'Hombre' en la Biblia

toda oración {o} toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo tu pueblo Israel, conociendo cada cual su aflicción y su dolor, y extendiendo sus manos hacia esta casa,

Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana,

yo afirmaré el trono de tu reino como pacté con tu padre David, diciendo: ``No te faltará hombre que gobierne en Israel."

Y conforme a las ordenanzas de su padre David, designó las clases sacerdotales en sus servicios, a los levitas en sus deberes de alabar y ministrar delante de los sacerdotes según lo prescrito para cada día y a los porteros por sus clases para cada puerta; porque así lo había ordenado David, hombre de Dios.

Pero la palabra del SEÑOR vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:

Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no hay nadie más que tú para ayudar {en la batalla} entre el poderoso y los que no tienen fuerza; ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; que no prevalezca hombre alguno contra ti.

y que todo el que no buscara al SEÑOR, Dios de Israel, moriría, ya fuera pequeño o grande, hombre o mujer.

Y el rey de Israel dijo a Josafat: Todavía queda un hombre por medio de quien podemos consultar al SEÑOR, pero lo aborrezco, porque nunca profetiza lo bueno en cuanto a mí, sino siempre lo malo. Es Micaías, hijo de Imla. Pero Josafat dijo: No hable el rey así.

Y un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo al cochero: Da la vuelta y sácame de la batalla pues estoy gravemente herido.

Y colocó a todo el pueblo, cada hombre con su arma en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la misma, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey.

Pero un hombre de Dios vino a él, diciendo: Oh rey, no dejes que el ejército de Israel vaya contigo, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.

Y Amasías dijo al hombre de Dios: ¿Y qué hacer con los cien talentos que he dado a las tropas de Israel? Y el hombre de Dios respondió: El SEÑOR tiene mucho más que darte que esto.

Y Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías, hijo del rey, y a Azricam, mayordomo de la casa, y a Elcana, segundo después del rey.

Y se colocaron en sus puestos según su costumbre, conforme a la ley de Moisés, hombre de Dios; los sacerdotes rociaban la sangre {que recibían} de mano de los levitas.

Y ella les dijo: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Decid al hombre que os ha enviado a mí:

Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel {estaban ya} en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.

Entonces Jesúa, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel, con sus hermanos, se levantaron y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer holocaustos sobre él, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios.

Y conforme a la mano bondadosa de nuestro Dios sobre nosotros, nos trajeron a un hombre de entendimiento de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel, es decir, a Serebías, con sus hijos y hermanos, dieciocho {hombres;}

Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y concédele favor delante de este hombre. Era yo entonces copero del rey.

En aquel tiempo dije también al pueblo: Cada hombre con su sirviente pase la noche dentro de Jerusalén, para que nos sirvan de guarda por la noche y de obrero por el día.

También sacudí los pliegues de mi manto y dije: Así sacuda Dios de su casa y de sus bienes a todo hombre que no cumpla esta promesa; así sea sacudido y despojado. Y toda la asamblea dijo: ¡Amén! Y alabaron al SEÑOR. Entonces el pueblo hizo conforme a esta promesa.

Pero yo dije: ¿Huir un hombre como yo? ¿Acaso uno como yo entraría al templo para salvar su vida? No entraré.

puse al frente de Jerusalén a mi hermano Hananí y a Hananías, comandante de la fortaleza, porque éste {era} hombre fiel y temeroso de Dios más que muchos;

Se reunió todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que {estaba} delante de la puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel.

Los amonestaste para que volvieran a tu ley, pero ellos obraron con soberbia y no escucharon tus mandamientos, sino que pecaron contra tus ordenanzas, las cuales si el hombre las cumple, por ellas vivirá. Y dieron la espalda en rebeldía, endurecieron su cerviz y no escucharon.

Y los principales de los levitas {eran} Hasabías, Serebías y Jesúa, hijo de Cadmiel, con sus hermanos frente a ellos, para alabar {y} dar gracias, según lo prescrito por David, hombre de Dios, sección frente a sección.

y sus parientes, Semaías, Azareel, Milalai, Gilalai, Maai, Natanael, Judá {y} Hananí, con los instrumentos musicales de David, hombre de Dios. Y el escriba Esdras {iba} delante de ellos.

Y envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia conforme a su escritura y a cada pueblo conforme a su lengua, para que todo hombre fuera señor en su casa y que {en ella} se hablara la lengua de su pueblo.

Todos los siervos del rey y el pueblo de las provincias del rey saben que para cualquier hombre o mujer que vaya al rey en el atrio interior, sin ser llamado, él tiene una sola ley, que se le dé muerte, a menos que el rey le extienda el cetro de oro para que viva. Y yo no he sido llamada para ir al rey por estos treinta días.

Cuando Amán entró, el rey le preguntó: ¿Qué se debe hacer para el hombre a quien el rey quiere honrar? Y Amán se dijo: ¿A quién desearía el rey honrar más que a mí?

Y Amán respondió al rey: Para el hombre a quien el rey quiere honrar,

y el manto y el caballo sean entregados en mano de uno de los príncipes más nobles del rey, y vistan al hombre a quien el rey quiere honrar, le lleven a caballo por la plaza de la ciudad y pregonen delante de él: ``Así se hace al hombre a quien el rey quiere honrar."

Y Amán tomó el manto y el caballo, vistió a Mardoqueo y lo llevó {a caballo} por la plaza de la ciudad, y pregonó delante de él: Así se hace al hombre a quien el rey quiere honrar.

Hubo un hombre en la tierra de Uz llamado Job; y era aquel hombre intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísima servidumbre; y era aquel hombre el más grande de todos los hijos del oriente.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la tierra, hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿Te has fijado en mi siervo Job? Porque no hay otro como él sobre la tierra, hombre intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Y él todavía conserva su integridad, aunque tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa.

