'Ungüento' en la Biblia
Y harás de ello el aceite de la santa unción, superior ungüento, según el arte del perfumista, el cual será el aceite de la unción santa.
Cualquiera que preparare ungüento semejante, y que pusiere de él sobre un extraño, será cortado de su pueblo.
Hace hervir como una olla el profundo mar, y lo torna como una olla de ungüento.
El ungüento y el perfume alegran el corazón; y el amigo al hombre con el cordial consejo.
Mejor es la buena fama que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
En todo tiempo sean blancas tus vestiduras, y nunca falte ungüento sobre tu cabeza.
Por el olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es ungüento derramado, por eso las doncellas te aman.
Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta el mismo infierno.
No comí pan delicado, ni entró carne ni vino en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron tres semanas.
vino a Él una mujer, trayendo un frasco de alabastro de ungüento de mucho precio, y lo derramó sobre la cabeza de Él, estando Él sentado a la mesa.
Porque este ungüento podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.
Porque derramando este ungüento sobre mi cuerpo, para mi sepultura lo ha hecho.
Y estando Él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado Él a la mesa, vino una mujer trayendo un frasco de alabastro de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y quebrando el frasco de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
Y hubo algunos que se indignaron dentro de sí, y dijeron: ¿Por qué se ha hecho este desperdicio de ungüento?
Y he aquí, una mujer de la ciudad que era pecadora, cuando supo que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con ungüento,
No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta, ha ungido con ungüento mis pies.
(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, era la que ungió al Señor con ungüento, y enjugó sus pies con sus cabellos.)
Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó de la fragancia del ungüento.
¿Por qué no fue este ungüento vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres?