'Cuando' en la Biblia
Y aconteció que cuando todos los hombres de guerra se acabaron y perecieron de entre el pueblo,
y cuando te acerques a los hijos de Amón; no los molestes, ni te metas con ellos; pues no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón; porque a los hijos de Lot la he dado por heredad.
El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Reúneme el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra: y las enseñarán a sus hijos;
Cuando hubiereis engendrado hijos y nietos, y hubiereis envejecido en la tierra, y os corrompiereis, e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de Jehová vuestro Dios, para enojarlo;
Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz;
Éstos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos, que Moisés notificó a los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto;
a este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés con los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto:
Y aconteció que cuando oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, os acercasteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos;
Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras, cuando me hablabais; y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado: bien está todo lo que han dicho.
Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:
Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y derechos que Jehová nuestro Dios os ha mandado?
Y tendremos justicia cuando cuidáremos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová nuestro Dios, como Él nos ha mandado.
Cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra en la cual tú has de entrar para poseerla, y hubiere echado de delante de ti muchas naciones, al heteo, al gergeseo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo, siete naciones mayores y más fuertes que tú;
Y cuando Jehová tu Dios las hubiere entregado delante de ti, las herirás; del todo las destruirás; no harás con ellos alianza, ni les tendrás misericordia.
Cuando dijeres en tu corazón: Estas naciones son más grandes que yo, ¿cómo las podré desarraigar?
No discurras en tu corazón cuando Jehová tu Dios los habrá echado de delante de ti, diciendo: Por mi justicia me ha metido Jehová a poseer esta tierra; pues por la impiedad de estas naciones Jehová las echa de delante de ti.
Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua:
Y cuando Jehová os envió desde Cades-barnea, diciendo: Subid y poseed la tierra que yo os he dado; también fuisteis rebeldes al mandato de Jehová vuestro Dios, y no le creísteis, ni obedecisteis a su voz.
y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo hizo que las aguas del Mar Rojo cayeran sobre ellos cuando venían tras vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy;
Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas, cuando estés sentado en tu casa, y cuando andes por el camino; cuando te acuestes, y cuando te levantes.
Y será que, cuando Jehová tu Dios te introdujere en la tierra a la cual vas para poseerla, pondrás la bendición sobre el monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal.
Cuando Jehová tu Dios ensanchare tu término, como Él te ha dicho, y tú dijeres: Comeré carne, porque deseó tu alma comerla, conforme a todo el deseo de tu alma comerás carne.
Cuando estuviere lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios habrá escogido, para poner allí su nombre, matarás de tus vacas y de tus ovejas, que Jehová te hubiere dado, como te he mandado yo, y comerás en tus puertas según todo lo que deseare tu alma.
No comerás de ella; para que te vaya bien a ti, y a tus hijos después de ti, cuando hicieres lo recto en ojos de Jehová.
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hicieres lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
Cuando Jehová tu Dios hubiere destruido delante de ti las naciones a donde tú vas para poseerlas, y las heredares, y habitares en su tierra,
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te diere señal o prodigio,
Cuando te incitare tu hermano, hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la esposa de tu seno, o tu amigo que sea como tu alma, diciendo en secreto: Vamos y sirvamos a dioses ajenos, que ni tú ni tus padres conocisteis,
Cuando oyeres de alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da para que mores en ellas, que se dice:
cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, guardando todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, para hacer lo recto en ojos de Jehová tu Dios.
Y si el camino fuere tan largo que tú no puedas llevarlo por él, por estar lejos de ti el lugar que Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,
Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre:
Sin falta le darás, y no sea tu corazón maligno cuando le dieres: que por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que pusieres mano.
Cuando se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo año le despedirás libre de ti.
Y cuando lo despidieres libre de ti, no lo enviarás vacío:
No te parezca duro cuando de ti le enviares libre; que digno de doble salario de jornalero te sirvió seis años: y Jehová tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres.
La solemnidad de las cabañas harás por siete días, cuando hubieres hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.
Cuando se hallare entre ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre, o mujer, que haya hecho mal en ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto,
Cuando alguna cosa te fuere oculta en juicio entre sangre y sangre, entre causa y causa, y entre llaga y llaga, en negocios de litigio en tus ciudades; entonces te levantarás y recurrirás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;
Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y la poseyeres, y habitares en ella, y dijeres: Pondré rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores;
Y será, cuando se sentare sobre el trono de su reino, que ha de escribir para sí en un libro una copia de esta ley, la cual está delante de los sacerdotes levitas.
Y cuando el levita saliere de alguna de tus ciudades de todo Israel, donde hubiere peregrinado, y viniere con todo deseo de su alma al lugar que Jehová escogiere,
Cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones.
Cuando un profeta hable en el nombre de Jehová, y no acontece tal cosa, ni se cumple, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él.
Cuando Jehová tu Dios cortare a las naciones cuya tierra Jehová tu Dios te da a ti, y tú las heredares, y habitares en sus ciudades y en sus casas;
no sea que el pariente del muerto vaya tras el homicida, cuando se enardeciere su corazón, y le alcance por ser largo el camino, y le hiera de muerte, no debiendo ser condenado a muerte; por cuanto no tenía enemistad con su prójimo previamente.
Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y lo acechare, y se levantare sobre él, y lo hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades;
Cuando se levantare testigo falso contra alguno, para testificar alguna transgresión contra él,
Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios es contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.
Y será que, cuando os acercareis para combatir, vendrá el sacerdote, y hablará al pueblo,
Y será que, cuando los oficiales acabaren de hablar al pueblo, entonces los capitanes de los ejércitos mandarán delante del pueblo.
Cuando te acercares a una ciudad para combatirla, le proclamarás la paz.
Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo hacha en ellos, porque de ellos podrás comer; y no los talarás para emplearlos en el sitio porque el árbol del campo es la vida del hombre.
Y tú quitarás la culpa de la sangre inocente de en medio de ti, cuando hicieres lo que es recto a los ojos de Jehová.
Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
Cuando alguno tuviere hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndolo castigado, no les obedeciere;
Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no pongas sangre en tu casa, si de él cayere alguno.
Cuando alguno tomare esposa, y después de haber entrado a ella la aborreciere,
Cuando se sorprendiere alguno acostado con mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel.
y a la doncella no harás nada; la doncella no tiene culpa de muerte; porque como cuando alguno se levanta contra su prójimo, y le quita la vida, así es en este caso.
Cuando alguno hallare doncella virgen, que no fuere desposada, y la tomare y se acostare con ella, y fueren hallados;
Por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto; y porque alquiló contra ti a Balaam hijo de Beor de Petor, de Mesopotamia, para que te maldijese.
Cuando salieres a campaña contra tus enemigos, guárdate de toda cosa mala.
Cuando hubiere en ti alguno que no esté limpio, por causa de alguna impureza que le aconteciere de noche, saldrá del campamento, y no entrará en él.
Y será que al declinar de la tarde se lavará con agua, y cuando se haya puesto el sol, podrá entrar en el campamento.
Tendrás también una estaca entre tus armas; y será que, cuando estuvieres allí fuera, cavarás con ella, y luego al volverte cubrirás tu excremento:
Cuando prometieres voto a Jehová tu Dios, no tardarás en pagarlo; porque ciertamente Jehová tu Dios lo demandará de ti, y sería pecado en ti.
Cuando entrares en la viña de tu prójimo, podrás comer las uvas que desees, hasta saciarte; mas no pondrás ninguna en tu alforja.
Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
Cuando alguno tomare esposa nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su esposa que tomó.
Cuando prestares alguna cosa a tu prójimo, no entrarás en su casa para tomarle prenda;
Precisamente le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que duerma en su ropa, y te bendiga: y te será justicia delante de Jehová tu Dios.
Cuando segares tu mies en tu campo y olvidares alguna gavilla en el campo, no regresarás a tomarla; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda; para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos.
Cuando sacudieres tus olivos, no recorrerás las ramas que hayas dejado tras de ti; serán para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
Cuando vendimiares tu viña, no rebuscarás tras de ti; será para el extranjero, para el huérfano y para la viuda.
Cuando hubiere pleito entre algunos, y vinieren a juicio, y los juzgaren, y absolvieren al justo y condenaren al inicuo,
Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la esposa del muerto no se casará fuera con hombre extraño: su cuñado entrará a ella, y la tomará por su esposa, y hará con ella parentesco.
Cuando algunos riñeren juntos el uno con el otro, y llegare la esposa de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y metiere su mano y le trabare de sus vergüenzas;
Acuérdate de lo que te hizo Amalec en el camino, cuando salisteis de Egipto:
Que te salió al camino, y te desbarató la retaguardia de todos los débiles que iban detrás de ti, cuando tú estabas cansado y fatigado; y no temió a Dios.
Será pues, cuando Jehová tu Dios te hubiere dado reposo de tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredar para que la poseas, que raerás la memoria de Amalec de debajo del cielo: no te olvides.
Y será que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella;
Cuando hubieres acabado de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus villas, y se saciarán.
Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.
Será pues, cuando hubieres pasado el Jordán, que levantaréis estas piedras que yo os mando hoy, en el monte de Ebal, y las revocarás con cal:
Éstos estarán sobre el monte de Gerizim para bendecir al pueblo, cuando hubiereis pasado el Jordán: Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y José y Benjamín.
Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Jehová te confirmará como un pueblo santo para sí, como te ha jurado, cuando guardares los mandamientos de Jehová tu Dios, y anduvieres en sus caminos.
Y te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola: y estarás encima solamente, y no estarás debajo; cuando obedecieres a los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas.
Y suceda que, cuando el tal oyere las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la imaginación de mi corazón, para añadir la embriaguez a la sed.
Y dirá la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de esta tierra, y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar
Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que Él hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
Y sucederá que cuando te sobrevinieren todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y volvieres en sí en medio de todas las naciones a las cuales Jehová tu Dios te hubiere arrojado,
Cuando oyeres la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
cuando viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que Él escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.
Porque cuando yo los introduzca en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel, comerán y se saciarán, y engordarán; y luego se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán y quebrantarán mi pacto.
Y sucederá que cuando les sobrevinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues no será olvidado de la boca de su linaje; porque yo conozco lo que se proponen, aun hoy, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
Y cuando Moisés acabó de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta concluirse,