'He' en la Biblia
- 1.Gé 1:29-Gé 32:30
- 2.Gé 33:1-Éx 23:20
- 3.Éx 24:8-Deuteronomio 3:20
- 4.Deuteronomio 4:5-Jueces 21:19
- 5.Jueces 21:21-1 Samuel 25:36
- 6.1 Samuel 25:41-1 Reyes 8:13
- 7.1 Reyes 8:20-2 Reyes 13:21
- 8.2 Reyes 15:11-2 Crónicas 35:27
- 9.2 Crónicas 36:8-Job 40:5
- 10.Job 40:15-Salmos 119:106
- 11.Salmos 119:110-Isaías 21:10
- 12.Isaías 22:17-Isaías 59:1
- 13.Isaías 59:9-Jeremías 23:3
- 14.Jeremías 23:5-Jeremías 48:38
- 15.Jeremías 48:40-Ezequiel 21:5
- 16.Ezequiel 21:7-Daniel 3:15
- 17.Daniel 4:9-Zacarías 8:15
- 18.Zacarías 9:4-Lucas 7:37
- 19.Lucas 8:41-Juan 19:5
- 20.Juan 19:14-Colosenses 4:8
- 21.1 Timoteo 1:20-Apocalipsis 22:16
Y ella se levantó y postrándose rostro en tierra, dijo: He aquí, vuestra sierva es una criada para lavar los pies de los siervos de mi señor.
Y David y Abisai llegaron de noche al campamento, y he aquí, Saúl estaba durmiendo en medio del campamento, con su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y la gente estaban acostados alrededor de él.
También dijo: ¿Por qué persigue mi señor a su siervo? ¿Pues qué he hecho? ¿Qué maldad hay en mi mano?
Y Saúl dijo: He pecado. Vuelve, David, hijo mío, porque no volveré a hacerte daño pues mi vida fue muy estimada en tus ojos hoy. He aquí, he actuado neciamente y he cometido un grave error.
Respondió David, y dijo: He aquí la lanza del rey. Que pase acá uno de los jóvenes y la recoja.
He aquí, como tu vida fue preciosa ante mis ojos hoy, así sea preciosa mi vida ante los ojos del SEÑOR, y que El me libre de toda aflicción.
Y David dijo a Aquis: Si he hallado ahora gracia ante tus ojos, que me den un lugar en una de las aldeas en el campo para que habite allí; pues, ¿por qué ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?
Entonces Saúl dijo a sus siervos: Buscadme una mujer que sea médium para ir a consultarla. Y sus siervos le dijeron: He aquí, hay una mujer en Endor que es médium.
Pero la mujer le dijo: He aquí, tú sabes lo que Saúl ha hecho, cómo ha echado de la tierra a los que son médium y espiritistas. ¿Por qué, pues, pones trampa contra mi vida para hacerme morir?
Entonces Samuel dijo a Saúl: ¿Por qué me has perturbado haciéndome subir? Y Saúl respondió: Estoy en gran angustia, pues los filisteos hacen guerra contra mí; Dios se ha apartado de mí y ya no me responde ni por los profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me reveles lo que debo hacer.
La mujer se acercó a Saúl, y viendo que estaba aterrorizado, le dijo: He aquí, tu sierva te ha obedecido y he puesto mi vida en peligro al oír las palabras que tú me hablaste.
Entonces los jefes de los filisteos dijeron: ¿Qué {hacen aquí} estos hebreos? Y Aquis dijo a los jefes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl, rey de Israel, que ha estado conmigo estos días, o {más bien} estos años, y no he hallado falta en él desde el día en que se pasó {a mí} hasta hoy?
Aquis llamó a David y le dijo: Vive el SEÑOR que tú {has sido} recto; tu salir y tu entrar en el ejército conmigo son agradables a mis ojos, pues no he hallado mal en ti desde el día en que te pasaste a mí hasta hoy. Sin embargo, no eres agradable a los ojos de los príncipes.
Y David dijo a Aquis: Pero, ¿qué he hecho? ¿Y qué has hallado en tu siervo desde el día en que estuve delante de ti hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?
Cuando llegaron David y sus hombres a la ciudad, he aquí que había sido quemada, y que sus mujeres, sus hijos y sus hijas habían sido llevados cautivos.
Cuando lo llevó, he aquí que estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los filisteos y de la tierra de Judá.
Cuando llegó David a Siclag, mandó {parte} del botín a los ancianos de Judá, sus amigos, diciendo: He aquí un presente para vosotros del botín de los enemigos del SEÑOR.
Y al tercer día, he aquí, un hombre llegó del campamento de Saúl con sus ropas rasgadas y polvo sobre su cabeza, y al llegar ante David, cayó en tierra y se postró.
