'Estaban' en la Biblia
Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino, Amán se había dejado caer sobre el lecho donde {se hallaba} Ester. Entonces el rey dijo: ¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa? Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.
Entonces Harbona, uno de los eunucos que {estaban} delante del rey, dijo: He aquí precisamente, la horca de cincuenta codos de alto está en la casa de Amán, la cual había preparado Amán para Mardoqueo, quien había hablado bien en favor del rey. Y el rey dijo: Ahorcadlo en ella.
En ellas el rey concedía a los judíos que {estaban} en cada ciudad {el derecho} de reunirse y defender su vida, de destruir, de matar y de exterminar al ejército de cualquier pueblo o provincia que los atacara, incluso a niños y mujeres, y de saquear sus bienes,
En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el {mismo} día que los enemigos de los judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.
Y aconteció que un día en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
vino un mensajero a Job y dijo: Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos,
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano mayor,
De miseria y hambre estaban extenuados; roían la tierra seca de noche en desierto y desolación;
Pues todas sus ordenanzas {estaban} delante de mí, y no alejé de mí sus estatutos.
Pero yo, cuando ellos estaban enfermos, vestía de cilicio; humillé mi alma con ayuno, y mi oración se repetía en mi pecho.
Aquel ha extendido sus manos contra los que estaban en paz con él, ha violado su pacto.
Moisés y Aarón {estaban} entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su nombre; ellos clamaron al SEÑOR, y El les respondió.
La cubriste con el abismo como con un vestido; las aguas estaban sobre los montes.
Tus mejores valles estaban llenos de carros, y los jinetes tomaron posiciones a la puerta.
`` ¿Acaso los libraron los dioses de las naciones que mis padres destruyeron, {es decir,} Gozán, Harán, Resef y a los hijos de Edén que {estaban} en Telasar?
Y dirás en tu corazón: `` ¿Quién me ha engendrado éstos? Pues yo había sido privada de mis hijos, y era estéril, desterrada y errante. Y a éstos, ¿quién los ha criado? He aquí, yo había sido dejada sola; {y} éstos, ¿dónde estaban?"
Miré, y he aquí que la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban arrasadas delante del SEÑOR, delante del ardor de su ira.
Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR, cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, y todo su ejército y todos los reinos de la tierra que estaban bajo su dominio y todos los pueblos peleaban contra Jerusalén y contra todas sus ciudades, diciendo:
Al oír Micaías, hijo de Gemarías, hijo de Safán, todas las palabras del SEÑOR {que estaban} en el libro,
descendió a la casa del rey, a la cámara del escriba. Y he aquí, estaban sentados allí todos los oficiales: el escriba Elisama, Delaía, hijo de Semaías, Elnatán, hijo de Acbor, Gemarías, hijo de Safán, Sedequías, hijo de Ananías, y todos los {demás} oficiales.
Entonces envió el rey a Jehudí a buscar el rollo, y éste lo tomó de la cámara del escriba Elisama. Y Jehudí lo leyó al rey y a todos los oficiales que estaban junto al rey.
``He aquí, todas las mujeres que quedan en el palacio del rey de Judá, serán llevadas a los oficiales del rey de Babilonia, y ellas dirán: `Te han engañado y han prevalecido contra ti; tus buenos amigos, mientras tus pies estaban hundidos en el lodo, se volvieron atrás.'
Y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo, ellos y sus hombres, oyeron que el rey de Babilonia había puesto a Gedalías, hijo de Ahicam, para gobernar la tierra, y que le había encomendado los hombres, mujeres y niños y los más pobres de la tierra que no habían sido deportados a Babilonia.
Asimismo todos los judíos que estaban en Moab, y entre los hijos de Amón, y en Edom, y los que {estaban} en todos los {demás} países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un remanente en Judá y que había puesto para gobernar sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.
Y Johanán, hijo de Carea, y todos los capitanes de las tropas que estaban en el campo vinieron a Gedalías en Mizpa,
se levantó Ismael, hijo de Netanías, y los diez hombres que estaban con él, e hirieron a espada a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán, y mataron al que el rey de Babilonia había puesto para gobernar sobre la tierra.
Ismael mató también a todos los judíos que estaban con él, {es decir,} con Gedalías, en Mizpa, y a los hombres de guerra caldeos que se encontraban allí.
Y sucedió que cuando entraron en la ciudad, Ismael, hijo de Netanías, y los hombres que con él estaban, los degollaron {y los echaron} en la cisterna.
Y oyó Johanán, hijo de Carea, y todos los capitanes de las tropas que estaban con él de todo el mal que había hecho Ismael, hijo de Netanías.
