'Bestia' en la Biblia
Y os he dado a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra en que hay vida; y toda planta verde les será para comer. Y fue así.
Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán, para que viese cómo les había de llamar; y de la manera que Adán llamó a los animales vivientes, ése es su nombre.
Y puso nombres a toda bestia y ave de los cielos y a todo animal del campo: mas para Adán no se halló ayuda idónea para él.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra, a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho.
Así fue destruido todo ser viviente de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y los que con él estaban en el arca.
Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.
Venid, pues, ahora; matémosle y echémosle en un pozo, y diremos: Alguna mala bestia le devoró; y veremos qué será de sus sueños.
Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia le devoró; José ha sido despedazado.
Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que Jehová hará diferencia entre los egipcios y los israelitas.
Y endureciéndose Faraón en no dejarnos ir, Jehová mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia: y por esta causa yo sacrifico para Jehová todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mis hijos.
Si alguno hiciere pacer campo o viña, y metiere su bestia, y comiere la tierra de otro, de lo mejor de su tierra y de lo mejor de su viña, pagará restitución.
Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, ausente su dueño, deberá pagarla.
Cualquiera que tuviere ayuntamiento con bestia, morirá.
Asimismo la persona que hubiere tocado en cualquiera cosa inmunda, sea cuerpo muerto de bestia inmunda, o cuerpo muerto de animal inmundo, o cuerpo muerto de reptil inmundo, bien que no lo supiere, será inmunda y habrá delinquido:
Y cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto; y mataréis a la bestia.
Y para tu animal, y para la bestia que hubiere en tu tierra, todo el fruto de ella será para comer.
Maldito el que se ayuntare con cualquier clase de bestia. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová a tus padres que te había de dar.
Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.
me levanté de noche, yo y unos cuantos varones conmigo, y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén; ni había bestia conmigo, excepto la cabalgadura en que cabalgaba.
y se olvida de que los pisará el pie, y que los quebrará bestia del campo.
Ciertamente los montes producen hierba para él; y toda bestia del campo retoza allá.
Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados.
Tan torpe era yo, y no entendía; era como una bestia delante de ti.
La estropea el puerco montés, y la devora la bestia del campo.
Él es el que hirió los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta la bestia.
Él da a la bestia su mantenimiento, y a los hijos de los cuervos que claman.
La bestia y todo animal, reptiles y volátiles;
El justo atiende a la vida de su bestia; mas las entrañas de los impíos son crueles.
Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es; como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.
La bestia del campo me honrará, los dragones y los búhos; porque daré aguas en el desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido.
El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte un nombre glorioso.
Por lo cual así dice Jehová el Señor: ¿Cuánto más, si yo enviare contra Jerusalén mis cuatro juicios terribles, espada, y hambre, y mala bestia, y pestilencia, para cortar de ella hombres y bestias?
No pasará por ella pie de hombre, ni pie de bestia pasará por ella; ni será habitada por cuarenta años.
Y ellas fueron dispersadas por falta de pastor; y fueron para ser comidas de toda bestia del campo, y fueron dispersadas.
Y tú, hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Di a todas las aves, y a toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes a mi víctima que sacrifico para vosotros, un sacrificio grande sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beberéis sangre.
Sea mudado su corazón de hombre, y le sea dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos.
Y he aquí otra segunda bestia, semejante a un oso, la cual se puso a un lado, y tenía en su boca tres costillas entre los dientes; y le fue dicho así: Levántate, traga mucha carne.
Después de esto yo miraba, y he aquí otra, semejante a un leopardo, y tenía cuatro alas de ave en sus espaldas: tenía también esta bestia cuatro cabezas; y le fue dado dominio.
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en grande manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muy diferente de todas las bestias que habían sido antes de ella, y tenía diez cuernos.
Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miré hasta que mataron a la bestia, y su cuerpo fue destrozado y entregado para ser quemado en el fuego.
Entonces quise saber la verdad acerca de la cuarta bestia, que tan diferente era de todas las otras, espantosa en gran manera, que tenía dientes de hierro, y sus uñas de bronce, que devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies:
Dijo así: La cuarta bestia será un cuarto reino en la tierra, el cual será diferente de todos los otros reinos, y a toda la tierra devorará, y la hollará, y la despedazará.
Vi que el carnero hería con los cuernos al poniente, al norte, y al sur, y que ninguna bestia podía mantenerse de pie delante de él, ni había quien librara de su mano; y hacía conforme a su voluntad, y se engrandecía.
Porque antes de estos días no había paga para el hombre, ni paga para la bestia, ni había paz alguna para el que entraba ni para el que salía, a causa de la aflicción; y yo puse a todo hombre, cada cual contra su compañero.