'Día' en la Biblia
Y aconteció en el año treinta, en el mes cuarto, el quinto día del mes, estando yo en medio de los cautivos junto al río de Quebar, los cielos se abrieron, y vi visiones de Dios.
En el quinto día del mes, que fue en el quinto año de la cautividad del rey Joaquín,
Como la apariencia del arco iris que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Ésta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y luego que yo la vi, caí sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.
Y me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a gente rebelde que se ha rebelado contra mí; ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
Y cumplidos éstos, te acostarás otra vez, sobre tu lado derecho, y llevarás la iniquidad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado.
Y la comida que has de comer será por peso de veinte siclos al día; de tiempo a tiempo lo comerás.
La mañana viene para ti, oh morador de la tierra; el tiempo viene, cercano está el día; día de tribulación, y no de alegría, sobre los montes.
He aquí el día, he aquí que viene: ha salido la mañana; ha florecido la vara, ha reverdecido la soberbia.
El tiempo ha venido, se acercó el día; el que compra, no se alegre, y el que vende, no llore; porque la ira está sobre toda la multitud.
Arrojarán su plata en las calles, y su oro será desechado; ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová; no saciarán su alma, ni llenarán sus entrañas, porque ha sido tropiezo para su maldad.
Por tanto tú, hijo de hombre, hazte equipaje de cautivo, y márchate de día delante de sus ojos; y te pasarás de tu lugar a otro lugar a vista de ellos, por si tal vez consideren, porque son casa rebelde.
Entonces sacarás tu equipaje, como equipaje de cautivo, de día delante de sus ojos; y tú saldrás por la tarde a vista de ellos, como quien sale a cautiverio.
Y yo hice así como me fue mandado; saqué mi equipaje de día, como equipaje de cautivo, y a la tarde horadé la pared a mano; salí de noche, y llevé mi equipaje sobre los hombros a vista de ellos.
No habéis subido a los portillos, ni echasteis vallado en la casa de Israel, estando en la batalla en el día de Jehová.
Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para atemperarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas.
No hubo ojo que se compadeciese de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.
y diles: Así dice Jehová el Señor: El día que escogí a Israel, e hice juramento a la simiente de la casa de Jacob, y que fui conocido de ellos en la tierra de Egipto, cuando alcé mi mano a ellos y les juré, diciendo: Yo soy Jehová vuestro Dios;
Aquel día que les alcé mi mano, jurando así que los sacaría de la tierra de Egipto a la tierra que les había provisto, que fluye leche y miel, la cual es la más hermosa de todas las tierras;
Y yo les dije: ¿Qué es ese lugar alto adonde vosotros vais? Y fue llamado su nombre Bama hasta el día de hoy.
Y tú, profano e impío príncipe de Israel, cuyo día vino en el tiempo de la consumación de la maldad;
Te profetizan vanidad, y te adivinan mentira, para entregarte con los cuellos de los malos sentenciados a muerte, cuyo día vino en tiempo de la consumación de la maldad.
Hijo de hombre, di a ella: Tú no eres tierra limpia, ni rociada con lluvia en el día del furor.
Además me hicieron esto: contaminaron mi santuario en aquel día, y profanaron mis sábados;
pues habiendo sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día para contaminarlo; y he aquí, así hicieron en medio de mi casa.
Hijo de hombre, escríbete la fecha de este día; el rey de Babilonia se puso contra Jerusalén este mismo día.
Y tú, hijo de hombre, el día que yo quite de ellos su fortaleza, el gozo de su gloria, el deleite de sus ojos, y el anhelo de sus almas, sus hijos y sus hijas,
ese día vendrá a ti uno que haya escapado para traer la noticia.
En aquel día se abrirá tu boca para hablar con el que haya escapado, y hablarás, y no estarás más mudo; y les serás por señal, y sabrán que yo soy Jehová.
Ahora se estremecerán las islas en el día de tu caída, sí, las islas que están en el mar se espantarán de tu partida.
Tus riquezas, tus mercancías, tu comercio, tus marineros, tus timoneles, tus calafateadores, los agentes de tus negocios y todos tus hombres de guerra que hay en ti, con toda tu compañía que en medio de ti se halla, caerán en medio de los mares el día de tu caída.
