'Hombre' en la Biblia
a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.
Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
Jesús le respondió: Escrito está: ``NO SOLO DE PAN VIVIRA EL HOMBRE."
Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:
Al ver {esto,} Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, {había allí} un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.
Viendo {Jesús} la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.
Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ven acá. Y él, levantándose, se le acercó.
Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él lo hizo {así,} y su mano quedó sana.
Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí, os colman de insultos y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el {hombre} malo, del mal {tesoro} saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
es semejante a un hombre que al edificar una casa, cavó hondo y echó cimiento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el torrente dio con fuerza contra aquella casa, pero no pudo moverla porque había sido bien construida.
Pero el que ha oído y no ha hecho {nada,} es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin {echar} cimiento; y el torrente dio con fuerza contra ella y al instante se desplomó, y fue grande la ruina de aquella casa.
Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: ``Ve", y va; y a otro: ``Ven", y viene; y a mi siervo: ``Haz esto", y lo hace.
Mas, ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que visten con esplendor y viven en deleites están en los palacios de los reyes.
Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: ``Mirad, un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores."
y cuando El bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa, sino en los sepulcros.
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos.
Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogaron.
Salió entonces {la gente} a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor.
Pero el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera acompañarle; mas El lo despidió, diciendo:
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
diciendo: El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?
Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y {la} del Padre, y {la} de los santos ángeles.
Y he aquí, un hombre de la multitud gritó, diciendo: Maestro, te suplico que veas a mi hijo, pues es el único que tengo,
Haced que estas palabras penetren en vuestros oídos, porque el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto.
Cuando un {hombre} fuerte, bien armado, custodia su palacio, sus bienes están seguros.
Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, pasa por lugares áridos buscando descanso; y al no hallarlo, dice: ``Volveré a mi casa de donde salí."
Entonces va y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrando, moran allí; y el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero.
Porque de la misma manera que Jonás vino a ser una señal para los ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación.
Y os digo, que a todo el que me confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le confesará también ante los ángeles de Dios;
Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará.
Pero El le dijo: ¿Hombre! ¿Quién me ha puesto por juez o árbitro sobre vosotros?
También les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto hombre rico había producido mucho.
Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis.
Y les dijo esta parábola: Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña; y fue a buscar fruto de ella, y no {lo} halló.
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y echó en su huerto; y creció y se hizo árbol, y LAS AVES DEL CIELO ANIDARON EN SUS RAMAS.
Y allí, frente a El, estaba un hombre hidrópico.
Pero El le dijo: Cierto hombre dio una gran cena, e invitó a muchos;
diciendo: ``Este hombre comenzó a edificar y no pudo terminar."
¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla?
Y {Jesús} dijo: Cierto hombre tenía dos hijos;
Decía también {Jesús} a los discípulos: Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y éste fue acusado ante él de derrochar sus bienes.
Había cierto hombre rico que se vestía de púrpura y lino fino, celebrando cada día fiestas con esplendidez.
Y dijo a los discípulos: Vendrán días cuando ansiaréis ver uno de los días del Hijo del Hombre, y no lo veréis.
Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día.
Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre.
Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado.
diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno.
Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: ``Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno,
Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?
Y cierto {hombre} prominente le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Tomando aparte a los doce, {Jesús} les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.
Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico,
Y al ver {esto,} todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador.
porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Por eso dijo: Cierto hombre {de familia} noble fue a un país lejano a recibir un reino para sí y {después} volver.
pues te tenía miedo, porque eres un hombre exigente, que recoges lo que no depositaste y siegas lo que no sembraste."
El le contestó*: ``Siervo inútil, por tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré?
Y comenzó a referir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se fue de viaje por mucho tiempo.
Y entonces verán AL HIJO DEL HOMBRE QUE VIENE EN UNA NUBE con poder y gran gloria.
Mas velad en todo tiempo, orando para que tengáis fuerza para escapar de todas estas cosas que están por suceder, y podáis estar en pie delante del Hijo del Hombre.
Y El les respondió: He aquí, al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la casa donde entre.
Porque en verdad, el Hijo del Hombre va según se ha determinado, pero ¡ay de aquel hombre por quien El es entregado!
Pero Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?
Un poco después, otro al verlo, dijo: ¡Tú también eres {uno} de ellos! Pero Pedro dijo: ¡Hombre, no es cierto!
