'Hijo' en la Biblia
Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.
Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu esposa Elisabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan.
Y he aquí, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado el Hijo de Dios.
Y he aquí tu prima Elisabet, la que llamaban estéril, ella también ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para ella;
Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.
Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Y cuando le vieron, se asombraron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia.
siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia.
Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta años, siendo (como se creía) hijo de José, hijo de Elí,
hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,
hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai,
hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Simeí, hijo de José, hijo de Judá,
hijo de Joana, hijo de Rhesa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,
hijo de Melqui, hijo de Abdi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,
hijo de José, hijo de Eliezer, hijo de Joreim, hijo de Matat, hijo de Leví,
hijo de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,
hijo de Melea, hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán, hijo de David,
hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Boaz, hijo de Salmón, hijo de Naasón,
hijo de Aminadab, hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá,
hijo de Jacob, hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor,
hijo de Serug, hijo de Reu, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala,
hijo de Cainán, hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec,
hijo de Matusalén, hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,
hijo de Enós, hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
Entonces el diablo le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre las almenas del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
Y todos daban testimonio de Él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es Éste el hijo de José?
Y también salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres Cristo, el Hijo de Dios. Pero Él les reprendía y no les dejaba hablar; porque sabían que Él era el Cristo.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.
Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Zelotes;
Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os vituperaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
Y cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual también era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores.
Éste, cuando vio a Jesús, dio voces, y postrándose delante de Él, dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea rechazado por los ancianos, y por los príncipes de los sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando viniere en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles.
Y vino una voz desde la nube, que decía: Éste es mi Hijo amado; a Él oíd.
Y he aquí, un hombre de la multitud clamó, diciendo: Maestro, te ruego que veas a mi hijo; porque es mi único hijo;
Y respondiendo Jesús, dijo: ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros, y os he de soportar? Trae acá tu hijo.
Dejad que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres.
porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá a vosotros.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar.
¿Y quién de vosotros, siendo padre, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
Porque como Jonás fue señal a los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre a esta generación.
Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
Y todo aquel que dijere palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado.
Vosotros, pues, también, estad apercibidos; porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
El padre estará dividido contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.
Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo, y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Y su hijo mayor estaba en el campo; el cual cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
Pero cuando vino éste, tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has matado para él el becerro grueso.
Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo.
Y Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado, y tú atormentado.
Y dijo a sus discípulos: Tiempo vendrá, cuando desearéis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
Porque como el relámpago, que resplandeciendo, alumbra de un extremo al otro bajo del cielo, así también será el Hijo del Hombre en su día.
Y como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.
Así también será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.
Os digo que pronto cobrará venganza por ellos. Pero cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?
Y tomando a los doce, les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que fueron escritas por los profetas acerca del Hijo del Hombre.
Entonces dio voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y los que iban delante, le reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá le respetarán cuando le vean.
Y Él les dijo: ¿Cómo dicen que Cristo es hijo de David?
Así que David le llama Señor; ¿cómo entonces es su hijo?
Y entonces verán al Hijo del Hombre, viniendo en una nube con poder y gran gloria.
Velad, pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Y a la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; mas ¡ay de aquel hombre por quien Él es entregado!
Entonces Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
Desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios.
Entonces todos dijeron: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y Él les dijo: Vosotros decís que lo soy.
diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día.