'Teme' en la Biblia
Ahora, pues, haz pregonar, que lo oiga el pueblo, diciendo: El que teme y se estremece, madrugue y vuélvase desde el monte de Galaad. Y se volvieron de los del pueblo veintidós mil; y quedaron diez mil.
Y acontecerá que, luego que yo me haya ido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa; y cuando yo venga y dé las nuevas a Acab, y él no te halle, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.
Y respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Teme Job a Dios de balde?
¿Te castigará acaso, o vendrá contigo a juicio porque te teme?
Por lo cual teme que en su ira no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate.
Hace burla del espanto, y no teme, ni vuelve el rostro delante de la espada.
¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger.
«Aleluya» Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.
«Cántico gradual» Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
He aquí que así será bendito el hombre que teme a Jehová.
No seas sabio en tu propia opinión: Teme a Jehová, y apártate del mal;
Lo que el impío teme, eso le vendrá; mas a los justos les será dado lo que desean.
El que menosprecia la palabra, perecerá por ello; mas el que teme el mandamiento, será recompensado.
El que camina en su rectitud teme a Jehová; mas el que es perverso en sus caminos lo menosprecia.
El sabio teme y se aparta del mal: Mas el necio se muestra arrogante y confiado.
Teme a Jehová, hijo mío, y al rey; no te entremetas con los que son inestables;
Bienaventurado el hombre que siempre teme; mas el que endurece su corazón, caerá en mal.
Engañosa es la gracia, y vana la hermosura: La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
Bueno es que tomes esto, y también de esto otro no apartes tu mano; porque el que teme a Dios, saldrá con todo.
Pero no le irá bien al impío, ni le serán prolongados sus días, que son como sombra; por cuanto no teme ante la presencia de Dios.
Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso acontece al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como el bueno, así el que peca; el que jura, como el que teme el juramento.
El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.
sino que en toda nación, del que le teme y hace justicia, Él se agrada.
Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te enaltezcas, antes teme.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.
En el amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo. Y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.