'Cuando' en la Biblia
- 1.Gé 2:4-Éx 5:13
- 2.Éx 5:20-Levítico 22:27
- 3.Levítico 22:29-Deuteronomio 6:25
- 4.Deuteronomio 7:1-Josué 3:15
- 5.Josué 4:1-1 Samuel 2:13
- 6.1 Samuel 2:19-2 Samuel 10:5
- 7.2 Samuel 10:7-2 Reyes 3:20
- 8.2 Reyes 3:22-2 Crónicas 21:5
- 9.2 Crónicas 21:20-Job 39:1
- 10.Job 39:2-Salmos 141:1
- 11.Salmos 142:1-Isaías 52:8
- 12.Isaías 53:10-Ezequiel 14:23
- 13.Ezequiel 15:5-Amós 4:11
- 14.Amós 7:2-Mateo 24:15
- 15.Mateo 24:32-Lucas 6:26
- 16.Lucas 6:42-Juan 4:40
- 17.Juan 4:45-Hechos 14:5
- 18.Hechos 14:11-2 Corintios 3:15
- 19.2 Corintios 3:16-Apocalipsis 20:7
Cuando comenzó a reinar era de treinta y dos años, y reinó en Jerusalén ocho años; y se fue sin ser deseado. Y lo sepultaron en la ciudad de David, mas no en los sepulcros de los reyes.
Cuarenta y dos años tenía Ocozías cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri.
Pero esto venía de Dios, para que Ocozías fuese hollado viniendo a Joram; porque cuando vino, salió con Joram contra Jehú hijo de Nimsi, al cual Jehová había ungido para que talase la casa de Acab.
Y aconteció que cuando Jehú ejecutaba juicio contra la casa de Acab, halló a los príncipes de Judá, y a los hijos de los hermanos de Ocozías, que servían a Ocozías, y los mató.
Y los levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entrare en la casa, que muera; y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere.
Siete años tenía Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
Y sucedía que cuando venía el tiempo para llevar el arca al magistrado del rey por mano de los levitas, cuando veían que había mucho dinero, venía el escriba del rey, y el que estaba puesto por el sumo sacerdote, y llevaban el arca, y la vaciaban, y la volvían a su lugar; y así lo hacían de día en día, y recogían mucho dinero;
Y cuando hubieron acabado, trajeron lo que quedaba del dinero al rey y a Joiada, e hicieron de él utensilios para la casa de Jehová, utensilios para el servicio, morteros, cucharas, vasos de oro y de plata. Y sacrificaban holocaustos continuamente en la casa de Jehová todos los días de Joiada.
Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; tenía ciento treinta años cuando murió.
Veinticinco años tenía Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén: el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén.
Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso: ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha determinado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste a mi consejo.
Dieciséis años tenía Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolía, de Jerusalén.
Mas cuando ya era fuerte, su corazón se enalteció para su ruina; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar incienso en el altar del incienso.
Veinticinco años tenía Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc.
Cuando comenzó a reinar tenía veinticinco años, y dieciséis años reinó en Jerusalén.
Veinte años tenía Acaz cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén; mas no hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre.
Había entonces allí un profeta de Jehová, que se llamaba Oded, el cual salió delante del ejército cuando entraba en Samaria, y les dijo: He aquí Jehová el Dios de vuestros padres, por el enojo contra Judá, los ha entregado en vuestras manos; y vosotros los habéis matado con ira, que ha llegado hasta el cielo.
Asimismo hemos preparado y santificado todos los utensilios que en su prevaricación había desechado el rey Acaz, cuando reinaba; y he aquí están delante del altar de Jehová.
Y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban, y adoraron.
Entonces se juntó mucho pueblo, y cegaron todas las fuentes, y el arroyo que corría a través del territorio, diciendo: ¿Por qué han de hallar los reyes de Asiria muchas aguas cuando vinieren?
Doce años tenía Manasés cuando comenzó a reinar, y cincuenta y cinco años reinó en Jerusalén.
Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y dos años reinó en Jerusalén.
Ocho años tenía Josías cuando comenzó a reinar, y treinta y un años reinó en Jerusalén.
