está escrito en nombre del rey y sellado con el anillo del rey no puede ser revocado."

Así que fueron llamados los escribas del rey en aquel momento en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el {día} veintitrés; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los Judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que {se extendían} desde la India hasta Etiopía, 127 provincias, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y a los Judíos conforme a su escritura y a su lengua.

En ellas el rey concedía a los Judíos que {estaban} en cada ciudad {el derecho} de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes,

Una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los Judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos.

En cada provincia, en cada ciudad y en todo lugar adonde llegaba el mandato del rey y su decreto había alegría y gozo para los Judíos, banquete y día festivo. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hicieron Judíos, porque había caído sobre ellos el temor de los Judíos.

En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el {mismo} día que los enemigos de los Judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los Judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.

Se reunieron los Judíos en sus ciudades por todas las provincias del rey Asuero para echar mano a los que buscaban hacerles daño. Nadie podía oponérseles, porque el temor a ellos había caído sobre todos los pueblos.

Y todos los príncipes de las provincias, los sátrapas, los gobernadores y los que manejaban los negocios del rey ayudaron a los Judíos, porque el temor a Mardoqueo había caído sobre ellos.

Los Judíos hirieron a todos sus enemigos a filo de espada, con matanza y destrucción; e hicieron lo que quisieron con los que los odiaban.

los diez hijos de Amán, hijo de Hamedata, enemigo de los Judíos; pero no echaron mano a sus bienes.

Y el rey dijo a la reina Ester: ``En la fortaleza de Susa los Judíos han matado y exterminado a 500 hombres y a los diez hijos de Amán. ¡Qué habrán hecho en las demás provincias del rey! ¿Cuál es tu petición {ahora?} Pues te será concedida. ¿Qué más quieres? También {te} será hecho."

Entonces Ester dijo: ``Si le place al rey, que mañana también se conceda a los Judíos que están en Susa hacer conforme al edicto de hoy; y que los diez hijos de Amán sean colgados en la horca."

Los Judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron a 300 hombres en Susa, pero no echaron mano a sus bienes.

Los demás Judíos que {se hallaban} en las provincias del rey se reunieron para defender sus vidas y librarse de sus enemigos. Mataron a 75,000 de los que los odiaban, pero no echaron mano a sus bienes.

Pero los Judíos que {se hallaban} en Susa se reunieron el trece y el catorce del mismo mes, y descansaron el {día} quince y lo proclamaron día de banquete y de regocijo.

Por eso los Judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas (sin murallas), proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones {de comida} unos a otros.

Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los Judíos que {se hallaban} en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas,

Porque en esos días los Judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones {de comida} unos a otros e hicieran donativos a los pobres.

Así los Judíos llevaron a cabo lo que habían comenzado a hacer, y lo que Mardoqueo les había escrito.

Pues Amán, hijo de Hamedata, el Agagueo, enemigo de todos los Judíos, había hecho planes contra los Judíos para destruirlos, y había echado el Pur, es decir, la suerte, para su ruina y destrucción.

Pero cuando esto llegó al conocimiento del rey, {éste} ordenó por carta que el perverso plan que Amán había tramado contra los Judíos recayera sobre su cabeza, y que él y sus hijos fueran colgados en la horca.

los Judíos establecieron e hicieron una costumbre para ellos, para sus descendientes y para todos los que se aliaban con ellos, que no dejarían de celebrar estos dos días conforme a su ordenanza y conforme a su tiempo señalado cada año.

Para que estos días fueran recordados y celebrados por todas las generaciones, por cada familia, cada provincia y cada ciudad; y que estos días de Purim no dejaran de celebrarse entre los Judíos, ni su memoria se extinguiera entre sus descendientes.

Y se enviaron cartas a todos los Judíos, a las 127 provincias del reino de Asuero, palabras de paz y de verdad,

Porque el Judío Mardoqueo era el segundo {después} del rey Asuero, grande entre los Judíos y estimado por la multitud de sus hermanos, el cual buscó el bien de su pueblo y procuró el bienestar de toda su gente.

y entregué la escritura de compra a Baruc, hijo de Nerías, hijo de Maasías, en presencia de Hanamel, hijo de mi tío, en presencia de los testigos que firmaron la escritura de compra {y} en presencia de todos los Judíos que se encontraban en el patio de la guardia.

