'Cómo' en la Biblia
- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 7:10
- 3.Levítico 7:26-Números 11:8
- 4.Números 11:12-Deuteronomio 5:16
- 5.Deuteronomio 5:26-Josué 7:4
- 6.Josué 7:5-Jueces 20:30
- 7.Jueces 20:31-2 Samuel 4:4
- 8.2 Samuel 4:7-1 Reyes 16:3
- 9.1 Reyes 16:7-2 Crónicas 3:16
- 10.2 Crónicas 5:8-Job 10:4
- 11.Job 10:5-Salmos 10:9
- 12.Salmos 11:1-Salmos 92:7
- 13.Salmos 92:10-Proverbios 23:32
- 14.Proverbios 23:34-Isaías 9:3
- 15.Isaías 9:4-Isaías 38:13
- 16.Isaías 38:14-Jeremías 5:7
- 17.Jeremías 5:8-Jeremías 42:18
- 18.Jeremías 43:12-Ezequiel 10:10
- 19.Ezequiel 12:4-Daniel 9:7
- 20.Daniel 9:12-Miqueas 5:8
- 21.Miqueas 7:1-Mateo 12:29
- 22.Mateo 12:34-Marcos 14:21
- 23.Marcos 14:45-Lucas 24:28
- 24.Lucas 24:35-Hechos 3:17
- 25.Hechos 3:22-Romanos 3:10
- 26.Romanos 4:4-2 Corintios 1:7
- 27.2 Corintios 1:14-Colosenses 1:20
- 28.Colosenses 2:7-1 Pedro 2:13
- 29.1 Pedro 2:14-Apocalipsis 19:12
- 30.Apocalipsis 20:8-Apocalipsis 22:1
Y así mismo había sido la palabra del SEÑOR por la mano de Jehú, hijo de Hanani, profeta sobre Baasa y sobre su casa, y sobre todo lo malo que hizo a los ojos del SEÑOR, provocándole a ira con las obras de sus manos, para que fuera hecha como la casa de Jeroboam; y por el hecho de haberlo herido.
Este compró el monte de Samaria de Semer por dos talentos de plata, y edificó en el monte; y llamó el nombre de la ciudad que edificó, como el nombre de Semer, señor del monte de Samaria.
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello un pequeño pan cocido debajo de la ceniza, y tráemelo; y después harás para ti y para tu hijo.
Entonces ella fue, e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella y su casa, muchos días.
Y a la séptima vez dijo: He aquí una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.
Y Acab dio la nueva a Jezabel de todo lo que Elías había hecho, de como había matado a espada a todos los profetas.
Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no haya puesto tu persona como la de uno de ellos.
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo.
Entonces el rey de Israel llamó a todos los ancianos de la tierra, y les dijo: Entended, y ved ahora cómo éste no busca sino mal; pues que ha enviado a mí por mis mujeres y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado.
Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.
Y tú, fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego pelearemos con ellos en campo raso, y veremos si no los vencemos. Y él les dio oído, y lo hizo así.
Y los hijos de Israel fueron también reconocidos (contados), y tomando provisiones les fueron al encuentro; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras; y los sirios llenaban la tierra.
Y le dijo Ben-adad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria; y yo me iré de ti confederado. Y el rey de Israel hizo pacto con él, y lo envió.
Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, lo hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado.
Y yo pondré tu casa como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías; por la provocación con que me provocaste a ira, y con que has hecho que Israel pecara.
(A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo delante de los ojos del SEÑOR; porque Jezabel su mujer lo incitaba.
¿No has visto como Acab se ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear contra Ramot de Galaad? Y Josafat respondió al rey de Israel: Como yo, así tú; y como mi pueblo, así tu pueblo; y como mis caballos, tus caballos.
Entonces el rey de Israel juntó los profetas, como cuatrocientos varones, a los cuales dijo: ¿Iré a la guerra contra Ramot de Galaad, o la dejaré? Y ellos dijeron: Sube; porque el Señor la entregará en mano del rey.
Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y el SEÑOR dijo: Estos no tienen señor: vuélvase cada uno a su casa en paz.
Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes cómo el SEÑOR quitará hoy a tu señor de tu cabeza? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad.
Y se acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le dijeron: ¿Sabes cómo el SEÑOR quitará hoy a tu señor de tu cabeza? Y él respondió: Sí, yo lo sé; callad.
Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí el asiento de esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra enferma.
E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como su padre y su madre; porque quitó las estatuas de Baal que su padre había hecho.
Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá: El rey de Moab se ha rebelado contra mí; ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab? Y él respondió: Iré, porque como yo, así tú; como mi pueblo, así tu pueblo; como mis caballos, así también tus caballos.
Partieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá, y el rey de Idumea; y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército, y para las bestias que los seguían.
Y cuando se levantaron por la mañana, y el sol salió sobre las aguas, vieron los de Moab delante de ellos las aguas bermejas como sangre;
Y respondió el que le servía: ¿Cómo he de poner esto delante de cien varones? Mas él volvió a decir: Da al pueblo para que coman, porque así dijo el SEÑOR: Comerán, y sobrará.
Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe por mí a que sane a un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
El entonces descendió, y se lavó siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio.
La lepra de Naamán se te pegará a ti, y a tu simiente para siempre. Y salió de delante de él leproso, blanco como la nieve.
Y Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un varón. Mas antes que el mensajero viniera a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto como este hijo del homicida me envía a quitarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, e impedidle la entrada; ¿no viene tras él el estruendo de los pies de su amo?
Y así se habían levantado y huido al principio de la noche, dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos, y el campamento como se estaba; y habían huido para salvar las vidas.
Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los sirios, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino los caballos atados, los asnos atados, y el campamento como estaba.
Entonces respondió uno de sus siervos, y dijo: Tomen ahora cinco de los caballos que han quedado en la ciudad, (porque ellos también son como toda la multitud de Israel que ha quedado en ella; también ellos son como toda la multitud de Israel que ha perecido); y enviemos, y veamos qué hay.
Entonces la mujer se levantó, e hizo como el varón de Dios le dijo; y partió ella con su familia, y vivió en tierra de los filisteos siete años.
Y contando él al rey cómo había hecho vivir a un muerto, he aquí la mujer, a cuyo hijo había hecho vivir, que clamaba al rey por su casa y por sus tierras. Entonces dijo Giezi: Rey señor mío, esta es la mujer, y este es su hijo, al cual Eliseo hizo vivir.
Anduvo en el camino de los reyes de Israel, como hizo la casa de Acab; porque una hija de Acab fue su mujer; e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.
Con todo eso, el SEÑOR no quiso cortar a Judá, por amor de David su siervo, como le había prometido darle lámpara de sus hijos perpetuamente.
Anduvo en el camino de la casa de Acab, e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como la casa de Acab; porque era yerno de la casa de Acab.
Y perecerá toda la casa de Acab, y talaré de Acab todo meante a la pared, así al guardado como al quedado en Israel.
Y yo pondré la casa de Acab como la casa de Jeroboam hijo de Nabat, y como la casa de Baasa hijo de Ahías.
El atalaya volvió a decir: También éste llegó a ellos y no vuelve; mas el marchar del que viene es como el marchar de Jehú hijo de Nimsi, porque viene impetuosamente.
Mas ellos tuvieron gran temor, y dijeron: He aquí dos reyes no pudieron resistirle, ¿cómo le resistiremos nosotros?
Partiendo luego de allí se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues si lo es, dame la mano. Y él le dio su mano y lo hizo subir consigo en el carro.
Y los centuriones hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó, tomando cada uno los suyos, es a saber, los que habían de entrar el sábado, y los que habían salido el sábado vinieron a Joiada el sacerdote.
(Y dio el SEÑOR salvador a Israel, y salieron de bajo la mano de los sirios; y habitaron los hijos de Israel en sus estancias, como antes.
Porque no le había quedado pueblo a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.
Y le dijo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco como para tirar. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,
Y él hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, aunque no como David su padre; hizo conforme a todas las cosas que había hecho Joás su padre.