Respondió Satanás al SEÑOR, y dijo: ¡Piel por piel! Sí, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.

¿{Por qué dar luz} al hombre cuyo camino está escondido, y a quien Dios ha cercado?

`` ¿Es el mortal justo {delante} de Dios? ¿Es el hombre puro {delante} de su Hacedor?

porque el hombre nace para la aflicción, como las chispas vuelan hacia arriba.

He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso.

¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿{No son} sus días como los días de un jornalero?

¿Qué es el hombre para que lo engrandezcas, para que te preocupes por él,

En verdad yo sé que es así, pero ¿cómo puede un hombre ser justo delante de Dios?

Porque {El} no {es} hombre como yo, para que le responda, para que juntos vengamos a juicio.

`` ¿Acaso tienes tú ojos de carne, o ves como el hombre ve?

`` ¿Son tus días como los días de un mortal, o tus años como los años del hombre,

Y el hombre tonto se hará inteligente cuando el pollino de un asno montés nazca hombre.

que en su mano está la vida de todo ser viviente, y el aliento de toda carne de hombre?

He aquí, El derriba, y no se puede reedificar; aprisiona a un hombre, y no hay liberación.

¿Os irá bien cuando El os escudriñe, o le engañaréis como se engaña a un hombre?

El hombre, nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones,

Pero el hombre muere y yace inerte. El hombre expira, ¿y dónde está?

así el hombre yace y no se levanta; hasta que los cielos ya no existan no se despertará ni se levantará de su sueño.

Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré hasta que llegue mi relevo.

el agua desgasta las piedras, sus torrentes se llevan el polvo de la tierra; así destruyes tú la esperanza del hombre.

¿Fuiste tú el primer hombre en nacer, o fuiste dado a luz antes que las colinas?

¿Qué es el hombre para que sea puro, o el nacido de mujer para que sea justo?

¿cuánto menos el hombre, {un ser} abominable y corrompido, que bebe como agua la iniquidad!

¿Ah, si un hombre pudiera argüir con Dios como un hombre con su vecino!

¿Acaso sabes esto, que desde la antigüedad, desde que el hombre fue puesto sobre la tierra,

Esta es la porción de Dios para el hombre impío, y la herencia decretada por Dios para él.

En cuanto a mí, ¿me quejo yo al hombre? ¿Y por qué no he de ser impaciente?

Decís: ``Dios guarda la iniquidad de un hombre para sus hijos." Que Dios le pague para que aprenda.

¿Puede un hombre ser útil a Dios, o un sabio útil para sí mismo?

¿Cómo puede un hombre, pues, ser justo con Dios? ¿O cómo puede ser limpio el que nace de mujer?

¿cuánto menos el hombre, {esa} larva, y el hijo del hombre, {ese} gusano!

Esta es la porción de parte de Dios para el hombre impío, y la herencia {que} los tiranos reciben del Todopoderoso.

{El hombre} pone fin a las tinieblas, y hasta los límites más remotos escudriña la roca que está en lobreguez y densa oscuridad.

Pone {el hombre} su mano en el pedernal; vuelca de raíz los montes.

No conoce el hombre su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.

Y dijo al hombre: ``He aquí, el temor del Señor es sabiduría, y apartarse del mal, inteligencia."

Pero hay un espíritu en el hombre, y el soplo del Todopoderoso le da entendimiento.

No digáis: ``Hemos hallado sabiduría; Dios lo derrotará, no el hombre."

He aquí, déjame decirte que no tienes razón en esto, porque Dios es más grande que el hombre.

para apartar al hombre {de sus} obras, y del orgullo guardarlo;

{El hombre} es castigado también con dolor en su lecho, y con queja continua en sus huesos,

Si hay un ángel {que sea} su mediador, uno entre mil, para declarar al hombre lo que es bueno para él,

Entonces orará a Dios, y El lo aceptará, para que vea con gozo su rostro, y restaure su justicia al hombre.

¿Qué hombre es como Job, que bebe el escarnio como agua,

Porque ha dicho: ``Nada gana el hombre cuando se complace en Dios."

Porque El paga al hombre {conforme a} su trabajo, y retribuye a cada cual conforme a su conducta.

toda carne a una perecería, y el hombre volvería al polvo.

Porque sus ojos observan los caminos del hombre, y El ve todos sus pasos.

Porque El no {necesita} considerar más al hombre, para que vaya ante Dios en juicio.

Cuando está quieto, ¿quién puede condenar{le?;} y cuando esconde su rostro, ¿quién puede contemplarle?; esto es, tanto nación como hombre,

Para un hombre como tú es tu maldad, y para un hijo de hombre tu justicia.

Todos los hombres la han visto; el hombre desde lejos {la} contempla.

que derraman las nubes, {y} en abundancia gotean sobre el hombre.

El sella la mano de todo hombre, para que todos conozcan su obra.

¿Habrá que contarle que yo quiero hablar? ¿O debe un hombre decir que quiere ser tragado?

Ciñe ahora tus lomos como un hombre, y yo te preguntaré, y tú me instruirás.

para traer lluvia sobre tierra despoblada, {sobre} un desierto sin hombre alguno,

Ciñe ahora tus lomos como un hombre; yo te preguntaré, y tú me instruirás.

¿Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores,

Destruyes a los que hablan falsedad; el SEÑOR abomina al hombre sanguinario y engañador.

{digo:} ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?

Levántate, oh SEÑOR; no prevalezca el hombre; sean juzgadas las naciones delante de ti.

para vindicar al huérfano y al afligido; para que no vuelva a causar terror el hombre de la tierra.