'Propio' en la Biblia
Entonces se acercó Aarón al altar; y degolló el becerro de su propio pecado.
Y hará llegar Aarón el novillo de su propio pecado, y hará la reconciliación por sí y por su casa, y degollará el novillo de su pecado.
Y dijo Moisés: En esto conoceréis que el SEÑOR me ha enviado para que hiciera todas estas cosas; y que no las hice de mi propio corazón.
He aquí ha tenido parto de iniquidad; concibió de su propio trabajo, y dio a luz mentira.
Bebe el agua de tu propia cisterna, y las corrientes de tu propio pozo.
Conozco, oh SEÑOR, que el hombre no es señor de su propio camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos.
Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra del SEÑOR.
Así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu, y nada vieron!
Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro a las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas,
¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y la viga que está en tu propio ojo no consideras?
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a aquel recibiréis.
Y disertando él de la justicia, y del dominio propio, y del juicio venidero, espantado Félix, respondió: Ahora vete, mas cuando tenga oportunidad te llamaré.
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: Que el mal me es propio.
El que aun a su propio Hijo no escatimó, antes lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre hiciere, fuera del cuerpo está; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
La mujer no tiene potestad de su propio cuerpo, sino el marido; e igualmente tampoco el marido tiene potestad de su propio cuerpo, sino la mujer.
Quisiera más bien que todos los hombres fueran como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, y otro así.
y los que usan de este mundo, como los que no lo usan como si fuera propio; porque la apariencia de este mundo se pasa.
Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.
como también yo en todas las cosas complazco a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
mas Dios le da el cuerpo como quiso, y a cada simiente su propio cuerpo.
Porque todos buscan lo que es suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.
Dijo uno de ellos, su propio profeta: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.
Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.
estando cierto que el tal es trastornado, y peca, siendo condenado de su propio juicio.