'Al' en la Biblia
Después de la muerte de Josué, los Israelitas consultaron al SEÑOR, diciendo: `` ¿Quién de nosotros subirá primero contra los Cananeos para pelear contra ellos?"
Entonces Judá dijo a su hermano Simeón: ``Sube conmigo al territorio que me ha tocado, para que peleemos contra los Cananeos. Yo también iré contigo al territorio que te ha tocado." Y Simeón fue con él.
Entonces Caleb dijo: ``Al que ataque a Quiriat Séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer."
Los descendientes del Quenita, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá, al desierto de Judá que está al sur de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
El les mostró la entrada de la ciudad, e hirieron la ciudad a filo de espada, pero dejaron ir al hombre y a toda su familia.
Entonces los Amorreos forzaron a los hijos de Dan hacia la región montañosa, y no los dejaron descender al valle.
Y llamaron a aquel lugar Boquim (Llorones). Y allí ofrecieron sacrificio al SEÑOR.
Después que Josué despidió al pueblo, los Israelitas fueron cada uno a su heredad para tomar posesión de la tierra.
El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel.
Y lo sepultaron en el territorio de su heredad, en Timnat Sera, en la región montañosa de Efraín, al norte del Monte Gaas.
También toda aquella generación fue reunida a sus padres. Y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que El había hecho por Israel.
Abandonaron al SEÑOR, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de {entre} los dioses de los pueblos que {estaban} a su derredor; se postraron ante ellos y provocaron a ira al SEÑOR.
Dejaron al SEÑOR y sirvieron a Baal y a Astarot.
Los Israelitas hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y olvidaron al SEÑOR su Dios, y sirvieron a los Baales y a las imágenes de Asera (deidad femenina).
Cuando los Israelitas clamaron al SEÑOR, el SEÑOR levantó un libertador a los Israelitas para que los librara, a Otoniel, hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb.
Pero los Israelitas clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, el Benjamita, el cual era zurdo. Y los Israelitas enviaron tributo con él a Eglón, rey de Moab.
Entonces salió Aod al corredor, cerró tras sí las puertas de la sala de la terraza y {les} pasó el cerrojo.
Cuando llegó, tocó la trompeta en la región montañosa de Efraín; y los Israelitas descendieron con él de la región montañosa, {estando} él al frente de ellos.
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR, porque Jabín tenía 900 carros de hierro y había oprimido duramente a los Israelitas durante veinte años.
Ella mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ``Esto ha ordenado el SEÑOR, Dios de Israel: `Ve, marcha al Monte Tabor y lleva contigo a 10,000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón.
Avisaron a Sísara que Barac, hijo de Abinoam, había subido al Monte Tabor.
Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: ``Venga, señor mío, venga a mí; no tema." Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta.
Y cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: ``Ven, y te mostraré al hombre que buscas." Y él entró con ella, y vio que Sísara estaba tendido, muerto con la estaca en la sien.
`` ¡Por haberse puesto al frente los jefes en Israel, Por haberse ofrecido el pueblo voluntariamente, Bendigan al SEÑOR!
¡Oigan, reyes; presten oído, príncipes! Yo al SEÑOR, yo cantaré, Cantaré alabanzas al SEÑOR, Dios de Israel.
Mi corazón está con los jefes de Israel, Los voluntarios entre el pueblo. ¡Bendigan al SEÑOR!
Al sonido de los que dividen las {manadas} entre los abrevaderos, Allí repetirán los actos de justicia del SEÑOR, Los actos de justicia para con Sus campesinos en Israel. Entonces el pueblo del SEÑOR descendió a las puertas.
Los príncipes de Isacar {estaban} con Débora; Como {estaba} Isacar, así {estaba} Barac. Al valle se apresuraron pisándole los talones. Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes resoluciones de corazón.
Galaad se quedó al otro lado del Jordán. ¿Y por qué se quedó Dan en {las} naves? Aser se sentó a la orilla del mar, Y se quedó junto a sus puertos.
Así fue empobrecido Israel en gran manera por causa de Madián, y los Israelitas clamaron al SEÑOR.
Cuando los Israelitas clamaron al SEÑOR a causa de Madián,
Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura con un efa de harina (22 litros). Puso la carne en una cesta y el caldo en un caldero, y {los} llevó y {se los} presentó al ángel debajo de la encina.
Al ver Gedeón que era el ángel del SEÑOR, dijo: `` ¡Ay de mí, Señor DIOS! Porque ahora he visto al ángel del SEÑOR cara a cara."
Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de Abiezer hasta hoy.
"Edifica después, en debida forma, un altar al SEÑOR tu Dios sobre la cumbre de este peñasco. Toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado."
Jerobaal, es decir Gedeón, se levanto temprano y todo el pueblo que {estaba} con él, y acamparon junto a la fuente de Harod. El campamento de Madián estaba al norte de ellos, {cerca} de la colina de More, en el valle.
