'Allí' en la Biblia
Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual había venido en grande edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;
Y descendió a Capernaum, ciudad de Galilea, y allí les enseñaba los sábados.
Y aconteció un día, que él estaba enseñando, y los fariseos y doctores de la ley estaban sentados, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, y de Judea y Jerusalén; y la virtud del Señor estaba allí para sanarlos.
Y aconteció también en otro sábado, que él entró en la sinagoga y enseñó; y estaba allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos; y los dejó.
Y en cualquier casa en que entréis, quedad allí, y de allí salid.
Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
Entonces va, y toma otros siete espíritus más malos que él; y entrados, habitan allí; y el postrer estado del tal hombre viene a ser peor que el primero.
Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes;
Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.
Y en este mismo tiempo estaban allí unos que le contaban acerca de los galileos, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios.
Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando viereis a Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el Reino de Dios, y vosotros ser echados fuera.
Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente.
ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el Reino de Dios entre vosotros está.
Y os dirán: Helo aquí, o helo allí. No vayáis, ni los sigáis.
Y corriendo delante, se subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.
Y vio también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos centavos.
Entonces él os mostrará un gran cenáculo aderezado; aparejad allí.
Y cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, le colgaron del madero allí, y a los malhechores, uno en un madero a la derecha, y otro a la izquierda.
Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio sólo los lienzos allí echados; y se fue maravillado entre sí de lo que había sucedido.