'Pusieron' en la Biblia
Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre los hombros de ambos, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre teniendo vueltos los rostros, para que no vieran la desnudez de su padre.
Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas en la misericordia del SEÑOR que era sobre él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.
Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.
Pero he aquí, sucedió que cuando él retiró su mano, su hermano salió. Entonces ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso le pusieron por nombre Fares.
Después salió su hermano que tenía el {hilo} escarlata en la mano; y le pusieron por nombre Zara.
Y ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y se fueron de allí.
Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los egipcios que con él comían; porque los egipcios no pueden comer pan con los hebreos, lo cual es abominación a los egipcios.
Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron y lo pusieron en un ataúd en Egipto.
Entonces pusieron sobre él comisarios de tributos que los molestaran con sus cargas; y edificaron al Faraón las ciudades de almacenaje: Pitón y Ramesés.
Y tomaron del hollín del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino una sarna que echaba vejigas, así en los hombres como en las bestias.
Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara.
Y las manos de Moisés estaban pesadas; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro del otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol.
Y Moisés sacó del campamento al pueblo a recibir a Dios; y se pusieron a lo bajo del monte.
Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.
Hicieron asimismo los dos engastes y los dos anillos, de oro; y pusieron los dos anillos de oro en los dos extremos del pectoral.
Y pusieron las dos trenzas de oro en aquellos dos anillos en los extremos del pectoral.
Y fijaron los dos extremos de las dos trenzas en los dos engastes, que pusieron sobre las hombreras del efod, en la parte delantera de él.
E hicieron dos anillos de oro, que pusieron en los dos extremos del pectoral, en su orilla, en la parte baja del efod.
Hicieron además dos anillos de oro, los cuales pusieron en las dos orillas del efod, abajo en la parte delantera, delante de su juntura, sobre el cinto especial del efod.
Hicieron también las campanillas de oro puro, las campanillas las pusieron entre las granadas por las orillas del manto alrededor entre las granadas:
Y pusieron en ella un cordón de cárdeno, para colocarla sobre la mitra, por arriba; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.
Hizo luego traer el novillo del pecado, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del novillo del pecado,
Después hizo que trajeran el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;
Después hizo que trajeran el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero;
Y llevaron lo que mandó Moisés delante del tabernáculo del testimonio, y vino toda la congregación, y se pusieron delante del SEÑOR.
y pusieron los sebos sobre los pechos, y él quemó los sebos sobre el altar.
Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante del SEÑOR fuego extraño, que él nunca les mandó.
Y lo pusieron en la cárcel, hasta que se les aclarara la palabra del SEÑOR.
Luego se pusieron en marcha los coatitas llevando los {objetos} sagrados; y el tabernáculo fue erigido antes de que ellos llegaran.
y lo pusieron bajo guarda, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.
Y tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, y pusieron también en ellos sahumerio, y se pusieron a la puerta del tabernáculo del testimonio con Moisés y Aarón.
Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán, y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos, y sus chiquitos.
Nebo, Baal-meón, (mudados los nombres), y a Sibma, y pusieron nombres a las ciudades que edificaron.
y los egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
Y los jóvenes espías entraron, y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos, y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera en el campamento de Israel.
Y quemaron a fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el tesoro de la casa del SEÑOR el oro, la plata, y los vasos de bronce y de hierro.
Y tomándolo de en medio de la tienda, lo trajeron a Josué y a todos los hijos de Israel, y lo pusieron delante del SEÑOR.
Entonces Josué los envió; y ellos se fueron a la emboscada, y se pusieron entre Bet-el y Hai, al occidente de Hai; y Josué se quedó aquella noche en medio del pueblo.
Y cuando los israelitas acabaron de matar a todos los moradores de Hai en el campo, en el desierto, donde ellos los habían perseguido, y que todos habían caído a filo de espada hasta ser consumidos, todos los israelitas volvieron a Hai, y también la pusieron a espada.
a una se reunieron y se pusieron de acuerdo para pelear contra Josué y contra Israel.
Y cuando sacaron estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de los hombres de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.
Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitaran de los maderos, y los echaran en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, hasta hoy.
De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y pusieron campamento contra ella, y la combatieron;
E hirieron a espada todo cuanto en ella había vivo, destruyendo y no dejando cosa que respirara; y a Hazor pusieron a fuego.
Pero cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, pusieron a tributo al cananeo, mas no lo echaron.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad pusieron por nombre al altar Ed; porque es testimonio entre nosotros que el SEÑOR es Dios.
Y fue Judá a su hermano Simeón, e hirieron al cananeo que habitaba en Sefat, y la asolaron; y pusieron por nombre a la ciudad, Horma.
Y los de la casa de José pusieron espías en Bet-el. (La ciudad antes se llamaba Luz.)
Y aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a fornicar en pos de los baales, y se pusieron por dios a Baal-berit.
Y los señores de Siquem le pusieron asechadores en las cumbres de los montes, los cuales robaban a todos los que pasaban junto a ellos por el camino; de esto fue dado aviso a Abimelec.
Y Gaal, hijo de Ebed, vino con sus parientes, y pasaron a Siquem; y los habitantes de Siquem pusieron su confianza en él.
Levantándose, pues, de noche Abimelec y todo el pueblo que con él estaba, pusieron emboscada contra Siquem con cuatro compañías.
Y así todo el pueblo cortó también cada uno su rama, y siguieron a Abimelec, y las pusieron junto a la fortaleza, y prendieron fuego con ellas a la fortaleza; de manera que todos los de la torre de Siquem murieron, como unos mil hombres y mujeres.
Y los filisteos subieron y pusieron campamento en Judá, y se tendieron por Lehi.
Y fue dicho a los de Gaza: Sansón es venido acá. Y lo cercaron, y le pusieron espías toda aquella noche a la puerta de la ciudad; y estuvieron callados toda aquella noche, diciendo: Hasta la luz de la mañana; entonces le mataremos.
Los filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos; y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión.
Y aconteció que, cuando el corazón de ellos estuvo alegre, dijeron: Llamad a Sansón, para que nos haga reír. Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de diversión delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas.
Y los seiscientos hombres armados con sus armas de guerra, que {eran} de los hijos de Dan, se pusieron a la entrada de la puerta.
Y ellos tornaron y se fueron; y pusieron los niños, y el ganado y el bagaje, delante de sí.
Le pusieron el nombre de Dan a la ciudad, según el nombre de Dan su padre, que le nació a Israel; pero el nombre de la ciudad anteriormente era Lais.
Levantándose, pues, de mañana los hijos de Israel, pusieron campamento contra Gabaa.
Y los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá.
Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día.
Los hijos de Israel subieron contra los hijos de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden de batalla contra Guibeá como las otras veces.
Entonces, levantándose todos los de Israel de su lugar, se pusieron en orden en Baal-tamar; y también las emboscadas de Israel salieron de su lugar, del prado de Gabaa.
Y los varones de Israel volvieron contra los hijos de Benjamín, y los pasaron a espada, a hombres y bestias en la ciudad, y todo lo que fue hallado; asimismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban.
Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá.
Y las vecinas le pusieron nombre diciendo: a Noemí ha nacido un hijo; y le llamaron Obed. Este es padre de Jessé, padre de David.
Los filisteos se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a Israel. Entablado el combate, Israel fue derrotado delante de los filisteos, quienes mataron como a cuatro mil hombres en el campo de batalla.
Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón.
A la mañana siguiente, cuando los de Asdod se levantaron temprano, he aquí que Dagón había caído rostro en tierra delante del arca del SEÑOR. Y tomaron a Dagón y lo pusieron otra vez en su lugar.
Luego pusieron el arca del SEÑOR sobre el carro, y la caja con los ratones de oro y con las formas de sus hemorroides.
