25 casos

'Oí' en la Biblia

Después de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que , era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que es necesario que sean hechas después de éstas.

Y miré, y la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los animales, y de los ancianos; y la multitud de ellos era millones y millones,

Y a toda criatura que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y que está sobre el mar, y todas las cosas que están en él, diciendo: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea alabanza, honra, y gloria, y potencia, para siempre jamás.

Y miré cuando el Cordero hubo abierto el primer sello, y al primero de los cuatro animales diciendo como con una voz de trueno: Ven y ve.

Y cuando él hubo abierto el tercer sello, al tercer animal, que decía: Ven y ve. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que estaba sentado encima de él, tenía un yugo en su mano.

Y una voz en medio de los cuatro animales, que decía: Un cheniz de trigo por un denario, y tres chenizes de cebada por un denario; y no hagas daño al vino, ni al aceite.

Y cuando él hubo abierto el cuarto sello, la voz del cuarto animal, que decía: Ven y ve.

Y el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel.

Y miré, y un ángel volar por medio del cielo, diciendo a alta voz: ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡De los que moran en la tierra, por causa de las otras voces de trompeta de los tres ángeles que han de tocar sus trompetas!

Y el sexto ángel tocó la trompeta; y una voz de los cuatro cuernos del altar de oro, el cual está delante de los ojos de Dios;

Y cuando los siete truenos hubieron hablado sus voces, yo iba a escribir, y una voz del cielo, que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han hablado, y no las escribas.

Y una voz del cielo que hablaba otra vez conmigo, y me decía: Anda ve, y toma el libro abierto en la mano del ángel que está sobre el mar y sobre la tierra.

Y una voz del cielo como ruido de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y una voz de tañedores de arpas que tañían con sus arpas.

Y al ángel de las aguas, que decía: Señor, tú eres justo, que eres y que eras el Santo, porque has juzgado estas cosas;

Y a otro del altar, que decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos.

Y una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo será con ellos y será su Dios.

Sagradas Escrituras (1569)