403 casos en 6 traducciones

'Nadie' en la Biblia

El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo.

Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser {conocido} en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.

Mas éste, sabemos de dónde es; y cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.

Procuraban, pues, prenderle; pero nadie le echó mano porque todavía no había llegado su hora.

Y algunos de ellos querían prenderle, pero nadie le echó mano.

Los servidores respondieron: Nunca ha hablado nadie así como este hombre.

Y enderezándose Jesús, y no viendo a nadie más que a la mujer, le dijo: ¿Mujer, dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te ha condenado?

Estas palabras habló Jesús en el lugar de las limosnas, enseñando en el Templo; y nadie le prendió; porque aún no había venido su hora.

Les dice entonces Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le dijeron: A nosotros no nos es lícito matar a nadie;

En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie.

diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas que estaban delante de las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.

Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie.

Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,

Y los que habían sido esparcidos por causa de la tribulación que sobrevino en tiempo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, no hablando a nadie la Palabra, sino sólo a los judíos.

Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijera que le había dado aviso de esto.

Y ni en el templo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad {misma} me encontraron discutiendo con nadie o provocando un tumulto.

Porque si alguna injuria, o cosa alguna digna de muerte he hecho, no rehuso morir; mas si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede darme a ellos. A César apelo.

para que nadie diga que fuisteis bautizados en mi nombre.

Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana ésta mi gloria.

Por tanto, nadie le tenga en poco; antes, llevadlo en paz, para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.

De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y si aun a Cristo conocimos según la carne, ahora sin embargo ya no le conocemos.

y cuando estaba con vosotros y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de seros carga.

Como la verdad de Cristo está en mí; nadie me impedirá esta gloria en las regiones de Acaya.

Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como a loco, para que aun me gloríe yo un poquito.

Por lo cual si quisiera gloriarme (de estas cosas,) no sería loco, porque diré la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye.

Hermanos, (hablo como hombre): Aunque un pacto sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo cancela, ni le añade.

Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia;

Pues a nadie {más} tengo del mismo sentir mío {y} que esté sinceramente interesado en vuestro bienestar.

Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más que nadie.

{y} que nadie peque y defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es {el} vengador en todas estas cosas, como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente.

ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con trabajo y fatiga trabajamos día y noche a fin de no ser carga a ninguno de vosotros;

Te requiero delante de Dios y del Señor Jesús el Cristo, y de sus Angeles escogidos, que guardes estas cosas, sin perjuicio de nadie, no haciendo nada con parcialidad.

Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie presidió el altar.

Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de El permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en El.

Y escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: ``El Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto:

Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido.

Y yo lloraba mucho, porque nadie había sido hallado digno de abrir el libro ni de mirar su contenido.

No se les permitió matar a nadie, sino atormentar{los} por cinco meses; y su tormento era como el tormento de un escorpión cuando pica al hombre.

y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca: el nombre de la bestia o el número de su nombre.

Y cantaban* un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido rescatados de la tierra.

Biblia del Jubileo 2000 (Grátis) copyright

Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso

Reina Valera Gómez (© 2010)