Y David le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Me he escapado del campamento de Israel.
El joven que se lo había contado, dijo: Yo estaba por casualidad en el monte Gilboa, y he aquí, Saúl estaba apoyado sobre su lanza. Y he aquí que los carros y los jinetes lo perseguían de cerca.
Me puse, pues, junto a él y lo maté, porque yo sabía que él no podía vivir después de haber caído. Tomé la corona que {estaba} en su cabeza y la pulsera que {estaba} en su brazo, y los he traído aquí a mi señor.
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, porque tu boca ha testificado contra ti, al decir: ``Yo he matado al ungido del SEÑOR."
y ordenó que enseñaran a los hijos de Judá el {cántico del} arco; he aquí, está escrito en el libro de Jaser.
Volvió a decir Abner a Asael: Deja de perseguirme. ¿Por qué he de derribarte en tierra? ¿Cómo podría entonces levantar mi rostro ante tu hermano Joab?
Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer.
Entonces Abner envió mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿De quién es la tierra? Y que dijeran {también:} Haz tu pacto conmigo, y he aquí, mi mano será contigo para traer a ti a todo Israel.
He aquí, los siervos de David y Joab vinieron de hacer una incursión trayendo consigo mucho botín; pero Abner no estaba con David en Hebrón, porque él lo había despedido y se había ido en paz.
Entonces vino Joab al rey y dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo has despedido y él ya se ha ido?
Trajeron la cabeza de Is-boset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Is-boset, hijo de tu enemigo Saúl, el que buscaba tu vida; de esta manera el SEÑOR ha concedido hoy a mi señor el rey venganza sobre Saúl y sus descendientes.
que cuando uno me avisó, diciendo: ``He aquí, Saúl ha muerto", pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por {sus} noticias.
`Pues no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los hijos de Israel hasta hoy, sino que he andado errante en una tienda, en un tabernáculo.
`Dondequiera que he ido con todos los hijos de Israel, ¿hablé palabra a alguna de las tribus de Israel, a la cual haya ordenado que pastoreara a mi pueblo Israel, diciendo: `` ¿Por qué no me habéis edificado una casa de cedro?"'"
`Y he estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra.
El rey le dijo: ¿Dónde está? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en casa de Maquir, hijo de Amiel, en Lodebar.
Y Mefiboset, hijo de Jonatán, hijo de Saúl, vino a David, y cayendo sobre su rostro, se postró. Y David dijo: Mefiboset. Y {éste} respondió: He aquí tu siervo.
Entonces el rey llamó a Siba, siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que pertenecía a Saúl y a su casa, lo he dado al nieto de tu señor.
Y Urías respondió a David: El arca, Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab y los siervos de mi señor acampan a campo abierto. ¿He de ir yo a mi casa para comer, beber y acostarme con mi mujer? Por tu vida y la vida de tu alma, que no haré tal cosa.
Así dice el SEÑOR: ``He aquí, de tu misma casa levantaré el mal contra ti; {y} aun tomaré tus mujeres delante de tus ojos y {las} daré a tu compañero, y éste se acostará con tus mujeres a plena luz del día.
Entonces David dijo a Natán: He pecado contra el SEÑOR. Y Natán dijo a David: El SEÑOR ha quitado tu pecado; no morirás.
Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.
Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí.
Entonces Joab envió mensajeros a David que {le} dijeran: He combatido contra Rabá, {y} también he tomado la ciudad de las aguas.
Y vino Absalón al rey y dijo: He aquí, ahora tu siervo tiene esquiladores de ovejas; ruego que venga el rey y sus siervos con tu siervo.
Absalón ordenó a sus siervos, diciendo: Mirad, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo os diga: ``Herid a Amnón", entonces matadle. No temáis; ¿no os lo he mandado yo? Tened ánimo y sed valientes.
Entre tanto Absalón había huido. Y el joven que estaba de atalaya alzó los ojos y miró, y he aquí, mucha gente que venía por el camino {que estaba} a sus espaldas del lado del monte.
Y Jonadab dijo al rey: He aquí, son los hijos del rey que vienen; conforme a la palabra de tu siervo, así ha sucedido.
Y aconteció que apenas había acabado de hablar, he aquí, los hijos del rey llegaron, alzaron su voz y lloraron; y también el rey y todos sus siervos lloraron muy amargamente.
Y he aquí que toda la familia se ha levantado contra tu sierva, y dicen: ``Entrega al que hirió a su hermano, para que le demos muerte por la vida de su hermano a quien mató, y destruyamos al heredero también." Así extinguirán el ascua que me queda, no dejando a mi marido nombre ni remanente sobre la faz de la tierra.