En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, el topacio, el diamante, el berilo, el ónice, el jaspe, el zafiro, la esmeralda, el carbunclo y el oro; los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados en ti el día que fuiste creado.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
Y aconteció en el año veintisiete, en el mes primero, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Hijo de hombre, profetiza, y di: Así dice Jehová el Señor: Clamad: ¡Ay de aquel día!
Porque cerca está el día, cerca está el día del Señor; día de nublado, tiempo de las naciones será.
En aquel tiempo saldrán mensajeros de delante de mí en navíos, para espantar a Etiopía la confiada, y tendrán espanto como en el día de Egipto; porque he aquí viene.
Y en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quiebre yo el yugo de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su poderío; una nube la cubrirá, y sus hijas irán en cautiverio.
Y aconteció en el año undécimo, en el mes tercero, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Así dice Jehová el Señor: El día que descendió a la sepultura, hice hacer luto, hice cubrir por él el abismo, y detuve sus ríos, y las muchas aguas fueron detenidas; y al Líbano cubrí de tinieblas por él, y todos los árboles del campo desmayaron por él.
Y aconteció en el año duodécimo, en el mes duodécimo, al primer día del mes, que vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Y dejaré atónitos sobre ti a muchos pueblos, y sus reyes tendrán horror grande a causa de ti, cuando haga resplandecer mi espada delante de sus rostros, y todos se sobresaltarán en sus ánimos a cada momento en el día de tu caída.
Y tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare.
Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas, y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad.
Así dice Jehová el Señor: El día que os limpie de todas vuestras iniquidades, haré también que habitéis las ciudades, y las ruinas serán edificadas.
Así dice Jehová el Señor: Y será en aquel día, que subirán cosas a tu mente, y concebirás mal pensamiento;
He aquí, ha venido, y se ha cumplido, dice Jehová el Señor; éste es el día del cual he hablado.
Todo el pueblo de la tierra los enterrará; y será célebre para ellos el día que yo sea glorificado, dice Jehová el Señor.
Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios.
En el año veinticinco de nuestro cautiverio, al principio del año, a los diez del mes, a los catorce años después que la ciudad fue tomada, en aquel mismo día vino sobre mí la mano de Jehová, y me llevó allá.
Y me dijo: Hijo de hombre, así dice Jehová el Señor: Éstas son las ordenanzas del altar el día en que sea hecho, para ofrecer sobre él holocausto, y para esparcir sobre él sangre.
Y al segundo día ofrecerás un macho cabrío sin defecto, para expiación; y purificarán el altar como lo purificaron con el becerro.
Por siete días sacrificarán un macho cabrío cada día en expiación; asimismo sacrificarán el becerro de la vacada y un carnero sin defecto del rebaño.
Y acabados estos días, del octavo día en adelante, los sacerdotes sacrificarán sobre el altar vuestros holocaustos y vuestras ofrendas de paz; y me seréis aceptos, dice Jehová el Señor.
Y el día que entrare al santuario, al atrio de adentro, para ministrar en el santuario, ofrecerá su expiación, dice Jehová el Señor.
Así dice Jehová el Señor: El mes primero, el primer día del mes, tomarás un becerro sin defecto de la vacada, y purificarás el santuario.
Así harás el séptimo día del mes por el que peca por error o por engaño; y harás expiación por la casa.
Y aquel día el príncipe sacrificará por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra, un becerro por el pecado.
Y en los siete días de la fiesta solemne hará holocausto a Jehová, siete becerros y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días; y por el pecado un macho cabrío cada día.
Así dice Jehová el Señor: La puerta del atrio interior que mira al oriente, estará cerrada los seis días de trabajo, y el día del sábado se abrirá; se abrirá también el día de la luna nueva.
Y el holocausto que el príncipe ofrecerá a Jehová el día del sábado, será de seis corderos sin defecto, y un carnero sin tacha;
Mas el día de la luna nueva, ofrecerá un becerro sin defecto de la vacada, y seis corderos, y un carnero; deberán ser sin defecto.
Mas cuando el príncipe libremente hiciere holocausto u ofrendas de paz a Jehová, le abrirán la puerta que mira al oriente, y hará su holocausto y sus ofrendas de paz, como hace en el día del sábado; y luego saldrá; y cerrarán la puerta después que saliere.
Y sacrificarás para Jehová cada día en holocausto un cordero de un año sin defecto, cada mañana lo sacrificarás.
En derredor tendrá dieciocho mil cañas. Y el nombre de la ciudad desde aquel día será JEHOVÁ SAMA.