'Sino' en la Biblia
Que no tomó a los ángeles, sino a la simiente de Abraham.
¿Y a cuáles juró que no entrarían en su Reposo, sino a aquellos que no obedecieron?
Y no hay cosa creada oculta a su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como {nosotros}, {pero} sin pecado.
Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.
Así también el Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy:
que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.
el cual no es hecho conforme a la ley del mandamiento carnal, sino por virtud de vida indisoluble;
porque nada perfeccionó la ley, sino la introducción de una mejor esperanza (por la cual nos acercamos a Dios.)
sino en viandas y en bebidas, y en diversos lavamientos, y ordenanzas de la carne impuestas hasta el tiempo de la corrección.
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre entró una sola vez en el Santuario diseñado para eterna redención.
Por lo cual no entró Jesús en el santuario hecho de mano, (que es figura del verdadero,) sino en el mismo cielo para presentarse ahora por nosotros en la presencia de Dios.
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos {unos a otros}, y mucho más al ver que el día se acerca.
sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.
En fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas; sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y abrazándolas; y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.
Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.
y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la {pierna} coja no se descoyunte, sino que se sane.
sino que os habéis acercado al monte de Sión, y a la ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a una compañía innumerable de ángeles,
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Porque no tenemos aquí una ciudad permanente, sino que buscamos {la} que está por venir.
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