Y sucedió que cuando todo el pueblo que estaba con Ismael vio a Johanán, hijo de Carea, y a los capitanes de las tropas que estaban con él, se alegraron.
Entonces Johanán, hijo de Carea, y todos los capitanes de las tropas que estaban con él tomaron de Mizpa a todo el resto del pueblo que él había recobrado de Ismael, hijo de Netanías, después que {éste} había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, {es decir,} a los hombres de guerra, las mujeres, los niños y los eunucos, que había traído de Gabaón.
Entonces llamó a Johanán, hijo de Carea, y a todos los capitanes de las tropas que estaban con él, y a todo el pueblo desde el menor hasta el mayor,
Entonces todos los hombres que sabían que sus mujeres quemaban sacrificios a otros dioses, junto con todas las mujeres que estaban presentes, una gran multitud, y todo el pueblo que moraba en la tierra de Egipto, en Patros, respondieron a Jeremías, diciendo:
Pues así dice el SEÑOR: He aquí, los que no estaban condenados a beber la copa, ciertamente {la} beberán, ¿y serás tú absuelto por completo? No serás absuelto, sino que ciertamente {la} beberás.
se abrió brecha en la ciudad, y todos los hombres de guerra huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino de la puerta entre los dos muros que {había} junto al jardín del rey, a pesar de que los caldeos {estaban} alrededor de la ciudad, y se fueron por el camino del Arabá.
Y los caldeos rompieron en pedazos las columnas de bronce que {estaban} en la casa del SEÑOR, también las basas y el mar de bronce que {estaban} en la casa del SEÑOR, y llevaron todo su bronce a Babilonia.
En cuanto a las dos columnas, el mar, los doce toros de bronce que estaban debajo del mar {y} las basas que el rey Salomón había hecho para la casa del SEÑOR, no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos.
Y le habló amigablemente y puso su trono por encima de los tronos de los reyes que {estaban} con él en Babilonia.
Sus aros eran altos e imponentes, y los aros de las cuatro estaban llenos de ojos alrededor.
El lo desenrolló delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y en él estaban escritas lamentaciones, gemidos y ayes.
Entré, pues, y miré; y he aquí, {había} toda clase de reptiles y bestias {y} cosas abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel estaban grabados en el muro por todo alrededor.
Y de pie frente a ellos, estaban setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías, hijo de Safán, de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso subía.
Matad a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzaréis por mi santuario. Comenzaron, pues, con los ancianos que {estaban} delante del templo.
Los querubines estaban de pie a la derecha del templo cuando el hombre entró, y la nube llenaba el atrio interior.
Y todo su cuerpo, sus espaldas, sus manos, sus alas y las ruedas estaban llenos de ojos alrededor, las ruedas de los cuatro.
destruyó sus torres fortificadas y asoló sus ciudades; la tierra y cuanto había en ella estaban aterrados por el estruendo de sus rugidos.
`Los habitantes de Sidón y de Arvad eran tus remeros; tus sabios, Tiro, estaban a bordo; eran tus pilotos.
`Los ancianos de Gebal y sus mejores obreros estaban contigo reparando tus junturas; todas las naves del mar y sus marineros estaban contigo para negociar con tus productos.
`Los hijos de Arvad, con tu ejército, {estaban} en tus murallas {todo} alrededor, y los gamadeos estaban en tus torres. Colgaban sus escudos en tus murallas {todo} alrededor; ellos perfeccionaban tu hermosura.
`Vedán y Javán pagaban tus mercancías desde Uzal; hierro forjado, casia y caña dulce estaban entre tus productos.
``Porque así dice el Señor DIOS: `Al cabo de cuarenta años recogeré a los egipcios de entre los pueblos donde estaban dispersos;
``Era, pues, hermoso en su grandeza, por la extensión de sus ramas; porque sus raíces estaban junto a muchas aguas.
``Hermoso lo hice por la multitud de sus ramas, y lo envidiaban todos los árboles del Edén que estaban en el huerto de Dios.
Y no yacen junto a los héroes caídos de entre los incircuncisos que descendieron al Seol con sus armas de guerra, cuyas espadas estaban colocadas debajo de sus cabezas; pero el castigo de su iniquidad cayó sobre sus huesos, porque el terror de {estos} héroes {prevalecía} en la tierra de los vivientes.
Y El me hizo pasar en derredor de ellos, y he aquí, {eran} muchísimos sobre la superficie del valle; y he aquí, {estaban} muy secos.
