'Ladrones' en la Biblia
Las tiendas de los ladrones están en paz; y los que provocan a Dios, y los que traen dioses en sus manos viven seguros.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman las dádivas, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
¿Es por ventura cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta Casa, sobre la cual es llamado mi nombre? He aquí que también yo veo, dijo el SEÑOR.
¿Y no te fue a ti Israel por escarnio, como si lo tomaran entre ladrones? Porque desde que de él hablaste, tú te has movido.
Si vendimiadores vinieran contra ti, ¿no dejarán rebuscos? Si ladrones de noche, tomarán lo que hubieren necesitado.
Y como ladrones que esperan a algún varón, concilio de sacerdotes que de común acuerdo mata en el camino, porque ponen en efecto la abominación.
Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.
¿Entraron por ventura ladrones a ti, o robadores de noche? (¡Cómo has sido destruido!) ¿No hurtaran lo que les bastaba? Pues si entraran a ti vendimiadores, aun dejaran algún rebusco.
No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Y les dice: Escrito está: Mi Casa, Casa de oración será llamada; mas vosotros cueva de ladrones la habéis hecho.
Entonces colgaron en maderos con él dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda.
Lo mismo también le injuriaban los ladrones que estaban colgados en maderos con él.
Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi Casa, Casa de oración será llamada por todas las naciones? Y vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Y colgaron de maderos con él dos ladrones, uno a su mano derecha, y el otro a su mano izquierda.
Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó entre ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones?
El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Diciéndoles: Escrito está: Mi Casa, Casa de oración es; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas.
no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.
ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el Reino de Dios.
en caminos, muchas veces; peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros con falsos hermanos;