Ahora, la razón por la cual he venido a decir esta palabra a mi señor el rey, es porque el pueblo me ha atemorizado; por eso tu sierva se dijo: ``Hablaré ahora al rey, tal vez el rey cumpla la petición de su sierva.
Entonces el rey dijo a Joab: He aquí, ciertamente ahora haré esto; ve {y} trae al joven Absalón.
Joab cayó rostro en tierra, y postrándose, bendijo al rey; entonces Joab dijo: Oh rey mi señor, hoy tu siervo sabe que he hallado gracia ante tus ojos, puesto que el rey ha concedido la petición de su siervo.
Y Absalón respondió a Joab: He aquí, envié por ti, diciendo: ``Ven acá, para enviarte al rey a decir{le:} ` ¿Para qué vine de Gesur? Mejor me hubiera sido estar aún allá.'" Ahora pues, vea yo el rostro del rey; y si hay iniquidad en mí, que me dé muerte.
Y aconteció que al cabo de cuatro años Absalón dijo al rey: Te ruego me dejes ir a Hebrón a pagar mi voto que he hecho al SEÑOR.
Y los siervos del rey le dijeron: He aquí, tus siervos {están listos para hacer} todo lo que nuestro señor el rey quiera.
Llegaste {apenas} ayer, ¿y he de hacer que vagues hoy con nosotros mientras yo voy por donde quiera ir? Regresa y haz volver a tus hermanos, y que sean contigo la misericordia y la verdad.
Y he aquí, Sadoc {pasó} también, y todos los levitas con él, llevando el arca del pacto de Dios. Y asentaron el arca de Dios, y Abiatar subió después que había terminado de pasar todo el pueblo {que salía} de la ciudad.
Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, he aquí, Husai arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.
Pero si regresas a la ciudad, y dices a Absalón: ``Seré tu siervo, oh rey; como en el pasado he sido siervo de tu padre, así ahora seré tu siervo", entonces harás nulo el consejo de Ahitofel en favor mío.
He aquí, sus dos hijos están allí con ellos, Ahimaas, hijo de Sadoc, y Jonatán, hijo de Abiatar, y por medio de ellos me comunicarás todo lo que oigas.
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, he aquí que Siba, el criado de Mefiboset, {salió} a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos {había} doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.
Entonces el rey dijo: ¿Y dónde está el hijo de tu señor? Y Siba respondió al rey: He aquí, está en Jerusalén, pues ha dicho: ``Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre."
Y el rey dijo a Siba: He aquí, todo lo que pertenece a Mefiboset es tuyo. Y Siba dijo: Me inclino; que halle yo gracia ante tus ojos, oh rey, mi señor.
Al llegar el rey David a Bahurim, he aquí, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo;
El SEÑOR ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. He aquí, estás {prendido} en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.
Y David dijo a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este benjamita? Dejadlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho.
Además, ¿a quién debería yo servir? ¿No {habría de ser} en la presencia de su hijo? Tal como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti.
He aquí, él ahora se habrá escondido en una de las cuevas o en algún {otro} lugar; y sucederá que si en el primer {asalto} caen algunos de los tuyos, cualquiera que se entere, dirá: ``Ha habido una matanza en el pueblo que sigue a Absalón."
Dijo después Husai a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto es lo que Ahitofel aconsejó a Absalón y a los ancianos de Israel, y esto es lo que yo he aconsejado.
Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina.
Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, {tú lo} viste, ¿por qué no lo heriste allí {derribándolo} a tierra? Yo te hubiera dado diez {piezas} de plata y un cinturón.
David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo.
el atalaya vio a otro hombre corriendo; y el atalaya dio voces al portero, y dijo: He aquí, {otro} hombre corriendo solo. Y el rey dijo: Este también trae buenas noticias.
Y he aquí, llegó el cusita, y dijo: Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el SEÑOR te ha librado hoy de la mano de todos aquellos que se levantaron contra ti.
Entonces dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora y se lamenta por Absalón.
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta, entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.
Pues yo tu siervo reconozco que he pecado; por tanto, he aquí que hoy he venido, el primero de toda la casa de José, para descender al encuentro de mi señor el rey.
Y el rey le dijo: ¿Por qué sigues hablando de tus asuntos? Yo he decidido: ``Tú y Siba os repartiréis las tierras."
Y he aquí, todos los hombres de Israel vinieron al rey y le dijeron: ¿Por qué te han secuestrado nuestros hermanos, los hombres de Judá, y han hecho pasar el Jordán al rey y a su casa, y a todos los hombres de David con él?
