'Mucho' en la Biblia
Y las aguas prevalecieron mucho en gran manera sobre la tierra; y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos.
Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré mucho en gran manera.
Y te multiplicaré mucho en gran manera, y te pondré en gentiles, y reyes saldrán de ti.
Y por Ismael, también te he oído: he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera: doce príncipes engendrará, y le pondré por gran gente.
Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su casa; y les hizo banquete, y coció panes sin levadura y comieron.
Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.
y el SEÑOR ha bendecido mucho a mi señor, y él se ha engrandecido; y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.
Y dijo Abimelec a Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más fuerte que nosotros te has hecho.
Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se ensañaron mucho, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número.
Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo pensó por bien, para hacer lo que vemos hoy, para dar vida a mucho pueblo.
Dijo también el Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus cargos.
Y lo medían por gomer, y no sobraba al que había recogido mucho, ni faltaba al que había recogido poco; cada uno recogió conforme a lo que había de comer.
Y hablaron a Moisés, diciendo: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para hacer la obra para el ministerio que el SEÑOR ha mandado que se haga.
Y comeréis lo añejo de mucho tiempo, y sacaréis fuera lo añejo a causa de lo nuevo.
Y Moisés dijo estas cosas a todos los hijos de Israel, y el pueblo se enlutó mucho.
Y él respondió: No pasarás. Y salió Edom contra él con mucho pueblo, y mano fuerte.
Y el SEÑOR envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.
Y Moab temió mucho a causa del pueblo que era mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel.
porque sin duda te honraré mucho, y haré todo lo que me dijeres; ven, pues ahora, maldíceme a este pueblo.
Y heredaréis la tierra por suertes por vuestras familias; al mucho daréis mucho por su heredad, y al poco daréis poco por su heredad; donde le saliere la suerte, allí la tendrá; por las tribus de vuestros padres heredaréis.
Y las ciudades que diereis de la heredad de los hijos de Israel, del que mucho tomaréis mucho, y del que poco tomaréis poco; cada uno dará de sus ciudades a los levitas según la posesión que heredará.
Y manda al pueblo, diciendo: Pasando vosotros por el término de vuestros hermanos los hijos de Esaú, que habitan en Seir, ellos tendrán miedo de vosotros; mas vosotros guardaos mucho;
Solamente vuestras mujeres, vuestros niños, y vuestros ganados, (yo sé que tenéis mucho ganado,) quedarán en vuestras ciudades que os he dado,
Guardad, pues, mucho vuestras almas; porque ninguna figura visteis el día que el SEÑOR habló con vosotros de en medio del fuego;
Déjame que los destruya, y raiga su nombre de debajo del cielo; que yo te haré en nación fuerte y mucho más grande que ellos.
Ni aumentará para sí mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro se multiplicará mucho.
Y les mandó, diciendo: Mirad, pondréis emboscada a la ciudad detrás de ella; no os alejaréis mucho de la ciudad, y estaréis todos apercibidos.
Esforzaos pues mucho a guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, sin apartaros de ello ni a la diestra ni a la siniestra;
Por tanto, velad mucho por vuestras almas, que améis al SEÑOR vuestro Dios.
Y el SEÑOR dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo dé a los madianitas en su mano; para que no se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.
Y el SEÑOR dijo a Gedeón: Aún es mucho el pueblo; llévalos a las aguas, y allí yo te los probaré; y del que yo te dijere: Vaya éste contigo, irá contigo; mas de cualquiera que yo te dijere: Este no vaya contigo, el tal no vaya.
Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que tengamos en ella la noche.
Ya los israelitas estaban concertados con los hombres de las emboscadas, que hiciesen mucho fuego , para que subiese gran humo de la ciudad.
Y aconteció que desde el día que llegó el arca a Quiriat-jearim pasaron mucho días, veinte años; y toda la casa de Israel se lamentaba en pos del SEÑOR.
Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron allí a Saúl por rey delante del SEÑOR en Gilgal. Y sacrificaron allí víctimas pacíficas delante del SEÑOR; y se alegraron mucho allí Saúl y todos los de Israel.
E hirieron aquel día a los filisteos desde Micmas hasta Ajalón; mas el pueblo se cansó mucho.
Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él lo amó mucho, y fue hecho su paje de armas.
Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir presto a Belén su ciudad, porque todos los de su linaje tienen allá sacrificio aniversario.
Y Abigail se vino a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba ya alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.
Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, pues que mi vida ha sido estimada hoy en tus ojos. He aquí, yo he hecho locamente, y he errado mucho y en gran manera.
Absalón huyó luego . Entre tanto , alzando sus ojos el joven que estaba en atalaya, miró, y he aquí mucho pueblo que venía a sus espaldas por el camino de hacia el monte.
envió Joab a Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como mujer que ha mucho tiempo que trae luto por algún muerto;
Y juntó Jehú todo el pueblo, y les dijo: Acab sirvió poco a Baal; mas Jehú lo servirá mucho.
Y cuando veían que había mucho dinero en el arca, venía el notario del rey y el sumo sacerdote, y contaban el dinero que hallaban en el templo del SEÑOR, y lo guardaban.
Asimismo aparejó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta.
He aquí, yo en mi estrechez he prevenido para la Casa del SEÑOR cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata; no tiene peso el bronce ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.
Asimismo el rey David se alegró mucho, y bendijo al SEÑOR delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh SEÑOR, Dios de Israel, nuestro padre, de siglo a siglo.
