'Decían' en la Biblia
Y algunos de los escribas decían para sí: Este blasfema.
Y después que el demonio había sido expulsado, el mudo habló; y las multitudes se maravillaban, y decían: Jamás se ha visto cosa igual en Israel.
Pero los fariseos decían: El echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios.
Y todas las multitudes estaban asombradas, y decían: ¿Acaso no es éste el Hijo de David?
Y llegando a su pueblo, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que se maravillaban y decían: ¿Dónde {obtuvo} éste esta sabiduría y {estos} poderes milagrosos?
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, y decían: ¡Es un fantasma! Y de miedo, se pusieron a gritar.
Al oír {esto,} los discípulos estaban llenos de asombro, y decían: Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Cuando El entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: ¿Quién es éste?
Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y que decían: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron
Al ver {esto,} los discípulos se maravillaron y decían: ¿Cómo es que la higuera se secó al instante?
Pero decían: No durante la fiesta, para que no haya un tumulto en el pueblo.
Pero al ver {esto,} los discípulos se indignaron, y decían: ¿Para qué este desperdicio?
De igual manera, también los principales sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, burlándose {de El,} decían:
Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: Este llama a Elías.
Al ver los escribas de los fariseos que El comía con pecadores y recaudadores de impuestos, decían a sus discípulos: ¿Por qué El come y bebe con recaudadores de impuestos y pecadores?
Entonces los fariseos le decían: Mira, ¿por qué hacen lo que no es lícito en el día de reposo?
Cuando sus parientes oyeron {esto,} fueron para hacerse cargo de El, porque decían: Está fuera de sí.
Y los escribas que habían descendido de Jerusalén decían: Tiene a Beelzebú; y: Expulsa los demonios por el príncipe de los demonios.
Porque decían: Tiene un espíritu inmundo.
Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es éste que aun el viento y el mar le obedecen?
Pero otros decían: Es Elías. Y decían otros: {Es} un profeta, como uno de los profetas {antiguos}.
Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y {el muchacho} quedó como muerto, tanto, que la mayoría {de ellos} decían: ¡Está muerto!
porque decían: No durante la fiesta, no sea que haya un tumulto del pueblo.
Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
Pero {Pedro} con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose {de El} entre ellos, decían: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse.
Algunos de los que estaban allí, al oír{lo,} decían: Mirad, a Elías llama.
Y se decían unas a otras: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
Y aconteció que cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber.
Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.
Y todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Herodes el tetrarca se enteró de todo lo que estaba pasando, y estaba muy perplejo, porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos,
También decían muchas otras cosas contra El, blasfemando.
y al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto una aparición de ángeles que decían que El vivía.
que decían: Es verdad que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.
Los discípulos entonces se decían entre sí: ¿Le habrá traído alguien de comer?
y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos {le} hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.
Por eso los judíos decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ``Yo he descendido del cielo"?
Y había mucha murmuración entre la gente acerca de El. Unos decían: El es bueno. Otros decían: No, al contrario, extravía a la gente.
Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es éste al que procuran matar?
Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales que las que éste ha hecho?
Decían entonces los judíos entre sí: ¿Adónde piensa irse éste que no le hallemos? ¿Será acaso que quiere irse a la dispersión entre los griegos y enseñar a los griegos?
Entonces {algunos} de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta.
Otros decían: Este es el Cristo. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo ha de venir de Galilea?
Decían esto, probándole, para tener de qué acusarle. Pero Jesús se inclinó y con el dedo escribía en la tierra.
Entonces le decían: ¿Dónde está tu Padre? Jesús respondió: No me conocéis a mí ni a mi Padre. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.
Por eso los judíos decían: ¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: ``Adonde yo voy, vosotros no podéis ir"?
Entonces le decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: ¿Qué os he estado diciendo {desde} el principio?
Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Unos decían: El es; {y} otros decían: No, pero se parece a él. El decía: Yo soy.
Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos.
Y muchos de ellos decían: Tiene un demonio y está loco. ¿Por qué le hacéis caso?
Otros decían: Estas no son palabras de un endemoniado. ¿Puede acaso un demonio abrir los ojos de los ciegos?
Entonces los judíos le rodearon, y le decían: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
Y muchos vinieron a El y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
Por eso los judíos decían: Mirad, cómo lo amaba.
Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales.
Entonces buscaban a Jesús, y estando ellos en el templo, se decían unos a otros: ¿Qué os parece? ¿Que no vendrá a la fiesta?
Entonces los fariseos se decían unos a otros: ¿Veis que no conseguís nada? Mirad, {todo} el mundo se ha ido tras El.
Por eso la multitud que estaba {allí} y {la} oyó, decía que había sido un trueno; otros decían: Un ángel le ha hablado.
Entonces {algunos} de sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto que nos dice: ``Un poco {más,} y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis" y ``Porque yo voy al Padre"?
Por eso decían: ¿Qué es esto que dice: ``Un poco"? No sabemos de qué habla.
y acercándose a El, le decían: ¡Salve, Rey de los judíos! Y le daban bofetadas.
Por eso los principales sacerdotes de los judíos decían a Pilato: No escribas, ``el Rey de los judíos"; sino que El dijo: ``Yo soy Rey de los judíos."
Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.
Pero otros se burlaban y decían: Están borrachos.
Y todos los que {lo} escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?
Y ellos le dijeron: ¡Estás loca! Pero ella insistía en que así era. Y ellos decían: Es su ángel.
También disputaban con él algunos de los filósofos epicúreos y estoicos. Y algunos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Parece ser un predicador de divinidades extrañas --porque {les} predicaba a Jesús y la resurrección.
Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu, que no fuera a Jerusalén.
Y los habitantes, al ver el animal colgando de su mano, decían entre sí: Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, Justicia no le ha concedido vivir.
Y ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que era un dios.
quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías.
que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado digno es de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.
Y los cuatro seres vivientes decían: Amén. Y los ancianos se postraron y adoraron.
y decían* a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero,
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser {el reino} de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron y adoraron a Dios, que {está} sentado en el trono, {y} decían: ¿Amén! ¡Aleluya!