Entonces el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Todavía el pueblo es demasiado numeroso. Hazlos bajar al agua y allí te los probaré. Y será que de quien Yo te diga: `Este irá contigo,' ése irá contigo. Pero todo aquél de quien Yo te diga: `Este no irá contigo,' ése no irá."
E hizo bajar el pueblo al agua. Y el SEÑOR dijo a Gedeón: ``Pondrás a un lado a todo aquél que lame el agua con su lengua, como lame el perro, y a todo el que se arrodilla para beber."
"Pero si tienes temor de descender, baja al campamento con tu criado Fura,
Cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, se inclinó y adoró. Volvió al campamento de Israel, y dijo: ``Levántense, porque el SEÑOR ha entregado en manos de ustedes el campamento de Madián."
Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Entonces los hombres de Efraín le dijeron: `` ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián?" Y lo criticaron duramente.
Gedeón y los 300 hombres que {iban} con él llegaron al Jordán {y} lo cruzaron, cansados, pero continuando la persecución.
Gedeón subió por el camino de los que habitaban en tiendas al este de Noba y Jogbeha, y atacó el campamento cuando el campamento estaba desprevenido.
Entonces Zeba y Zalmuna dijeron: ``Levántate tú y cae sobre nosotros; porque como es el hombre, así es su fortaleza (valentía)." Y se levantó Gedeón y mató a Zeba y a Zalmuna, y tomó los adornos de media luna que sus camellos llevaban al cuello.
El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de 1,700 {siclos} (19.4 kilos) de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que {llevaban} los reyes de Madián y sin contar los collares que {llevaban} sus camellos al cuello.
Al morir Gedeón, los Israelitas volvieron a prostituirse con los baales e hicieron a Baal Berit su dios.
"Una vez los árboles fueron a ungir un rey sobre ellos, y dijeron al olivo: `Reina sobre nosotros.'
``Ahora pues, si ustedes han procedido con verdad e integridad al hacer rey a Abimelec, y si han procedido bien con Jerobaal y su casa, y si han procedido con él como él merecía
Y salieron al campo y vendimiaron sus viñedos, pisaron las uvas e hicieron fiesta. Y entrando a la casa de su dios, comieron y bebieron y maldijeron a Abimelec.
Al ver Gaal a la gente, dijo a Zebul: ``Mira, viene gente bajando de las cumbres de los montes." ``Estás viendo la sombra de los montes como {si fueran} hombres," le dijo Zebul.
Al día siguiente el pueblo salió al campo, y se lo hicieron saber a Abimelec.
Y él tomó a su gente, la dividió en tres compañías y puso emboscadas en el campo. Cuando miró y vio al pueblo salir de la ciudad, se levantó contra ellos y los mató.
Al oír {esto} todos los habitantes de la torre de Siquem, se metieron en la fortaleza del templo de El Berit.
Abimelec subió entonces al Monte Salmón, él y toda la gente que {estaba} con él; y tomando Abimelec un hacha en su mano, cortó una rama de los árboles, la levantó y {la} puso sobre su hombro. Y dijo a la gente que {estaba} con él: ``Lo que me han visto hacer, apresúrense {y} hagan lo mismo."
Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre.
Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: ``Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: `Una mujer lo mató.'" Y el muchacho lo traspasó, y murió.
Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos.
Pero los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Sirvieron a los Baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los Amonitas y a los dioses de los Filisteos. Abandonaron, pues, al SEÑOR y no le sirvieron.
Y ellos afligieron y quebrantaron a los Israelitas ese año. Y por dieciocho años {oprimieron} a todos los Israelitas que {estaban} al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los Amorreos.
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR: ``Hemos pecado contra Ti, porque ciertamente hemos abandonado a nuestro Dios y hemos servido a los Baales."
Los Israelitas respondieron al SEÑOR: ``Hemos pecado, haz con nosotros como bien te parezca. Sólo te rogamos que nos libres en este día."
Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al SEÑOR. Y El no pudo soportar más la angustia de Israel.
Y envió Jefté mensajeros al rey de los Amonitas para que le dijeran: `` ¿Qué hay entre usted y yo, que ha venido a mí para pelear contra mi tierra?"
Pero Jefté volvió a enviar mensajeros al rey de los Amonitas,
entonces Israel envió mensajeros al rey de Edom diciéndole: ``Permítanos, le rogamos, pasar por su tierra," pero el rey de Edom no los escuchó. También enviaron {mensajeros} al rey de Moab pero él no consintió, así que Israel permaneció en Cades.
~`Luego atravesaron el desierto y rodearon la tierra de Edom y de Moab, llegaron al lado oriental de la tierra de Moab y acamparon al otro lado del Arnón; pero no entraron en el territorio de Moab, porque el Arnón {era} la frontera de Moab.
