'Ochenta' en la Biblia

Abram {tenía} ochenta y seis años cuando Agar dio a luz a Ismael.

Moisés {tenía} ochenta años y Aarón ochenta y tres cuando hablaron a Faraón.

"El SEÑOR me ha permitido vivir, tal como prometió, estos cuarenta y cinco años, desde el día en que el SEÑOR habló estas palabras a Moisés, cuando Israel caminaba en el desierto; así que ahora tengo ochenta y cinco años.

Así Moab fue subyugado aquel día bajo la mano de Israel. Y la tierra tuvo descanso durante ochenta años.

Entonces el rey dijo a Doeg: ``Vuélvete y ataca a los sacerdotes." Y Doeg el Edomita, se volvió y atacó a los sacerdotes, y mató aquel día a ochenta y cinco hombres que vestían el efod de lino.

Barzilai era muy anciano, de ochenta años, y había dado provisiones al rey mientras {éste} permanecía en Mahanaim, porque era hombre muy poderoso.

"Ahora tengo ochenta años. ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede su siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras? ¿Por qué, pues, ha de ser su siervo otra carga más para mi señor el rey?

Y hubo gran hambre en Samaria. La sitiaron de tal modo que la cabeza de un asno se vendía por ochenta {siclos} (912 gramos) de plata, y medio litro de estiércol de paloma por cinco {siclos} de plata.

Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: ``El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él."

Entonces el sacerdote Azarías entró tras él, y con él ochenta sacerdotes del SEÑOR, hombres valientes,

de los hijos de Sefatías, Zebadías, hijo de Micael, y con él ochenta varones;

Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de {mayor} vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es {sólo} trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos.

Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas, Y las doncellas, sin número;

ochenta hombres vinieron de Siquem, de Silo y de Samaria, con las barbas rapadas, las vestiduras rasgadas y cubiertos de incisiones, y {con} ofrendas de cereal e incienso en sus manos, para llevar{los} a la casa del SEÑOR.