'Puedo' en la Biblia
Y él le dijo: Oh Señor DIOS, ¿cómo puedo saber que la poseeré?
Ahora he aquí, tu siervo ha hallado gracia ante tus ojos, y has engrandecido tu misericordia la cual me has mostrado salvándome la vida; mas no puedo escapar al monte, no sea que el desastre me alcance, y muera.
Date prisa, escapa allá, porque nada puedo hacer hasta que llegues allí. Por eso el nombre que se le puso a la ciudad fue Zoar.
Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío. ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz?
Entonces Israel dijo a José: Ahora ya puedo morir, después que he visto tu rostro y {sé} que todavía vives.
Yo solo no puedo llevar a todo este pueblo, porque es mucha carga para mí.
Mira, he recibido {orden} de bendecir; si El ha bendecido, yo no lo puedo anular.
Y en aquel tiempo os hablé, diciendo: ``Yo solo no puedo llevar {la carga} de {todos} vosotros.
`` ¿Cómo puedo yo solo llevar el peso y la carga de vosotros y vuestros litigios?
y les dijo: Hoy tengo ciento veinte años; ya no puedo ir ni venir, y el SEÑOR me ha dicho: ``No pasarás este Jordán."
¿Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda ante sus enemigos?
Y cuando la vio, él rasgó sus ropas y dijo: ¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen; porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar.
Y el pariente más cercano respondió: No puedo redimir{la} para mí mismo, no sea que perjudique mi heredad. Redíme{la} para ti; {usa} tú mi derecho de redención, pues yo no puedo redimir{la.}
Y Samuel respondió: ¿Cómo puedo ir? Cuando Saúl {lo} sepa, me matará. Y el SEÑOR dijo: Toma contigo una novilla y di: ``He venido a ofrecer sacrificio al SEÑOR."
David se ciñó la espada sobre sus ropas militares y trató de caminar, pues no se {las} había probado {antes.} Entonces David dijo a Saúl: No puedo caminar con esto, pues no tengo experiencia con {ellas.} David se las quitó,
Tengo ahora ochenta años. ¿Puedo distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Puede tu siervo saborear lo que come o bebe? ¿Puede oír aún la voz de los cantores o de las cantoras? ¿Por qué, pues, ha de ser tu siervo otra carga más para mi señor el rey?
Y él respondió: No puedo volver contigo ni ir contigo; tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar.
Entonces él respondió a los mensajeros de Ben-adad: Decid a mi señor el rey: ``Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero esto {otro} no lo puedo hacer." Se fueron los mensajeros y le llevaron la respuesta.
Y Eliseo le dijo: ¿Qué puedo hacer por ti? Dime qué tienes en casa. Y ella respondió: Tu sierva no tiene en casa más que una vasija de aceite.
Y él le dijo {a Giezi:} Dile ahora: ``He aquí, te has preocupado por nosotros con todo este cuidado; ¿qué puedo hacer por ti? ¿Quieres que hable por ti al rey o al jefe del ejército?" Y ella respondió: Yo vivo en medio de mi pueblo.
David tuvo temor a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo puedo traer a mí el arca de Dios?
Y les envié mensajeros, diciendo: Yo estoy haciendo una gran obra y no puedo descender. ¿Por qué ha de detenerse la obra mientras la dejo y desciendo a vosotros?
¿Cómo puedo yo responderle, {y} escoger mis palabras delante de El?
El ha amurallado mi camino y no puedo pasar, y ha puesto tinieblas en mis sendas.
He aquí, me adelanto, y El no está {allí,} retrocedo, pero no le puedo percibir;
Por dentro me hierven las entrañas, y no puedo descansar; me vienen al encuentro días de aflicción.
Porque el castigo de Dios es terror para mí, y ante su majestad nada puedo {hacer.}
He aquí, yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca.
Puedo contar todos mis huesos. Ellos me miran, me observan;
porque me rodean males sin número; mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y el corazón me falla.
Has mantenido {abiertos} mis párpados; estoy tan turbado que no puedo hablar.
Has alejado de mí mis amistades, me has hecho objeto de repugnancia para ellos; encerrado estoy y no puedo salir.
No puedo dormir; soy cual pájaro solitario sobre un tejado.
{Tal} conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es {muy} elevado, no lo puedo alcanzar.
Y toda la visión será para vosotros como las palabras de un libro sellado, que cuando se le da al que sabe leer, diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No puedo, porque está sellado.
Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos: He aquí, los refinaré y los probaré, porque ¿qué {más} puedo hacer con la hija de mi pueblo?
¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que {hace} este alfarero? --declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
En un momento yo puedo hablar contra una nación o contra un reino, de arrancar, de derribar y de destruir;
Y de pronto puedo hablar acerca de una nación o de un reino, de edificar y de plantar;
Pero si digo: No le recordaré ni hablaré más en su nombre, esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente encerrado en mis huesos; hago esfuerzos por contener{lo}, y no puedo.
Y Jeremías dio órdenes a Baruc diciendo: Estoy detenido; no puedo entrar en la casa del SEÑOR.
Atado ha sido el yugo de mis transgresiones, por su mano han sido entrelazadas, han caído sobre mi cuello. El ha hecho que me falten las fuerzas; el Señor me ha entregado en manos {contra las cuales} no puedo resistir.
Con muro me ha cercado y no puedo salir, ha hecho pesadas mis cadenas.
¿Puedo justificar balanzas falsas y bolsa de pesas engañosas?
Y después de haber entrado en la casa, se acercaron a El los ciegos, y Jesús les dijo*: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos le respondieron*: Sí, Señor.
¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
que dijeron: Este declaró: ``Yo puedo destruir el templo de Dios y en tres días reedificarlo."
y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: ``No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte {nada.}"
También otro dijo: ``Me he casado, y por eso no puedo ir."
Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Pedro le dijo*: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti!
Hermanos, del patriarca David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
Cuando estaban para meter a Pablo en el cuartel, dijo al comandante: ¿Puedo decirte algo? Y él dijo*: ¿Sabes griego?
si en alguna manera puedo causar celos a mis compatriotas y salvar a algunos de ellos.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.