~`Por tanto, yo no he pecado contra usted, pero usted me está haciendo mal al hacer guerra contra mí. Que el SEÑOR, el Juez, juzgue hoy entre los Israelitas y los Amonitas.'"
Pero el rey de los Amonitas no hizo caso al mensaje que Jefté le envió.
Y Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: ``Si en verdad entregas en mis manos a los Amonitas,
Al verla, él rasgó sus ropas y dijo: `` ¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen. Porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar."
Entonces ella le dijo: ``Padre mío, has dado tu palabra al SEÑOR. Haz conmigo conforme a lo que has dicho, ya que el SEÑOR te ha vengado de tus enemigos, los Amonitas."
Al cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que cumplió con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre. Y se hizo costumbre en Israel,
Y se apoderaron los Galaaditas de los vados del Jordán al lado opuesto de Efraín. Cuando alguno {de} los fugitivos de Efraín decía: ``Déjenme cruzar," los hombres de Galaad le decían: `` ¿Eres Efrateo?" Si él respondía: ``No,"
Entonces Manoa imploró al SEÑOR, y dijo: ``Te ruego Señor, que el hombre de Dios que Tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer."
Manoa se levantó y siguió a su mujer, y cuando llegó al hombre, le dijo: `` ¿Eres el hombre que habló a la mujer?" ``Yo soy," respondió él.
Entonces Manoa dijo al ángel del SEÑOR: ``Permítenos detenerte y prepararte un cabrito."
Y el ángel del SEÑOR respondió a Manoa: ``Aunque me detengas, no comeré de tu alimento, pero si preparas un holocausto, ofrécelo al SEÑOR." Y Manoa no sabía que era el ángel del SEÑOR.
Y Manoa dijo al ángel del SEÑOR: `` ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumplan tus palabras, te honremos?"
Entonces Manoa tomó el cabrito con la ofrenda de cereal y los ofreció sobre una piedra al SEÑOR, y {el ángel} hizo maravillas mientras que Manoa y su mujer observaban.
Pues sucedió que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del SEÑOR ascendió en la llama del altar. Al ver {esto,} Manoa y su mujer cayeron rostro en tierra.
Al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: ``Persuade a tu marido a que nos declare la adivinanza, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre. Nos han invitado para empobrecernos. ¿No es {así?"}
Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron: `` ¿Qué es más dulce que la miel? ¿Y qué es más fuerte que un león?" Y Sansón les contestó: ``Si no hubieran arado con mi novilla, No habrían descubierto mi adivinanza."
Pero la mujer de Sansón fue {dada} al compañero que había sido su amigo íntimo.
Al llegar él a Lehi, los Filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos.
Al terminar de hablar, arrojó la quijada de su mano, y llamó a aquel lugar Ramat Lehi (Alto de la Quijada).
Después sintió una gran sed, y clamando al SEÑOR, dijo: ``Tú has dado esta gran liberación por mano de Tu siervo, y ahora, ¿moriré yo de sed y caeré en manos de los incircuncisos?"
Y ella tenía {hombres} al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Así que no se descubrió {el secreto de} su fuerza.
Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pues los {hombres} estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
Cuando la gente lo vio, alabaron a su dios, pues decían: ``Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo, Al que asolaba nuestra tierra, Y multiplicaba nuestros muertos."
Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: ``Déjame tocar las columnas sobre las que el edificio descansa, para apoyarme en ellas."
Entonces Sansón invocó al SEÑOR y dijo: ``Señor DIOS, Te ruego que Te acuerdes de mí, y Te suplico que me des fuerzas sólo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los Filisteos por mis dos ojos."
Y dijo Sansón: `` ¡Muera yo con los Filisteos!" Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que {estaba} en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.
Entonces él devolvió las 1,100 {monedas} de plata a su madre, y su madre dijo: ``Yo de corazón dedico la plata de mi mano al SEÑOR por mi hijo, para hacer una imagen tallada y una de fundición; ahora, por tanto, yo te las devuelvo."
Cuando él devolvió la plata a su madre, su madre tomó 200 {monedas} de plata y se las dio al platero que las convirtió en una imagen tallada y una de fundición, las cuales quedaron en casa de Micaía.
Micaía consagró al Levita, y el joven vino a ser su sacerdote, y vivió en la casa de Micaía.
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los Sidonios. Porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los Sidonios, y no tenían relaciones con nadie.
Al regresar a sus hermanos en Zora y Estaol, sus hermanos les dijeron: `` ¿Qué {noticias} tienen?"
Subieron y acamparon en Quiriat Jearim en Judá. Por tanto, llamaron aquel lugar Majané Dan (Campamento de Dan) hasta hoy. Está al occidente de Quiriat Jearim.
Y él respondió: ``Ustedes se han llevado mis dioses que yo hice, también al sacerdote, y se han marchado, ¿y qué me queda? ¿Cómo, pues, me dicen: ` ¿Qué pasa?'"