Este no es el caso, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, llamado Seba, hijo de Bicri, ha levantado su mano contra el rey David. Solamente entregadlo, y yo me iré de la ciudad. Y la mujer dijo a Joab: He aquí, su cabeza te será arrojada por encima del muro.
Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios.
Los he consumido y los he destrozado, y no pudieron levantarse; cayeron debajo de mis pies.
Después que David contó el pueblo le pesó en su corazón. Dijo, pues, David al SEÑOR: He pecado en gran manera por lo que he hecho. Pero ahora, oh SEÑOR, te ruego que quites la iniquidad de tu siervo, porque he obrado muy neciamente.
Así que Gad fue a David y se lo hizo saber, diciéndo{le:} ¿{Quieres que} te vengan siete años de hambre en tu tierra, o que huyas por tres meses delante de tus enemigos mientras te persiguen, o que haya tres días de pestilencia en tu tierra? Considera ahora, y mira qué respuesta he de dar al que me envió.
Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: He aquí, yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre.
He aquí, mientras estés aún hablando con el rey, yo entraré tras de ti y confirmaré tus palabras.
Y he aquí, ahora Adonías es rey; y {tú,} mi señor el rey, {hasta} ahora no {lo} sabes.
Y he aquí que mientras ella estaba aún hablando con el rey, entró el profeta Natán.
Porque él ha descendido hoy y ha sacrificado bueyes, animales cebados y ovejas en abundancia, ha invitado a todos los hijos del rey, a los comandantes del ejército y al sacerdote Abiatar, y he aquí, están comiendo y bebiendo en su presencia, y gritan: `` ¿Viva el rey Adonías!"
Después subiréis tras él, y él vendrá, se sentará en mi trono y reinará en mi lugar; porque lo he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.
Estaba aún hablando, cuando he aquí, llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. Y Adonías {le} dijo: Entra, pues tú eres hombre valiente y traerás buenas noticias.
Y avisaron a Salomón, diciéndo{le:} He aquí, Adonías tiene miedo del rey Salomón, y se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: ``Que el rey Salomón me jure hoy que no matará a espada a su siervo."
Y he aquí, está contigo Simei, hijo de Gera, benjamita de Bahurim; él fue el que me maldijo con una terrible maldición el día que yo iba a Mahanaim. Mas cuando descendió a mi encuentro en el Jordán, le juré por el SEÑOR, diciendo: ``No te mataré a espada."
Pero aconteció al cabo de tres años, que dos de los siervos de Simei huyeron a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei, diciéndo{le:} He aquí, tus siervos están en Gat.
Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: ¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente, diciendo: ``El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás"? Y tú me dijiste: ``La palabra que he oído es buena."
he aquí, he hecho conforme a tus palabras. He aquí, te he dado un corazón sabio y entendido, de modo que no ha habido ninguno como tú antes de ti, ni se levantará ninguno como tú después de ti.
También te he dado lo que no has pedido, tanto riquezas como gloria, de modo que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días.
Cuando me levanté al amanecer para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero cuando lo observé con cuidado por la mañana, vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.
Y he aquí, pienso edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR habló a mi padre David, diciendo: ``Tu hijo, a quien pondré sobre el trono en tu lugar, él edificará la casa a mi nombre."
Y envió Hiram {respuesta} a Salomón, diciendo: He oído {el mensaje} que me enviaste; haré lo que tú quieras en cuanto a las maderas de cedro y de ciprés.
Ciertamente yo te he edificado una casa majestuosa, un lugar para tu morada para siempre.
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- 1.Gé 1:29-Gé 32:30
- 2.Gé 33:1-Éx 23:20
- 3.Éx 24:8-Deuteronomio 3:20
- 4.Deuteronomio 4:5-Jueces 21:19
- 5.Jueces 21:21-1 Samuel 25:36
- 6.1 Samuel 25:41-1 Reyes 8:13
- 7.1 Reyes 8:20-2 Reyes 13:21
- 8.2 Reyes 15:11-2 Crónicas 35:27
- 9.2 Crónicas 36:8-Job 40:5
- 10.Job 40:15-Salmos 119:106
- 11.Salmos 119:110-Isaías 21:10
- 12.Isaías 22:17-Isaías 59:1
- 13.Isaías 59:9-Jeremías 23:3
- 14.Jeremías 23:5-Jeremías 48:38
- 15.Jeremías 48:40-Ezequiel 21:5
- 16.Ezequiel 21:7-Daniel 3:15
- 17.Daniel 4:9-Zacarías 8:15
- 18.Zacarías 9:4-Lucas 7:37
- 19.Lucas 8:41-Juan 19:5
- 20.Juan 19:14-Colosenses 4:8
- 21.1 Timoteo 1:20-Apocalipsis 22:16