Los demás hechos de Joás que hizo, y sus valentías, y cómo peleó contra Amasías rey de Judá, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
Y los demás hechos de Jeroboam, y todas las cosas que hizo, y su valentía, y todas las guerras que hizo, y cómo restituyó a Judá en Israel a Damasco y a Hamat, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?
E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como habían hecho sus padres; no se apartó de los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel.
Cuando comenzó a reinar Acaz, era de veinte años, y reinó en Jerusalén dieciséis años; y no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios, como David su padre;
E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como los reyes de Israel que antes de él habían sido.
Mas el rey de Asiria halló que Oseas hacía conjuración; porque había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y ya no daba presente al rey de Asiria, como cada año; y el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel.
Porque como los hijos de Israel pecaron contra el SEÑOR su Dios, que los sacó de tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieran a dioses ajenos,
y como los hijos de Israel hicieron en secreto cosas no rectas contra el SEÑOR su Dios, edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fuertes,
Mas ellos no escucharon, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales nunca creyeron en el SEÑOR su Dios.
hasta tanto que el SEÑOR quitó a Israel de delante de su rostro, como lo había él dicho por mano de todos los profetas sus siervos; e Israel fue transportado de su tierra a Asiria, hasta hoy.
Y vino uno de los sacerdotes que habían transportado de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR.
Hasta hoy hacen como antes; que ni temen al SEÑOR, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas; ni hacen según la ley y los mandamientos que mandó el SEÑOR a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;
En el SEÑOR Dios de Israel puso su esperanza; después ni antes de él no hubo otro como él entre todos los reyes de Judá.
¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo?
hasta que yo venga, y os lleve a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas; tierra de olivas, de aceite, y de miel; y viviréis, y no moriréis. No oigáis a Ezequías, porque os engaña cuando dice: El SEÑOR nos librará.
Y sus moradores, cortos de manos, quebrantados y confusos, serán cual hierba del campo, como legumbre verde; heno de los tejados, que antes que venga a madurez es seco.
Y Ezequías los oyó, y les mostró toda la casa de las cosas preciosas, plata, oro, y especiería, y el ungüento precioso; y la casa de sus armas, y todo lo que había en sus tesoros; ninguna cosa quedó que Ezequías no les mostrara, así en su casa como en todo su señorío.
Los demás hechos de Ezequías, y toda su valentía, y cómo hizo el estanque y el conducto, y metió las aguas en la ciudad, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?
Porque él volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo bosque, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército del cielo, y sirvió a aquellas cosas.
Y extenderé sobre Jerusalén el cordel de Samaria, y el plomo de la casa de Acab; y yo limpiaré a Jerusalén como se limpia un vaso, que después que lo han limpiado, lo vuelven sobre su faz.
E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como había hecho Manasés su padre.
Finalmente todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira, Josías las quitó, e hizo de ellas como había hecho en Bet-el.
Y dijo el SEÑOR: También tengo que quitar de mi presencia a Judá, como quité a Israel, y tengo que rechazar a esta ciudad que había escogido, a Jerusalén, y a la Casa de la cual yo había dicho: Mi nombre será allí.
Y sacó de allí todos los tesoros de la Casa del SEÑOR, y los tesoros de la casa real, y quebró en pedazos todos los vasos de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la Casa del SEÑOR, como el SEÑOR había dicho.
Los hijos de Simei fueron dieciséis, y seis hijas; mas sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni multiplicaron toda su familia como los hijos de Judá.
Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; y no fue contado por primogénito.
Los primeros moradores que entraron en sus posesiones en sus ciudades, fueron así de Israel, como de los sacerdotes, levitas, y netineos.
El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura; y el egipcio traía una lanza como un rodillo de un telar; mas él descendió a él con un bastón, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su misma lanza.
También de los de Gad huyeron a David, estando en la fortaleza en el desierto, muy valientes hombres de guerra para pelear, puestos en orden con escudo y pavés; sus rostros como rostros de leones, y ligeros como las cabras monteses.
Porque entonces todos los días venía ayuda a David, hasta hacerse un gran campamento, como el campamento de Dios.
Y David temió a Dios aquel día, y dijo: ¿Cómo he de traer a casa conmigo el arca de Dios?
Entonces subieron a Baal-perazim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios ha partido mis enemigos por mi mano, como se parten las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perazim.
Hizo, pues, David como Dios le mandó, e hirieron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
Y los hijos de los levitas trajeron el arca de Dios puesta sobre sus hombros en las barras, como lo había mandado Moisés conforme a la palabra del SEÑOR.
Y repartió a todo Israel, así a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, y una pieza de carne, y un frasco de vino.
y he estado contigo en todo cuanto has andado; y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra.
Asimismo he dispuesto lugar a mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite por sí, y que no sea más conmovido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes,
Yo le seré por padre, y él me será por hijo; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que fue antes de ti;
Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como a un hombre excelente, oh SEÑOR Dios.
¿Y qué gente hay en la tierra como tu pueblo Israel, cuyo Dios fuera y se rescatara un pueblo, para hacerte nombre con grandezas y maravillas, echando a los gentiles de delante de tu pueblo, que tú redimiste de Egipto?
Ahora pues, SEÑOR, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
Y volvió a levantarse guerra con los filisteos; e hirió Elhanán hijo de Jair a Lahmi, hermano de Goliat, el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de un telar.
Ahora pues, hijo mío, sea contigo el SEÑOR, y seas prosperado, y edifiques Casa al SEÑOR tu Dios, como él ha dicho de ti.
Y no tomó David el número de los que eran de veinte años abajo, por cuanto el SEÑOR había dicho que él había de multiplicar a Israel como las estrellas del cielo.
Y yo confirmaré su reino para siempre, si él fuere esforzado para cumplir mis mandamientos y mis juicios, como en este día.
Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días son como sombra sobre la tierra, y no hay otra esperanza.
sea pues ahora firme, oh SEÑOR Dios, tu palabra con mi padre David; porque tú me has puesto por rey sobre un pueblo tan numeroso como el polvo de la tierra.
Y puso el rey plata y oro en Jerusalén como piedras, y madera de cedro como cabrahigos que nacen en los campos en abundancia.
Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morara.
Hizo también unas cadenas como en el oráculo, y las puso sobre los capiteles de las columnas; e hizo cien granadas, las cuales puso en las cadenas.
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- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 7:10
- 3.Levítico 7:26-Números 11:8
- 4.Números 11:12-Deuteronomio 5:16
- 5.Deuteronomio 5:26-Josué 7:4
- 6.Josué 7:5-Jueces 20:30
- 7.Jueces 20:31-2 Samuel 4:4
- 8.2 Samuel 4:7-1 Reyes 16:3
- 9.1 Reyes 16:7-2 Crónicas 3:16
- 10.2 Crónicas 5:8-Job 10:4
- 11.Job 10:5-Salmos 10:9
- 12.Salmos 11:1-Salmos 92:7
- 13.Salmos 92:10-Proverbios 23:32
- 14.Proverbios 23:34-Isaías 9:3
- 15.Isaías 9:4-Isaías 38:13
- 16.Isaías 38:14-Jeremías 5:7
- 17.Jeremías 5:8-Jeremías 42:18
- 18.Jeremías 43:12-Ezequiel 10:10
- 19.Ezequiel 12:4-Daniel 9:7
- 20.Daniel 9:12-Miqueas 5:8
- 21.Miqueas 7:1-Mateo 12:29
- 22.Mateo 12:34-Marcos 14:21
- 23.Marcos 14:45-Lucas 24:28
- 24.Lucas 24:35-Hechos 3:17
- 25.Hechos 3:22-Romanos 3:10
- 26.Romanos 4:4-2 Corintios 1:7
- 27.2 Corintios 1:14-Colosenses 1:20
- 28.Colosenses 2:7-1 Pedro 2:13
- 29.1 Pedro 2:14-Apocalipsis 19:12
- 30.Apocalipsis 20:8-Apocalipsis 22:1