Y viniendo Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas, y cuerpos muertos, y vestidos y vasos preciosos, los cuales tomaron para sí, tantos , que no los podían llevar; tres días duró el despojo, porque era mucho.
Y cuando venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar; y así lo hacían cada día, y recogían mucho dinero;
Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: Del SEÑOR es darte mucho más que esto.
Edificó él la puerta mayor de la Casa del SEÑOR, y en el muro de la fortaleza edificó mucho.
Y determinaron de hacer pasar pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que viniesen a hacer la pascua al SEÑOR Dios de Israel en Jerusalén; porque en mucho tiempo no la habían hecho como está escrito.
Y le respondió Azarías, sumo sacerdote, de la casa de Sadoc, y dijo: Desde que comenzaron a traer la ofrenda a la Casa del SEÑOR, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho; porque el SEÑOR ha bendecido su pueblo, y ha quedado esta gran provisión.
Y se juntó mucho pueblo, y taparon todas las fuentes, y también el arroyo que va por medio de la tierra, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren?
Mas el pueblo es mucho, y el tiempo lluvioso, y no hay fuerza para estar en la calle; ni la obra es de un día ni de dos, porque somos muchos los que hemos prevaricado en este negocio.
Y acaeció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, y los amonitas, y los de Asdod, que se había puesto remedio a los muros de Jerusalén, porque ya los portillos comenzaban a cerrarse, se encolerizaron mucho;
Y dijo Judá: Las fuerzas de los acarreadores se han enflaquecido, y el escombro es mucho, y no podemos edificar el muro.
Y cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todos los gentiles que estaban en nuestros alrededores, y cayeron mucho en sus ojos, y conocieron que por nuestro Dios había sido hecha esta obra.
Y ellos en su reino y en tu mucho bien que les diste, y en la tierra espaciosa y fértil que entregaste delante de ellos, no te sirvieron, ni se convirtieron de sus malas obras.
Y daban a beber en vasos de oro (los vasos eran diferentes unos de otros), y mucho vino real, conforme a la facultad del rey.
Y la reina Vasti no quiso venir a la orden del rey, enviada por mano de los eunucos; y se enojó el rey mucho, y se encendió en él su ira.
Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oyeren el hecho de la reina, a todos los príncipes del rey; y habrá mucho menosprecio y enojo.
Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, cuando Dios arrebatare su alma?
si me alegré de que mi hacienda se multiplicase, y de que mi mano hallase mucho;
Se avergonzarán, y se turbarán mucho todos mis enemigos; se volverán y serán avergonzados de repente.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.
Al Vencedor: Salmo de David. SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.
El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.
Visitas la tierra, y desde que la has hecho desear mucho, la enriqueces con el Río de Dios lleno de aguas; preparas el grano de ellos, porque así la ordenaste.
Bendice, alma mía, al SEÑOR. SEÑOR, Dios mío, mucho te has engrandecido; de gloria y de hermosura te has vestido.
Los soberbios se burlaron mucho de mí, mas no me he apartado de tu ley.
Hace ya mucho que he entendido de tus testimonios, que para siempre los fundaste.
Mucho se detiene mi alma con los que aborrecen la paz.
Canción de las gradas. Mucho me han angustiado desde mi juventud, diga ahora Israel:
Mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
En el barbecho de los pobres hay mucho pan; mas se pierde por falta de juicio.
Mucho se alegrará el padre del justo; y el que engendró sabio se gozará con él.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener , no sacará fruto. También esto es vanidad.
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia.
Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.
Y he visto acerca de todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar a entender la obra que se hace debajo del sol; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que sabe, no la podrá alcanzar.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es aflicción de la carne.
Murmullo de multitud suena en los montes, como de mucho pueblo; murmullo de sonido de reinos, de gentiles reunidos; el SEÑOR de los ejércitos ordena las tropas de la batalla.
Y vio un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró mucho más atentamente.
¿No has oído decir, que de hace mucho tiempo yo la hice; que de días antiguos yo la formé? Ahora la he hecho venir, y será para destrucción de ciudades fuertes en montones de asolamiento.
Me enojé contra mi pueblo, profané mi heredad, y los entregué en tu mano; no les hiciste misericordias; sobre el viejo agravaste mucho tu yugo.
Venid, dicen , tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente.
Maldito el hombre que dio nuevas a mi padre, diciendo: Hijo varón te ha nacido, haciéndole alegrarse así mucho.
El SEÑOR se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo : Con amor eterno te he amado; por tanto te soporté con misericordia.
Cercano está el quebrantamiento de Moab para venir, y su mal se apresura mucho.
vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os engendró; veis aquí las postrimerías de los gentiles: desierto, sequedad, y páramo.
Porque el SEÑOR destruye a Babilonia, y quitará de ella el mucho estruendo; y bramarán sus ondas, como muchas aguas será el sonido de la voz de ellos;
Y viendo ella que había esperado mucho tiempo, y que se perdía su esperanza, tomó otro de sus cachorros, y lo puso por leoncillo.
Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí que del aquilón traigo yo contra Tiro a Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo.
Y será que junto a él estarán pescadores; y desde En-gadi hasta En-eglaim será tendedero de redes, en su clase será su pescado como el pescado del gran mar, mucho en gran manera.
Porque la palabra del rey daba prisa, y había procurado que se encendiese mucho, la llama del fuego mató a aquellos hombres que habían alzado a Sadrac, Mesac, y Abed-nego.
Hasta aquí fue el fin de la palabra. Yo Daniel, mucho me turbaron mis pensamientos, y mi rostro se me mudó; mas la palabra la guardé en mi corazón.