Entonces el rey Sedequías respondió a Jeremías: ``Tengo temor de los Judíos que se han pasado a los Caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me maltraten."

También todos los Judíos que estaban en Moab, Amón, y Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.

Entonces todos los Judíos regresaron de todos los lugares donde habían sido dispersados, y vinieron a la tierra de Judá, a Gedalías en Mizpa, y recogieron vino y frutos de verano en gran abundancia.

Entonces Johanán, hijo de Carea, le dijo en secreto a Gedalías en Mizpa: ``Déjame ir a matar a Ismael, hijo de Netanías, y nadie lo sabrá. ¿Por qué te ha de quitar la vida y se dispersen {así} todos los Judíos que se han reunido alrededor de ti, y perezca el remanente de Judá?"

Ismael mató también a todos los Judíos que estaban con él, {es decir,} con Gedalías, en Mizpa, y a los hombres de guerra Caldeos que se encontraban allí.

``Toma en tus manos piedras grandes y escóndelas en la mezcla en la {terraza} de ladrillo que está a la entrada del palacio de Faraón en Tafnes, a vista de los Judíos,

La palabra que vino a Jeremías para todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en la tierra de Patros:

Este es el pueblo que Nabucodonosor llevó al destierro: en el año séptimo, 3,023 Judíos;

en el año veintitrés de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó al destierro a 745 Judíos; en total fueron 4,600 personas.

"Pero fue para los Judíos como adivinación falsa a sus ojos, {pues} habían hecho juramentos solemnes. Pero él {les} hará recordar {su} iniquidad y serán apresados.

Sin embargo en aquel tiempo algunos Caldeos se presentaron y acusaron a los Judíos.

"{Pero} hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, {es decir,} Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado."

Jesús fue llevado delante del gobernador (Pilato), y éste Lo interrogó: `` ¿Eres Tú el Rey de los Judíos?" ``Tú {lo} dices," le contestó Jesús.

Y tejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza, y una caña en Su {mano} derecha; y arrodillándose delante de El, Le hacían burla, diciendo: `` ¡Salve, Rey de los Judíos!"

Ellos tomaron el dinero e hicieron como se les había instruido. Y este dicho se divulgó extensamente entre los Judíos hasta hoy.

(Porque los Fariseos y todos los Judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente, observando {así} la tradición de los ancianos.

Entonces Pilato les preguntó: `` ¿Quieren que les suelte al Rey de los Judíos?"

Pilato les preguntó: `` ¿Qué haré, entonces, con el que ustedes llaman el Rey de los Judíos?"

Y predicaba en las sinagogas de los Judíos (de Judea y Galilea).

Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.

el cual no había estado de acuerdo con el plan y el proceder de los demás, {que era} de Arimatea, ciudad de los Judíos, {y} que esperaba el reino de Dios.

Este es el testimonio de Juan, cuando los Judíos enviaron sacerdotes y Levitas de Jerusalén (Ciudad de Paz) a preguntarle: `` ¿Quién eres tú?"

Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los Judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros (unos 100 litros).

La Pascua de los Judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén.

Entonces los Judíos dijeron: ``En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y Tú lo levantarás en tres días?"

Había un hombre de los Fariseos, llamado Nicodemo, prominente (principal) entre los Judíos.

Entonces la mujer Samaritana Le dijo: `` ¿Cómo es que Tú, siendo Judío, me pides de beber a mí, que soy Samaritana?" (Porque los Judíos no tienen tratos con los Samaritanos.)

Después de esto, se celebraba una fiesta de los Judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

Por eso los Judíos decían al que había sido sanado: ``Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla."

El hombre se fue, y dijo a los Judíos que Jesús era el que lo había sanado.

A causa de esto los Judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo.

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Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso