'Del' en la Biblia
Los hijos de Judá {fueron} Er, Onán, y Sela; {estos} tres le nacieron de Bet-súa la cananea. Y Er, primogénito de Judá, fue malo ante los ojos del SEÑOR, quien le dio muerte.
Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y tu mano estuviera conmigo y {me} guardaras del mal para que no me causara dolor! Y Dios le concedió lo que pidió.
Y fueron a la entrada de Gedor, hasta el lado oriental del valle, para buscar pastos para sus ganados.
Y hacia el oriente habitó hasta la entrada del desierto desde el río Eufrates, porque su ganado había aumentado en la tierra de Galaad.
Y estos son los que David puso sobre el servicio del canto en la casa del SEÑOR, después que el arca descansó {allí}.
Ministraban con el canto delante del tabernáculo de la tienda de reunión, hasta que Salomón edificó la casa del SEÑOR en Jerusalén, y servían en su oficio conforme a su orden.
Y sus parientes, los levitas, fueron designados para todo el servicio del tabernáculo de la casa de Dios.
Aarón y sus hijos sacrificaban sobre el altar del holocausto y sobre el altar del incienso, para toda la obra del lugar santísimo y para hacer expiación por Israel, conforme a todo lo que Moisés, siervo de Dios, había ordenado.
y más allá del Jordán en Jericó, al lado oriental del Jordán, {les fueron dadas,} de la tribu de Rubén: Beser en el desierto con sus tierras de pastos, Jaza con sus tierras de pastos,
Y con ellos por sus generaciones, conforme a sus casas paternas, {fueron} treinta y seis mil tropas del ejército para la guerra, porque tenían muchas mujeres e hijos.
Y Maquir tomó mujer para Hupim y Supim, y el nombre de su hermana fue Maaca. Y el nombre del segundo fue Zelofehad, y Zelofehad tuvo hijas.
Los primeros que habitaron en sus posesiones en sus ciudades {fueron} los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los sirvientes del templo.
y sus parientes, jefes de sus casas paternas, mil setecientos sesenta hombres, muy capaces para la obra del servicio de la casa de Dios.
{estacionado} hasta ahora a la puerta del rey, al oriente). Estos {eran} los porteros del campamento de los hijos de Leví.
Y Salum, hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Corá, y sus parientes, de la casa de su padre, los coraítas, {estaban} encargados de la obra del servicio, guardianes de los umbrales de la tienda; sus padres {habían estado} encargados del campamento del SEÑOR como guardianes de la entrada.
Así pues, ellos y sus hijos {estuvieron} encargados de las puertas de la casa del SEÑOR, {es decir,} la casa de la tienda.
Y algunos de ellos {estaban} encargados de los utensilios del servicio y los contaban cuando los entraban y cuando los sacaban.
Algunos de ellos también fueron puestos a cargo del mobiliario, de todos los utensilios del santuario, de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y de las especias.
Y había cantores, jefes de {casas} paternas de los levitas, {que habitaban} en las cámaras {del templo,} libres {de todo otro servicio,} porque estaban ocupados en su trabajo día y noche.
Así murió Saúl por la transgresión que cometió contra el SEÑOR por no haber guardado la palabra del SEÑOR, y también porque consultó y pidió consejo a una médium,
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra del SEÑOR por medio de Samuel.
Estos son los jefes de los valientes que tenía David, quienes le dieron fuerte apoyo en su reino, junto con todo Israel, para hacerlo rey, conforme a la palabra del SEÑOR concerniente a Israel.
David sintió un gran deseo, y dijo: ¡Quién me diera de beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!
Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que {estaba} junto a la puerta, {se la} llevaron y {la} trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el SEÑOR,
También mató a un egipcio, un hombre grande de cinco codos de estatura; y en la mano del egipcio {había} una lanza como un rodillo de tejedor, pero {Benaía} descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza.
De los hijos de Gad, éstos fueron capitanes del ejército; el menor valía por cien y el mayor por mil.
Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, {el cual dijo:} Tuyos {somos,} oh David, y contigo {estamos,} hijo de Isaí. Paz, paz a ti, y paz al que te ayuda; ciertamente tu Dios te ayuda. Entonces David los recibió y los hizo capitanes del grupo.
Y estos son los números de los escuadrones equipados para la guerra, que vinieron a David en Hebrón para transferirle el reino de Saúl, conforme a la palabra del SEÑOR:
Y del otro lado del Jordán de los rubenitas y gaditas y de la media tribu de Manasés, {había} ciento veinte mil con toda {clase} de armas de guerra para la batalla.
Y David dijo a toda la asamblea de Israel: Si os parece bien, y si es del SEÑOR nuestro Dios, enviemos {mensaje} a todas partes, a nuestros parientes que permanecen en toda la tierra de Israel, y también a los sacerdotes y a los levitas que están con ellos en sus ciudades {y} tierras de pastos, para que se reúnan con nosotros;
Y se encendió la ira del SEÑOR contra Uza, y lo hirió porque había extendido su mano al arca; y allí murió delante de Dios.
Y congregó David a todo Israel en Jerusalén para subir el arca del SEÑOR al lugar que había preparado para ella.
y les dijo: Vosotros sois los jefes de las {casas} paternas de los levitas; santificaos, tanto vosotros como vuestros parientes, para que subáis el arca del SEÑOR, Dios de Israel, al {lugar} que le he preparado.
Se santificaron, pues, los sacerdotes y los levitas para subir el arca del SEÑOR, Dios de Israel.
Y los hijos de los levitas llevaron el arca de Dios sobre sus hombros, con las barras puestas, como Moisés había ordenado conforme a la palabra del SEÑOR.
Y Quenanías, jefe de los levitas, estaba {a cargo del} canto; él dirigía el canto, porque era hábil.
Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, los sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios. Obed-edom y Jehías también {eran} porteros del arca.
Fue, pues, David con los ancianos de Israel y los capitanes sobre miles a traer con alegría el arca del pacto del SEÑOR desde la casa de Obed-edom.
Y sucedió que como Dios ayudaba a los levitas que llevaban el arca del pacto del SEÑOR, ellos sacrificaron siete novillos y siete carneros.
Así todo Israel iba subiendo el arca del pacto del SEÑOR con aclamaciones, con sonido de bocina, con trompetas, con címbalos muy resonantes, con arpas y liras.
Y sucedió que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró por la ventana, y vio al rey David saltando y regocijándose; y lo despreció en su corazón.
Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR.
Y designó a algunos levitas {como} ministros delante del arca del SEÑOR, para que celebraran, dieran gracias y alabaran al SEÑOR, Dios de Israel:
y los sacerdotes Benaía y Jahaziel {tocaban} trompetas continuamente delante del arca del pacto de Dios.
{del pacto} que hizo con Abraham, y de su juramento a Isaac.
Entonces los árboles del bosque cantarán con gozo delante del SEÑOR; porque viene a juzgar la tierra.
Y dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus parientes para ministrar continuamente delante del arca, según demandaba el trabajo de cada día;
Y {dejó a} Sadoc el sacerdote y a sus parientes los sacerdotes delante del tabernáculo del SEÑOR en el lugar alto que {estaba} en Gabaón,
para ofrecer continuamente holocaustos al SEÑOR sobre el altar del holocausto, por la mañana y por la noche, conforme a todo lo que está escrito en la ley del SEÑOR, que El ordenó a Israel.
Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.
Ahora pues, así dirás a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: ¿Quién soy yo, oh SEÑOR Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Joab, hijo de Sarvia, {era} jefe del ejército; y Josafat, hijo de Ahilud, {era} cronista;
Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai; y se pusieron en orden de batalla contra los hijos de Amón.
Al ver los arameos que habían sido derrotados por Israel, enviaron mensajeros, y trajeron a los arameos que {estaban} al otro lado del Río, con Sofac, comandante del ejército de Hadad-ezer, al frente de ellos.
Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.
Dijo, pues, David a Joab y a los jefes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme {el resultado} para que yo sepa el número de ellos.
Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab. Salió, pues, Joab y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén.
Y Joab dio a David el total del censo de {todo} el pueblo. Y en todo Israel había un millón cien mil hombres que sacaban espada; y en Judá {había} cuatrocientos setenta mil hombres que sacaban espada.
Pero entre ellos no hizo un censo de Leví ni de Benjamín, porque la orden del rey era detestable para Joab.
tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras {te} alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del SEÑOR, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del SEÑOR haciendo estragos por todo el territorio de Israel." Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que me envió.
Respondió David a Gad: Estoy muy angustiado. Te ruego que me dejes caer en manos del SEÑOR, porque muy grandes son sus misericordias; pero no caiga yo en manos de hombre.
Y envió Dios un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruir{la,} miró el SEÑOR y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: Basta, detén ahora tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán jebuseo.
Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.
Luego el ángel del SEÑOR ordenó a Gad que dijera a David que subiera y edificara un altar al SEÑOR en la era de Ornán jebuseo.
David subió según la palabra que Gad había hablado en nombre del SEÑOR.
Entonces David dijo a Ornán: Dame el lugar de {esta} era, para que edifique en él un altar al SEÑOR; me lo darás por su justo precio, para que se retire la plaga del pueblo.
Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto.
porque el tabernáculo del SEÑOR que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto {estaban} en aquel tiempo en el lugar alto en Gabaón.
Pero David no pudo ir {allá,} delante de él, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.
Entonces David dijo: Esta es la casa del SEÑOR Dios, y este es el altar del holocausto para Israel.
Preparó David grandes cantidades de hierro para hacer clavos para las puertas de la entrada y para las grapas, y más bronce del que podía pesarse;
Y dijo David a Salomón: Hijo mío, yo tenía el propósito de edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios.
Pero vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: ``Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras; no edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.
Ahora pues, hijo mío, el SEÑOR sea contigo para que prosperes y edifiques la casa del SEÑOR tu Dios tal como El ha hablado de ti.
Que el SEÑOR te dé prudencia y entendimiento, y te dé dominio sobre Israel, para que guardes la ley del SEÑOR tu Dios.
He aquí, con grandes esfuerzos he preparado para la casa del SEÑOR cien mil talentos de oro y un millón de talentos de plata, y bronce y hierro sin medida, porque hay en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir.
Del oro, de la plata, del bronce y del hierro no hay límite. Levántate y trabaja, y que el SEÑOR sea contigo.
¿No está con vosotros el SEÑOR vuestro Dios? ¿Y no os ha dado paz por todos lados? Pues El ha entregado en mi mano a los habitantes de la tierra, y la tierra está sojuzgada delante del SEÑOR y delante de su pueblo.
Disponed ahora vuestro corazón y vuestra alma para buscar al SEÑOR vuestro Dios; levantaos, pues, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para que traigáis el arca del pacto del SEÑOR y los utensilios sagrados de Dios a la casa que se ha de edificar para el nombre del SEÑOR.
De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del SEÑOR, seis mil {eran} oficiales y jueces,
Los hijos de Amram {fueron} Aarón y Moisés. Y Aarón fue separado para ser santificado como el más santo, él y sus hijos para siempre, para quemar incienso delante del SEÑOR, para servirle y para bendecir en su nombre para siempre.
Estos fueron los hijos de Leví conforme a sus casas paternas, {es decir,} los jefes de las {casas} paternas de los que fueron contados, en la cuenta de nombres según su censo, de veinte años para arriba, {los cuales} hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR.
porque su oficio era ayudar a los hijos de Aarón en el servicio de la casa del SEÑOR, en los atrios y en las cámaras y en la purificación de todas las cosas sagradas y en la obra del servicio de la casa de Dios;
y para ofrecer todos los holocaustos al SEÑOR todos los días de reposo, las lunas nuevas y las fiestas señaladas según el número {fijado} por la ordenanza que las prescribe, continuamente delante del SEÑOR.
Así estarán encargados de la custodia de la tienda de reunión, de la custodia del lugar santo y de la custodia de los hijos de Aarón sus parientes, para el servicio de la casa del SEÑOR.
Así fueron divididos por suerte los unos y los otros; porque eran funcionarios del santuario y funcionarios de {la casa de} Dios, tanto los descendientes de Eleazar como los descendientes de Itamar.
Y Semaías, hijo del escriba Natanael, uno de los levitas, los inscribió en la presencia del rey, de los príncipes, del sacerdote Sadoc, de Ahimelec, hijo de Abiatar, de los jefes de {las casas} paternas de los sacerdotes y de los levitas; una casa paterna designada para Eleazar y otra designada para Itamar.
Estos {fueron} sus deberes para su ministerio cuando entraron en la casa del SEÑOR según la ordenanza que les {fue dada} por medio de su padre Aarón, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, le había mandado.
Estos también echaron suertes como sus parientes, los hijos de Aarón, en la presencia del rey David, de Sadoc, de Ahimelec y de los jefes de las {casas} paternas de los sacerdotes y de los levitas; el principal de las {casas} paternas {fue tratado} igual que el menor de sus hermanos.
Además, David y los comandantes del ejército separaron para el servicio {a algunos} de los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, que {habían} de profetizar con liras, arpas y címbalos; y el número de éstos, conforme a su servicio fue:
de los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela; los hijos de Asaf {estaban} bajo la dirección de Asaf, que profetizaba bajo la dirección del rey.
Todos éstos {fueron} los hijos de Hemán, el vidente del rey, para ensalzarle conforme a las palabras de Dios, porque Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas.
Todos éstos {estaban} bajo la dirección de su padre para cantar en la casa del SEÑOR, con címbalos, arpas y liras, para el servicio de la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán {estaban} bajo la dirección del rey.
A estas clases de los porteros, a los hombres principales, {se les dieron} deberes, al igual que a sus parientes, para servir en la casa del SEÑOR.
Y la suerte para la oriental cayó a Selemías. Entonces echaron suertes {para} su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
A Obed-edom {le tocó} la del sur, y a sus hijos los almacenes.
Para Supim y Hosa {les tocó} la del occidente, junto a la puerta de Salequet, en el camino de subida. Guardia con guardia se correspondían:
Los hijos de Jehieli, Zetam y su hermano Joel, estaban a cargo de los tesoros de la casa del SEÑOR.