Y cuando hubo derribado los altares y las imágenes de Asera, y quebrado y desmenuzado las esculturas, y destruido todos los ídolos por toda la tierra de Israel, se volvió a Jerusalén.
Veintitrés años tenía Joacaz cuando comenzó a reinar, y tres meses reinó en Jerusalén.
Veinticinco años tenía Joacim cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová su Dios.
Ocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses y diez días en Jerusalén; e hizo lo malo ante los ojos de Jehová.
Veintiún años tenía Sedequías cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalén.
Y algunos de los jefes de los padres, cuando vinieron a la casa de Jehová la cual estaba en Jerusalén, ofrendaron voluntariamente para la casa de Dios, para levantarla en su mismo lugar.
Y cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel estaban ya en las ciudades, se reunió el pueblo como un solo hombre en Jerusalén.
Y cuando los albañiles del templo de Jehová echaban los cimientos, pusieron a los sacerdotes vestidos de sus ropas, con trompetas, y a los levitas hijos de Asaf con címbalos, para que alabasen a Jehová, según la ordenanza de David rey de Israel.
Y cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los hijos de los de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel,
Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída delante de Rehum, y del escriba Simsai, y sus compañeros, fueron prestamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y fuerza.
Y éstos son los jefes de sus padres, y la genealogía de los que subieron conmigo de Babilonia, cuando reinaba el rey Artajerjes.
Y sucedió que, cuando yo oí estas palabras, me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios del cielo.
Y dije al rey: Viva el rey para siempre. ¿Cómo no ha de estar triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego?
Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, y le señalé tiempo.
Pero sucedió que cuando vinieron los judíos que habitaban entre ellos, nos dijeron diez veces: De todos los lugares de donde volviereis a nosotros, ellos vendrán sobre vosotros.
Y sucedió que cuando oyeron nuestros enemigos que nos habíamos enterado, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su obra.
Y me enojé en gran manera cuando oí su clamor y estas palabras.
Y sucedió que cuando lo oyeron todos nuestros enemigos, temieron todas las naciones que estaban en nuestros alrededores, y se sintieron muy humillados ante sus propios ojos, y conocieron que esta obra había sido hecha por nuestro Dios.
Y aconteció que, cuando el muro fue edificado, y hube colocado las puertas, y que fueron señalados porteros y cantores y levitas,
Además, cuando hicieron para sí becerro de fundición, y dijeron: Éste es tu Dios que te hizo subir de Egipto; y cometieron grandes abominaciones;
Pero una vez que tenían reposo, volvían a hacer lo malo delante de ti; por lo cual los abandonaste en mano de sus enemigos, que se enseñorearon de ellos; mas cuando se volvían y clamaban otra vez a ti, tú desde los cielos los oías, y muchas veces los libraste según tus misericordias.
Y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas recibirían el diezmo: y que los levitas llevarían el diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras en la casa del tesoro.
Y aconteció que cuando oyeron la ley, apartaron de Israel a todos los mezclados con extranjeros.
Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del sábado, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del sábado; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de sábado no introdujesen carga.
que en aquellos días, cuando el rey Asuero fue afirmado en el trono de su reino, el cual estaba en Susán capital del reino,
Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, después de haber estado ya doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de sus purificaciones, esto es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses con perfumes aromáticos y afeites de mujeres),
Y cuando fueron reunidas las vírgenes la segunda vez, Mardoqueo estaba sentado a la puerta del rey.
Y Esther, según le tenía mandado Mardoqueo, aún no había declarado su nación ni su pueblo; porque Esther hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando con él se educaba.
Y fue que cuando el rey vio a la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió a Esther el cetro de oro que tenía en su mano. Entonces se acercó Esther y tocó la punta del cetro.
Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero cuando vio a Mardoqueo a la puerta del rey, que no se levantaba ni se movía de su lugar, se llenó de ira contra Mardoqueo.
Aún estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey llegaron apresurados, para hacer venir a Amán al banquete que Esther había dispuesto.
Mas cuando Esther vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca.
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo conocieron, alzaron su voz, y lloraron; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas.
que se alegran sobremanera, y se gozan, cuando hallan el sepulcro?
Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
En imaginaciones de visiones nocturnas, cuando el sueño cae sobre los hombres,
Del azote de la lengua serás encubierto; no temerás de la destrucción cuando viniere.
Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré, y se acabará la noche? Y estoy lleno de devaneos hasta el alba.
Cuando digo: Me consolará mi cama, mi lecho atenuará mis quejas;
¿Hasta cuándo no te apartarás de mí, y no me soltarás ni siquiera para que trague mi saliva?
¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como un viento impetuoso?
Ellos descenderán a la profundidad de la fosa, cuando nosotros descansaremos juntos en el polvo.
¿Cuándo pondréis fin a las palabras? Entended, y después hablemos.
¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras?
Cuando se pusiere a llenar su vientre, Dios enviará sobre él el furor de su ira, y la hará llover sobre él y sobre su comida.
Aun cuando me acuerdo, me asombro, y el estremecimiento se apodera de mi carne.
Cuando fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y Dios salvará al humilde de ojos.
Por lo cual yo me espanto en su presencia; cuando lo considero, tengo miedo de Él.
Porque ¿cuál es la esperanza del impío, por mucho que hubiere robado, cuando Dios requiera su alma?
Cuando Él hizo ley a la lluvia, y camino al relámpago de los truenos:
¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba,
Cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y por su luz yo caminaba a través de la oscuridad;
Como fui yo en los días de mi juventud, cuando el secreto de Dios estaba en mi tienda;
Cuando el Omnipotente aún estaba conmigo, y mis hijos alrededor de mí;
Cuando lavaba yo mis pasos con leche, y la roca me derramaba ríos de aceite!
Cuando yo salía a la puerta a juicio, cuando en la plaza preparaba mi asiento;
Cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio:
Sin embargo Él no extenderá su mano contra el sepulcro; ¿Clamarán los sepultados cuando Él los quebrante?
Cuando esperaba yo el bien, entonces vino el mal; y cuando esperaba luz, la oscuridad vino.
Si tuve en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva, cuando ellos contendían conmigo,
¿qué haré yo cuando Dios se levante? Y cuando Él me pida cuentas, ¿qué le responderé yo?
Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía, y me regocijé cuando le halló el mal
Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho;
Por tanto Él hará notorias las obras de ellos, cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados.
Mas los hipócritas de corazón acumulan ira, y no clamarán cuando Él los atare.
¿Sabes tú cuándo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube?
¿Por qué están calientes tus ropas cuando Él aquieta la tierra con el viento del sur?
¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado.
¿Dónde estabas cuando yo fundé la tierra? Házmelo saber, si tienes conocimiento.
cuando las estrellas del alba juntas alababan, y todos los hijos de Dios daban gritos de gozo?
¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba como saliendo del vientre;
cuando puse yo nubes por vestidura suya, y por su faja oscuridad;
cuando el polvo se ha convertido en dureza, y los terrones se han pegado unos con otros?
cuando están echados en sus cuevas, o se están en sus guaridas para acechar?
¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus polluelos claman a Dios, bullendo de un lado a otro por falta de comida?
¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿O miras tú las ciervas cuando están pariendo?
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:4-Éx 5:13
- 2.Éx 5:20-Levítico 22:27
- 3.Levítico 22:29-Deuteronomio 6:25
- 4.Deuteronomio 7:1-Josué 3:15
- 5.Josué 4:1-1 Samuel 2:13
- 6.1 Samuel 2:19-2 Samuel 10:5
- 7.2 Samuel 10:7-2 Reyes 3:20
- 8.2 Reyes 3:22-2 Crónicas 21:5
- 9.2 Crónicas 21:20-Job 39:1
- 10.Job 39:2-Salmos 141:1
- 11.Salmos 142:1-Isaías 52:8
- 12.Isaías 53:10-Ezequiel 14:23
- 13.Ezequiel 15:5-Amós 4:11
- 14.Amós 7:2-Mateo 24:15
- 15.Mateo 24:32-Lucas 6:26
- 16.Lucas 6:42-Juan 4:40
- 17.Juan 4:45-Hechos 14:5
- 18.Hechos 14:11-2 Corintios 3:15
- 19.2 Corintios 3:16-Apocalipsis 20:7