Pero Pedro dijo: Hombre, yo no sé de qué hablas. Y al instante, estando él todavía hablando, cantó un gallo.
Pero de ahora en adelante, EL HIJO DEL HOMBRE ESTARA SENTADO A LA DIESTRA del poder DE DIOS.
Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: No encuentro delito en este hombre.
Cuando Pilato oyó {esto,} preguntó si el hombre era galileo.
y les dijo: Me habéis presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión, pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado ningún delito en este hombre de las acusaciones que hacéis contra El.
Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente.
Y había un hombre llamado José, miembro del concilio, varón bueno y justo
diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Agradar a los hombres
- Ambos hombres y animales afectados
- Ambos hombres y animales muertos
- Arqueros, hombres baleados por
- Caída del Hombre
- Caída del hombre, las consecuencias de
- Confiando en el hombre, las advertencias contra
- Doce hombres
- Dos hombres necesitados
- El Hombre Interior
- El amor, de Hombre
- El deber del hombre para con Dios
- El dominio del hombre.
- El espíritu del hombre
- El hombre al acecho
- El hombre como hierba
- El hombre nuevo en Cristo
- El hombre va hacia abajo
- El hombre, Creación de
- El temor del hombre
- En relación con el hombre de Dios
- Función del hombre.
- Hijo del Hombre
- Hombre diferenciar
- Hombre proporcionaba agua
- Hombre reventado
- Hombre, Trichotomy Vista de
- Hombre, la insignificancia de
- Hombres
- Hombres piadosos
- Hombres y animales guardado
- Impulsada desde los hombres
- Inconvenientes para la alimentación del hombre.
- Jesús como Hijo del Hombre
- La belleza, en los hombres
- La conducta del hombre hacia Dios
- La depravación del hombre
- La fragilidad del hombre
- La gloria del hombre
- La ira del hombre, causa
- La ira del hombre, injustos
- La ira del hombre, justos
- La necedad de los hombres
- La reconciliación entre Dios y el hombre
- La salvación a todos los hombres, posible
- Lleno del espíritu del hombre
- Los arqueros, Hombres
- Los caminos del hombre
- Los fines del hombre.
- Los hombres Pleasers
- Los hombres adorando
- Los hombres engañando.
- Los hombres feroces
- Los hombres jóvenes
- Los hombres similares a los animales
- Los hombres valientes
- Los pensamientos del hombre.
- Mantuvo viva por hombres
- Mañana la acción del hombre.
- Planes de Hombres
- Ricos, el
- Rompiendo la ley del hombre.
- Ser visto por el hombre.
- Tres hombres
- Adorar a los hombres
- Cumplir la palabra de un hombre
- Ejemplos de hombres impíos
- Ejemplos de hombres religiosos que fracasaron
- Ejemplos de hombres temerosos
- El carácter de un hombre
- El consejo del hombre
- El cumplimiento de la palabra del hombre
- El fin de la obra del hombre
- El hombre
- El hombre de Dios
- El hombre del pecado
- El hombre devoto
- El hombre y la mujer
- El matrimonio entre un hombre y una mujer
- El ministerio del hijo del hombre
- El peligro de los hombres
- El trabajo de los hombres
- La asertividad
- La autoridad del hombre sobre el diablo
- La cantidad de hombres
- La defensa del hombre
- La enseñanza del hombre
- La expulsión de los demonios
- La gracia dada a los hombres
- La hermandad de los hombres
- La importancia intrínseca del hombre
- La naturaleza pecaminosa del hombre
- La relación del hombre con Dios
- La relación del hombre con su creador
- La relación entre hombres y mujeres
- La relación entre los animales y el hombre
- La reputación de un hombre
- La sabiduría del hombre
- La vanidad del hombre
- La venganza del hombre
- La vindicación del hombre
- La voluntad de los hombres
- Las necesidades del hombre
- Las reglas para hombres y mujeres
- Las órdenes de los hombres
- Llevar los hombres ante Jesús
- Los atributos eternos del hombre
- Los hombres como Dioses
- Los hombres de paz
- Los hombres guapos
- Los hombres y las mujeres que amaron
- Los meros hombres
- Los otros dos hombres
- Los ricos
- Los testigos ante los hombres
- Los tiempos de Cristo
- No temer a los hombres
- Ser un hombre de Dios
- Un buen hombre
- Volverse en contra de los hombres