Y {había} siete gradas para subir a ella, y sus pórticos {estaban} delante de ellas; y tenía figuras de palmeras sobre sus pilares, una a cada lado.
Ganchos dobles, de un palmo menor de longitud, estaban colocados en el interior, todo alrededor; y sobre las mesas estaba la carne de la ofrenda.
Las cámaras laterales estaban superpuestas en tres pisos, treinta en cada piso; y las cámaras laterales se extendían hasta el muro que {estaba} en su lado interior, todo alrededor, para que fueran aseguradas sin que fueran aseguradas al muro del templo.
Los umbrales, las ventanas con celosías y las galerías alrededor de sus tres pisos, frente al umbral, estaban recubiertos de madera todo alrededor, {desde} el suelo hasta las ventanas (mas las ventanas {estaban} cubiertas {con celosías}),
cara de hombre hacia la palmera por un lado y cara de leoncillo hacia la palmera por el otro lado; estaban esculpidos alrededor de todo el templo.
También estaban esculpidos en ellas, en las puertas de la nave, querubines y palmeras como los esculpidos en las paredes; y {había} un portal de madera en la fachada del vestíbulo por el exterior.
Pues {estaban} en tres pisos y no tenían pilares como los pilares de los atrios; por tanto {las cámaras superiores} se estrechaban a partir del suelo más que las inferiores y las intermedias.
Porque la longitud de las cámaras que {estaban} en el atrio exterior {era} de cincuenta codos; y {las que estaban} frente al templo {tenían} cien codos.
Y el corredor delante de ellas {era} semejante al de las cámaras que {estaban} al norte; su longitud era igual a su anchura; y todas sus salidas, así como sus disposiciones y sus entradas, {eran iguales.}
Entre éstos estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, de los hijos de Judá.
Al cabo de los diez días su aspecto parecía mejor y estaban más rollizos que todos los jóvenes que habían estado comiendo los manjares del rey.
Entonces se reunieron los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y {todos} estaban de pie delante de la estatua que Nabucodonosor había levantado.
Un río de fuego corría, saliendo de delante de El. Miles de millares le servían, y miríadas de miríadas estaban en pie delante de El. El tribunal se sentó, y se abrieron los libros.
Me acerqué a uno de los que estaban allí de pie y le pedí que me dijera la verdad acerca de todo esto. Y me respondió, dándome a conocer la interpretación de estas cosas:
Y sólo yo, Daniel, vi la visión; los hombres que estaban conmigo no vieron la visión, pero un gran terror cayó sobre ellos y huyeron a esconderse.
Entonces yo, Daniel, miré, y he aquí otros dos estaban de pie, uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.
Etiopía era {su} fortaleza, también Egipto, y no tenía límite. Fut y Libia estaban entre los que la ayudaban.
Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.
`` ¿No son {estas} las palabras que el SEÑOR proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y próspera con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev y la tierra baja estaban habitados?"
Y se extendió su fama por toda Siria; y traían a El todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, endemoniados, epilépticos y paralíticos; y El los sanaba.
Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con {su} palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos,
Y viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban angustiadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
cómo entró en la casa de Dios y comieron los panes consagrados, que no les era lícito comer, ni a él ni a los que estaban con él, sino sólo a los sacerdotes?
Y todas las multitudes estaban asombradas, y decían: ¿Acaso no es éste el Hijo de David?
Mientras El aún estaba hablando a la multitud, he aquí, su madre y sus hermanos estaban afuera, deseando hablar con El.
Entonces los que estaban en la barca le adoraron, diciendo: En verdad eres Hijo de Dios.
Al oír {esto,} los discípulos estaban llenos de asombro, y decían: Entonces, ¿quién podrá salvarse?
Y salió como a la hora tercera, y vio parados en la plaza a otros {que estaban} sin trabajo;
Y he aquí, dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que Jesús pasaba, gritaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
Pues así como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca,
Y mientras ellas iban a comprar, vino el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al {banquete} de bodas, y se cerró la puerta.
Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados {de sueño.}
Y sucedió que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.
Y los que prendieron a Jesús le llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos.
Cuando salió al portal, lo vio otra {sirvienta} y dijo* a los que estaban allí: Este estaba con Jesús el nazareno.
Y un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: Seguro que tú también eres {uno} de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
Algunos de los que estaban allí, al oírlo, decían: Este llama a Elías.
El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: En verdad éste era Hijo de Dios.
Y muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle, estaban allí, mirando de lejos;
entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Yendo un poco más adelante vio a Jacobo, el {hijo} de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, le trajeron todos los que estaban enfermos y los endemoniados.
Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El.
Pero estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones:
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante.