'Faraón' en la Biblia
Viéronla también los príncipes de Faraón, y se la alabaron; y fué llevada la mujer á casa de Faraón:
Mas Jehová hirió á Faraón y á su casa con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
Entonces Faraón llamó á Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer?
Entonces Faraón dió orden á sus gentes acerca de Abram; y le acompañaron, y á su mujer con todo lo que tenía.
Y los Midianitas lo vendieron en Egipto á Potiphar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia.
Y LLEVADO José á Egipto, comprólo Potiphar, eunuco de Faraón, capitán de los de la guardia, varón Egipcio, de mano de los Ismaelitas que lo habían llevado allá.
Y enojóse Faraón contra sus dos eunucos, contra el principal de los coperos, y contra el principal de los panaderos:
Y él preguntó á aquellos eunucos de Faraón, que estaban con él en la prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal vuestros semblantes?
Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas, y las exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón.
Al cabo de tres días Faraón te hará levantar cabeza, y te restituirá á tu puesto: y darás la copa á Faraón en su mano, como solías cuando eras su copero.
Acuérdate, pues, de mí para contigo cuando tuvieres ese bien, y ruégote que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí á Faraón, y me saques de esta casa:
Y en el canastillo más alto había de todas las viandas de Faraón, obra de panadero; y que las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.
Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti.
Y fué el tercero día el día del nacimiento de Faraón, é hizo banquete á todos sus sirvientes: y alzó la cabeza del principal de los coperos, y la cabeza del principal de los panaderos, entre sus servidores.
E hizo volver á su oficio al principal de los coperos; y dió él la copa en mano de Faraón.
Y ACONTECIO que pasados dos años tuvo Faraón un sueño: Parecíale que estaba junto al río;
Y que las vacas de fea vista y enjutas de carne devoraban á las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón.
Y las siete espigas menudas devoraban á las siete espigas gruesas y llenas. Y despertó Faraón, y he aquí que era sueño.
Y acaeció que á la mañana estaba agitado su espíritu; y envió é hizo llamar á todos los magos de Egipto, y á todos sus sabios: y contóles Faraón sus sueños, mas no había quien á Faraón los declarase.
Entonces el principal de los coperos habló á Faraón, diciendo: Acuérdome hoy de mis faltas:
Faraón se enojó contra sus siervos, y á mí me echó á la prisión de la casa del capitán de los de la guardia, á mí y al principal de los panaderos:
Entonces Faraón envió y llamó á José; é hiciéronle salir corriendo de la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino á Faraón.
Y dijo Faraón á José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo declare; mas he oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos.
Y respondió José á Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que responda paz á Faraón.
Entonces Faraón dijo á José: En mi sueño parecíame que estaba á la orilla del río:
Entonces respondió José á Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios ha mostrado á Faraón lo que va á hacer.
Esto es lo que respondo á Faraón. Lo que Dios va á hacer, halo mostrado á Faraón.
Y el suceder el sueño á Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura á hacerla.
Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la hartura;
Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
Y el negocio pareció bien á Faraón, y á sus siervos.
Y dijo Faraón á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en quien haya espíritu de Dios?
Y dijo Faraón á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú:
Dijo más Faraón á José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y púsolo en la mano de José, é hízole vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello;
Y dijo Faraón á José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
Y llamó Faraón el nombre de José, Zaphnath-paaneah; y dióle por mujer á Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. Y salió José por toda la tierra de Egipto.
Y era José de edad de treinta años cuando fué presentado delante de Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón, y transitó por toda la tierra de Egipto.
Y cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó á Faraón por pan. Y dijo Faraón á todos los Egipcios: Id á José, y haced lo que él os dijere.
En esto seréis probados: Vive Faraón que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor aquí viniere.
Enviad uno de vosotros, y traiga á vuestro hermano; y vosotros quedad presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros: y si no, vive Faraón, que sois espías.
Entonces Judá se llegó á él, y dijo: Ay señor mío, ruégote que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como Faraón.
Entonces se dió á llorar á voz en grito; y oyeron los Egipcios, y oyó también la casa de Faraón.
Así pues, no me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón, y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.
Y oyóse la noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y plugo en los ojos de Faraón y de sus siervos.
Y dijo Faraón á José: Di á tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras bestias, é id, volved á la tierra de Canaán;
E hiciéronlo así los hijos de Israel: y dióles José carros conforme á la orden de Faraón, y suministróles víveres para el camino.
Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Y José dijo á sus hermanos, y á la casa de su padre: Subiré y haré saber á Faraón, y diréle: Mis hermanos y la casa de mi padre, que estaban en la tierra de Canaán, han venido á mí;
Y cuando Faraón os llamare y dijere: ¿cuál es vuestro oficio?
Y JOSÉ vino, é hizo saber á Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén.
Y de los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y presentólos delante de Faraón.
Y Faraón dijo á sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos respondieron á Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros como nuestros padres.
Dijeron además á Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán: por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
Entonces Faraón habló á José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han venido á ti;
Y José introdujo á su padre, y presentólo delante de Faraón; y Jacob bendijo á Faraón.
Y dijo Faraón á Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida?
Y Jacob respondió á Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado á los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
Y Jacob bendijo á Faraón, y salióse de delante de Faraón.
Así José hizo habitar á su padre y á sus hermanos, y dióles posesión en la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Rameses como mandó Faraón.
Y recogió José todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto y en la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió José el dinero en casa de Faraón.
¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra tierra? Cómpranos á nosotros y á nuestra tierra por pan, y seremos nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón: y danos simiente para que vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra.
Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los Egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos: y la tierra vino á ser de Faraón.
Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían su ración que Faraón les daba: por eso no vendieron su tierra.
Y José dijo al pueblo: He aquí os he hoy comprado y á vuestra tierra para Faraón: ved aquí simiente, y sembraréis la tierra.
Y será que de los frutos daréis el quinto á Faraón, y las cuatro partes serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento, y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños.
Y ellos respondieron: La vida nos has dado: hallemos gracia en ojos de mi señor, y seamos siervos de Faraón.
Entonces José lo puso por fuero hasta hoy sobre la tierra de Egipto, señalando para Faraón el quinto; excepto sólo la tierra de los sacerdotes, que no fué de Faraón.
Y pasados los días de su luto, habló José á los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón, diciendo:
Entonces José subió á sepultar á su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto.
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