'Haz' en la Biblia
Y respondió Abram a Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo que bien te pareciere. Entonces Sarai la afligió, y ella huyó de su presencia.
y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis, porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo de la ceniza.
Y dijo: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.
Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es, y de nuestros hijos; ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho.
Y dijo Dios a Jacob: Levántate, sube a Bet-el, y estáte allí; y haz allí un altar a Dios quien se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
Entonces Judá dijo a Onán: Entra a la mujer de tu hermano, y haz parentesco con ella, y levanta simiente a tu hermano.
la tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz habitar a tu padre y a tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y si entiendes que hay entre ellos hombres valientes, ponlos por mayorales del ganado mío.
Y dijo Moisés a Aarón: Acércate al altar, y ofrezca tu pecado, y tu holocausto, y haz la reconciliación por ti y por el pueblo; ofrezca también la ofrenda del pueblo, y haz la reconciliación por ellos; como ha mandado el SEÑOR.
Haz venir a la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le ministren;
Y así les harás para limpiarlos: rocía sobre ellos el agua de la expiación del pecado, y haz pasar la navaja sobre toda su carne, y lavarán sus vestidos, y serán limpiados.
y haz desnudar a Aarón sus vestidos, y viste de ellos a Eleazar su hijo; porque Aarón será reunido a su pueblo, y allí morirá.
Haz la venganza de los hijos de Israel sobre los madianitas; después serás recogido a tu pueblo.
Haz pues ahora pregonar, que lo oiga el pueblo, diciendo: El que teme y se estremece, madrugue y regrese desde el monte de Galaad. Y regresaron de los del pueblo veintidós mil; y quedaron diez mil.
Y los hijos de Israel respondieron al SEÑOR: Hemos pecado; haz tú con nosotros como bien te pareciere; solamente que ahora nos libres en este día.
Ella entonces le respondió: Padre mío, si has abierto tu boca al SEÑOR, haz de mí como salió de tu boca, pues que el SEÑOR te ha hecho venganza de tus enemigos los hijos de Amón.
Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te pareciere; quédate hasta que lo destetes; solamente que el SEÑOR cumpla su palabra. Y se quedó la mujer, y crió su hijo hasta que lo destetó.
Y cuando te hubieren sobrevenido estas señales, haz según lo que te encontrare a la mano, porque Dios está contigo.
Y subió Nahas amonita, y asentó campamento contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos.
Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, que aquí estoy contigo a tu voluntad.
Y dijo Saúl: Descendamos de noche contra los filisteos, y los saquearemos hasta la mañana, y no dejaremos de ellos ninguno. Y ellos dijeron: Haz lo que bien te pareciere. Dijo luego el sacerdote: Acerquémonos aquí a Dios.
Dijo luego a todo Israel: Vosotros estaréis a un lado, y yo y Jonatán mi hijo estaremos al otro lado. Y el pueblo respondió a Saúl: Haz lo que bien te pareciere.
Bien que alguien se haya levantado a perseguirte y a buscar tu alma, con todo, el alma de mi señor será ligada en el haz de los que viven con el SEÑOR Dios tuyo, y él arrojará el alma de tus enemigos como de en medio de la palma de una honda.
Y envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que le dijeran: Haz pacto conmigo, y he aquí que mi mano será contigo para volver a ti todo Israel.
Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, que el SEÑOR está contigo.
Ahora pues, SEÑOR Dios, la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, despiértala eternalmente, y haz conforme a lo que has dicho.
Entonces el rey dijo a Joab: He aquí yo hice esto; por tanto ve, y haz volver al joven Absalón.
¿Ayer viniste, y he de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy como voy; tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos; en ti hay misericordia y verdad.
Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz pues lo que bien te pareciere.
Y Gad vino a David aquel día, y le dijo: Sube, y haz un altar al SEÑOR en la era de Arauna, el jebuseo.
Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérralo, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.
Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello un pequeño pan cocido debajo de la ceniza, y tráemelo; y después harás para ti y para tu hijo.
Haz pues así: Saca a los reyes cada uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos.
Y le dijo Ben-adad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria; y yo me iré de ti confederado. Y el rey de Israel hizo pacto con él, y lo envió.
Y Eliseo se volvió a Gilgal. Había entonces grande hambre en la tierra. Y los hijos de los profetas estaban con él, por lo que dijo a su criado: Pon una grande olla, y haz potaje para los hijos de los profetas.
Y cuando llegues allá, verás allí a Jehú hijo de Josafat hijo de Nimsi; y entrando, haz que se levante de entre sus hermanos, y llévalo a la cámara.
Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo.
Ahora pues, SEÑOR, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
Y envió a decir Salomón a Hiram rey de Tiro: Haz conmigo como hiciste con David mi padre, enviándole cedros para que edificara para sí casa en que morara.
Entonces el rey de Israel llamó un eunuco, y le dijo: Haz venir luego a Micaías hijo de Imla.
Aunque más digas, no lo mirará; haz juicio delante de él, y espera en él.
Haz maravillosas tus misericordias, salvador de los que en ti confían, de los que se levantan contra tu diestra.
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.
Nun Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.
Bet Espera en el SEÑOR, y haz bien; vive en la tierra, y mantén la verdad.
Sámec Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.
Haz bien con tu voluntad a Sion; edifica los muros de Jerusalén.
Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos.
Oh Dios, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, SEÑOR, me ayudaste, y me consolaste.
Y tú, oh DIOS el Señor, haz conmigo por amor de tu Nombre: Líbrame, porque tu misericordia es buena.
GUIMEL Haz este bien a tu siervo que viva, y guarde tu palabra.
Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos.
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
Haz bien, oh SEÑOR, a los buenos, y a los que son rectos en sus corazones.
Haz volver nuestra cautividad oh SEÑOR, como los arroyos en el austro.
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, porque has caído en la mano de tu prójimo; ve, humíllate, y esfuerza tu prójimo.
Grita en alta voz, hija de Galim; Lais haz que te oiga la pobre Anatot.
Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en el mediodía como la noche; esconde los desterrados, no descubras al huido.
Toma arpa, y rodea la ciudad, oh ramera olvidada; haz buena melodía, reitera la canción, para que tornes en memoria.
Mas tú, oh SEÑOR, conoces todo su consejo contra mí que es para muerte; no perdones su iniquidad, ni borres su pecado de delante de tu rostro, y tropiecen delante de ti; haz así con ellos en el tiempo de tu furor.
Entonces mandó el rey al mismo Ebed-melec etíope, diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar a Jeremías profeta de la mazmorra, antes que muera.
Sube contra la tierra de contumaces (Merataim), contra ella, y contra los moradores de la visitación (Pecod); destruye y mata en pos de ellos, dijo el SEÑOR, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado.
Tau: Entre delante de ti toda su maldad, y haz con ellos como hiciste conmigo por todas mis rebeliones. Porque muchos son mis suspiros, y mi corazón está dolorido.
Y me dijo: Hijo de hombre, haz a tu vientre que coma, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.
Haz una cadena, porque la tierra está llena de juicios de sangre, y la ciudad está llena de violencia.
Toma una oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; cuece también sus huesos dentro de ella.
Ahora pues, Dios nuestro, oye la oración de tu siervo, y sus ruegos, y haz que tu rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por el Señor.
Oye, Señor. Perdona Señor. Está atento, Señor, y haz; no pongas dilación, por ti mismo, Dios mío; porque tu Nombre es llamado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
Juntaos y venid, gentiles todos de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh SEÑOR, tus fuertes.