Y los levitas bajaron el arca del SEÑOR, y la caja que estaba junto a ella, en la cual estaban las alhajas de oro, y las pusieron sobre aquella gran piedra; y los varones de Bet-semes sacrificaron holocaustos y mataron víctimas al SEÑOR en aquel día.
y ratones de oro conforme al número de todas las ciudades de los filisteos pertenecientes a los cinco cardinales, en rescate por los de las ciudades fuertes y por los moradores de los campos, hasta la gran piedra sobre la cual pusieron el arca del SEÑOR. Tienen esto en memoria en el campo de Josué, bet-semita hasta hoy.
Y Saúl y los hombres de Israel se reunieron y acamparon en el valle de Ela, y se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a los filisteos.
E Israel y los filisteos se pusieron en orden de batalla, ejército contra ejército.
Se volvió, por tanto, Saúl de perseguir a David, y partió contra los filisteos. Por esta causa pusieron a aquel lugar por nombre Sela-hama-lecot (peña de las divisiones).
Y pusieron sus armas en la casa de Astarot, y colgaron su cuerpo en el muro de Bet-sán.
Y pusieron el arca de Dios sobre un carro nuevo, y la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en Gabaa; y Uza y Ahío, hijos de Abinadab, guiaban el carro nuevo.
Metieron, pues, el arca del SEÑOR, y la pusieron en su lugar en medio de una tienda que David le había tendido; y sacrificó David holocaustos y pacíficos delante del SEÑOR.
Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los arameos de Soba y de Rehob y los {hombres} de Is-tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.
Y fue dado aviso a David, y juntó a todo Israel, y pasando el Jordán vino a Helam; y los Sirios se pusieron en orden contra David, y pelearon con él.
Y aconteció a la vuelta de un año, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab, y a sus siervos con él, y a todo Israel; y destruyeron a los amonitas, y pusieron cerco a Rabá; mas David se quedó en Jerusalén.
Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, mas él no quiso, y no comió pan con ellos.
Entonces David se levantó de tierra, y se lavó y se ungió, y mudó sus ropas, y entró a la Casa del SEÑOR, y adoró. Y después vino a su casa, y demandó, y le pusieron pan, y comió.
Entonces pusieron una tienda a Absalón sobre el terrado, y entró Absalón a las concubinas de su padre, en ojos de todo Israel.
Y vinieron y lo cercaron en Abel de Bet-maaca, y pusieron baluarte contra la ciudad; y el pueblo se puso al muro; y todo el pueblo que estaba con Joab trabajaba para derribar la muralla.
En el cuarto año, en el mes de Zif, se pusieron los cimientos de la Casa del SEÑOR.
Y sucedió que pasado el mediodía, se pusieron a gritar frenéticamente hasta la hora de ofrecerse el sacrificio {de la tarde}; pero no hubo voz, ni nadie respondió ni nadie hizo caso.
Y cuando él oyó esta palabra, estando bebiendo con los reyes en las tiendas, dijo a sus siervos: Poned. Y ellos se pusieron contra la ciudad.
Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: Tu siervo Ben-adad dice: ``Te ruego que me perdones la vida." Y él dijo: ¿Vive todavía? Es mi hermano.
Y todos los de Moab, cuando oyeron que los reyes subían a pelear contra ellos, se juntaron desde todos los que ceñían talabarte arriba, y se pusieron en la frontera.
En su tiempo se rebeló Edom de debajo de la mano de Judá, y pusieron rey sobre sí.
Y cuando las letras llegaron a ellos, tomaron a los hijos del rey, y degollaron setenta varones, y pusieron sus cabezas en canastillos, y se las enviaron a Jezreel.
Y le dijo: Ven conmigo, y verás mi celo por el SEÑOR. Lo pusieron, pues, en su carro.
Y los de la guardia se pusieron de pie, teniendo cada uno sus armas en sus manos, desde el lado derecho de la Casa hasta el lado izquierdo, junto al altar y el templo, cerca del rey alrededor.
Mas cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.
y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y así los destruyeron.
Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó.
Y sus siervos lo pusieron en un carro, y lo trajeron muerto de Meguido a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro. Entonces el pueblo de la tierra tomó a Joacaz hijo de Josías, y lo ungieron y lo pusieron por rey en lugar de su padre.
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