'Hombres' en la Biblia
Judá subió, y el SEÑOR entregó en sus manos a los Cananeos y a los Ferezeos, y derrotaron a 10,000 hombres en Bezec.
En aquella ocasión mataron a unos 10,000 Moabitas, todos hombres robustos y valientes; ninguno escapó.
Ella mandó llamar a Barac, hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ``Esto ha ordenado el SEÑOR, Dios de Israel: `Ve, marcha al Monte Tabor y lleva contigo a 10,000 hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón.
Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subieron con él 10,000 hombres. Débora también subió con él.
Entonces Débora dijo a Barac: `` ¡Levántate! Porque éste es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tus manos. Ya que el SEÑOR ha salido delante de ti." Bajó, pues, Barac del Monte Tabor seguido de 10,000 hombres.
Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el SEÑOR le había dicho. Pero como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacer esto de día, lo hizo de noche.
Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, vieron que el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y que el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado.
Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: ``Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y también ha cortado la Asera que estaba a su lado."
Y fue el número de los que lamieron, poniendo la mano a su boca, 300 hombres. Pero todo el resto del pueblo se arrodilló para beber.
El SEÑOR dijo entonces a Gedeón: ``Los salvaré con los 300 hombres que lamieron el agua y entregaré a los Madianitas en tus manos. Que todos los {demás} del pueblo se vayan, cada uno a su casa."
Y los 300 hombres tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y sus trompetas. Y {Gedeón} envió a todos los {demás} hombres de Israel, cada uno a su tienda, pero retuvo a los 300 hombres. El campamento de Madián le quedaba abajo en el valle.
Y dividió los 300 hombres en tres compañías, y puso trompetas y cántaros vacíos en las manos de todos ellos, con antorchas dentro de los cántaros.
Gedeón llegó con los 100 hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de medianoche, cuando apenas habían apostado la guardia. Entonces tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.
Y los hombres de Israel se reunieron, de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a los Madianitas.
Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín y dijo: ``Desciendan contra Madián y tomen los vados antes que ellos, hasta Bet Bara y el Jordán." Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron los vados hasta Bet Bara y el Jordán.
Entonces los hombres de Efraín le dijeron: `` ¿Qué es esto que nos has hecho, al no llamarnos cuando fuiste a pelear contra Madián?" Y lo criticaron duramente.
Gedeón y los 300 hombres que {iban} con él llegaron al Jordán {y} lo cruzaron, cansados, pero continuando la persecución.
Entonces Gedeón dijo a los hombres de Sucot: ``Les ruego que den pan a la gente que me sigue, porque están cansados, y estoy persiguiendo a Zeba y a Zalmuna, reyes de Madián."
De allí subió Gedeón a Peniel, y les habló de la misma manera; y los hombres de Peniel le respondieron tal como los de Sucot le habían contestado.
Y habló también a los hombres de Peniel: ``Cuando yo vuelva sano y salvo, derribaré esta torre."
Ahora bien, Zeba y Zalmuna estaban en Carcor, y sus ejércitos con ellos, unos 15,000 hombres, los que habían quedado de todo el ejército de los hijos del oriente. Porque los que habían caído eran 120,000 hombres que sacaban espada.
Y capturó a un joven de Sucot y lo interrogó. Entonces {el joven} le dio por escrito {los nombres de} los príncipes de Sucot y de sus ancianos, setenta y siete hombres.
Entonces Gedeon fue a los hombres de Sucot y les dijo: ``Aquí están Zeba y Zalmuna, acerca de los cuales ustedes me injuriaron, diciendo: ` ¿Están ya las manos de Zeba y Zalmuna en tu mano para que demos pan a tus hombres que están fatigados?'"
Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y espinos del desierto y cardos, y con ellos castigó a los hombres de Sucot.
Derribó la torre de Peniel y mató a los hombres de la ciudad.
Después dijo a Zeba y a Zalmuna: `` ¿Qué clase de hombres {eran} los que ustedes mataron en Tabor?" ``Eran como tú," respondieron ellos, ``cada uno parecía hijo de rey."
Los hombres de Israel le dijeron a Gedeón: ``Reina sobre nosotros, tú y tus hijos, y también el hijo de tu hijo, porque nos has librado de la mano de Madián."
``Hablen ahora a oídos de todos los habitantes de Siquem: ` ¿Qué es mejor para ustedes, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre ustedes, o que reine sobre ustedes un solo hombre?' Además, acuérdense que yo soy hueso y carne de ustedes."
Le dieron setenta {piezas} de plata de la casa de Baal Berit, con las cuales Abimelec tomó a sueldo hombres indignos y temerarios que lo siguieron.
Luego fue a la casa de su padre en Ofra y sobre una piedra mató a sus hermanos, los hijos de Jerobaal, setenta hombres. Pero Jotam, el hijo menor de Jerobaal, se libró porque se escondió.
"Pero el olivo les respondió: ` ¿He de dejar mi aceite con el cual se honra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?'
"Pero la vid les respondió: ` ¿He de dejar mi vino nuevo, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ondear sobre los árboles?'
pero ustedes se han rebelado hoy contra la casa de mi padre y han matado a sus hijos, setenta hombres, sobre una piedra, y han hecho rey sobre los habitantes de Siquem a Abimelec, el hijo de su sierva, porque es pariente de ustedes)
Entonces Gaal, hijo de Ebed, dijo: `` ¿Quién es Abimelec y quién es Siquem para que le sirvamos? ¿No es acaso hijo de Jerobaal, y {no es} Zebul su oficial? Sirvan a los hombres de Hamor, padre de Siquem; pero ¿por qué hemos de servirle a él?
Al ver Gaal a la gente, dijo a Zebul: ``Mira, viene gente bajando de las cumbres de los montes." ``Estás viendo la sombra de los montes como {si fueran} hombres," le dijo Zebul.
Y todo el pueblo cortó también cada uno su rama y siguió a Abimelec, y {las} pusieron sobre la fortaleza; prendieron fuego a la fortaleza sobre los que estaban {adentro,} y murieron también todos los de la torre de Siquem, como 1,000 hombres y mujeres.
Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre.
Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual se fue para su casa.
Dios también hizo volver sobre sus cabezas toda la maldad de los hombres de Siquem, y vino sobre ellos la maldición de Jotam, hijo de Jerobaal.
Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob. Y hombres indignos se juntaron con Jefté y salían con él.
Los hombres de Efraín se reunieron y cruzaron {el Jordán} hacia el norte (hacia Zafón), y dijeron a Jefté: `` ¿Por qué cruzaste a pelear contra los Amonitas sin llamarnos para que fuéramos contigo? Quemaremos tu casa sobre ti."
Entonces Jefté reunió a todos los hombres de Galaad y peleó contra Efraín. Los hombres de Galaad derrotaron a Efraín, porque {éstos} decían: ``Son fugitivos de Efraín, ustedes los Galaaditas, en medio de Efraín {y} en medio de Manasés."
Y se apoderaron los Galaaditas de los vados del Jordán al lado opuesto de Efraín. Cuando alguno {de} los fugitivos de Efraín decía: ``Déjenme cruzar," los hombres de Galaad le decían: `` ¿Eres Efrateo?" Si él respondía: ``No,"
Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad le dijeron: `` ¿Qué es más dulce que la miel? ¿Y qué es más fuerte que un león?" Y Sansón les contestó: ``Si no hubieran arado con mi novilla, No habrían descubierto mi adivinanza."
Y los hombres de Judá dijeron: `` ¿Por qué han subido contra nosotros?" Y ellos dijeron: ``Hemos subido para prender a Sansón a fin de hacerle como él nos ha hecho."
De Judá descendieron 3,000 hombres a la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: `` ¿No sabes que los Filisteos reinan sobre nosotros? ¿Qué, pues, es esto que nos has hecho?" ``Como ellos me hicieron, así les he hecho," contestó él.
Y halló una quijada de asno fresca {aún,} y extendiendo su mano, la tomó y mató a 1,000 hombres con ella.
Entonces Sansón dijo: ``Con la quijada de un asno, Montones sobre montones, Con la quijada de un asno He matado a 1,000 hombres."
Y ella tenía {hombres} al acecho en un aposento interior. Entonces le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pero él rompió las cuerdas como se rompe un hilo de estopa cuando toca el fuego. Así que no se descubrió {el secreto de} su fuerza.
Dalila tomó sogas nuevas, lo ató con ellas, y le dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Pues los {hombres} estaban al acecho en el aposento interior. Pero él rompió las sogas de sus brazos como un hilo.
El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí. Y sobre la azotea {había} como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón {los} divertía.
Los hijos de Dan enviaron de su tribu, de entre todos ellos, a cinco hombres, hombres valientes de Zora y Estaol, a reconocer la tierra y explorarla. Y les dijeron: ``Vayan, exploren la tierra." Y llegaron a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía, y se hospedaron allí.
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los Sidonios. Porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los Sidonios, y no tenían relaciones con nadie.
Entonces de la familia de los Danitas, de Zora y de Estaol, salieron 600 hombres con armas de guerra.
Y los cinco hombres que fueron a reconocer la región de Lais, les dijeron a sus parientes: `` ¿No saben que en estas casas hay un efod, ídolos domésticos, una imagen tallada y una imagen de fundición? Ahora pues, consideren lo que deben hacer."
Y los 600 hombres armados con sus armas de guerra, que {eran} de los hijos de Dan, se pusieron a la entrada de la puerta.
Y los cinco hombres que fueron a reconocer la tierra subieron {y} entraron allí, {y} tomaron la imagen tallada, el efod, los ídolos domésticos y la imagen de fundición, mientras el sacerdote estaba junto a la entrada de la puerta con los 600 hombres con armas de guerra.
Cuando se alejaron de la casa de Micaía, los hombres que {estaban} en las casas cerca de la casa de Micaía, se juntaron y alcanzaron a los hijos de Dan.
Los hijos de Dan le dijeron: ``Que no se oiga tu voz entre nosotros, no sea que caigan sobre ti hombres fieros y pierdas tu vida y las vidas de {los de} tu casa."
Entonces, un anciano venía de su trabajo del campo al anochecer. Y el hombre era de la región montañosa de Efraín y se alojaba en Guibeá, pero los hombres del lugar eran Benjamitas.
Mientras ellos se alegraban, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; {y} golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: ``Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él."
Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el Levita tomó a su concubina y {la} trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer.
"Pero los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme. Pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió.
"Tomaremos diez hombres de cada 100 por todas las tribus de Israel, y 100 de cada 1,000 y 1,000 de cada 10,000 para proveer víveres para el ejército, que vaya a Guibeá de Benjamín a castigarlos por toda la infamia que han cometido en Israel."
Así se juntaron contra la ciudad todos los hombres de Israel, como un solo hombre.
Entonces las tribus de Israel enviaron hombres por toda la tribu de Benjamín y dijeron: `` ¿Qué es esta infamia que se ha cometido entre ustedes?
"Entreguen ahora a los hombres, esos perversos en Guibeá, para que les demos muerte y quitemos {esta} infamia de Israel." Pero los de la tribu de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los Israelitas.
De las ciudades fueron contados en aquel día, de los Benjamitas, 26,000 hombres que sacaban espada, además de los habitantes de Guibeá que fueron contados, 700 hombres escogidos.
De toda esta gente, 700 hombres escogidos eran zurdos; capaces cada uno de lanzar {con la honda} una piedra a un cabello sin errar.
Entonces los hombres de Israel, aparte de Benjamín, fueron contados, 400,000 hombres que sacaban espada. Todos éstos eran hombres de guerra.
Los hombres de Israel salieron a combatir contra Benjamín, y los hombres de Israel se pusieron en orden de batalla contra ellos en Guibeá.
Pero los Benjamitas salieron de Guibeá y derribaron por tierra en aquel día 22,000 hombres de Israel.
Pero el pueblo, los hombres de Israel, se reanimaron, y se pusieron otra vez en orden de batalla en el lugar donde se habían puesto el primer día.
Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer 18,000 hombres de los Israelitas. Todos éstos sacaban espada.
Salieron los hijos de Benjamín contra el pueblo, y fueron alejados de la ciudad. Comenzaron como las otras veces a herir y a matar a algunos del pueblo por los caminos, uno de los cuales sube a Betel (Casa de Dios) y el otro a Guibeá, en campo abierto. Y {mataron a} unos treinta hombres de Israel.
Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de sus puestos y se pusieron en orden de batalla en Baal Tamar. Y los emboscados de Israel salieron de sus puestos, de Maareh Geba.
Cuando 10,000 hombres escogidos de todo Israel fueron contra Guibeá, la batalla se hizo reñida; pero Benjamín no sabía que el desastre se le acercaba.
Y el SEÑOR hirió a Benjamín delante de Israel, de modo que los Israelitas mataron ese día a 25,100 hombres de Benjamín, todos ellos sacaban espada.
Y los de Benjamín vieron que estaban derrotados. Cuando los hombres de Israel cedieron terreno a Benjamín porque confiaban en las emboscadas que habían puesto contra Guibeá,
La señal convenida entre los hombres de Israel y los emboscados, era de que ellos harían que se levantara una gran nube de humo de la ciudad,
entonces los hombres de Israel regresarían a la batalla. Y los de Benjamín empezaron a herir y matar a unos treinta hombres de Israel, porque dijeron: ``Ciertamente están derrotados delante de nosotros como en la primera batalla."
Entonces los hombres de Israel se volvieron, y los de Benjamín se aterrorizaron porque vieron que el desastre se les acercaba.
Por tanto, volvieron la espalda ante los hombres de Israel en dirección al desierto, pero la batalla los alcanzó, y los que salían de las ciudades los destruían en medio de ellos.
Cayeron 18,000 hombres de Benjamín; todos ellos eran valientes guerreros.
El total de los de Benjamín que cayeron aquel día fue de 25,000 hombres que sacaban espada, todos ellos valientes guerreros.
Pero 600 hombres se volvieron y huyeron al desierto, a la peña de Rimón, y permanecieron en la peña de Rimón cuatro meses.
Entonces los hombres de Israel se volvieron contra los hijos de Benjamín y los hirieron a filo de espada, a toda la ciudad, así como el ganado y todo lo que encontraron; también prendieron fuego a todas las ciudades que hallaron.
Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa y dijeron: ``Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a {los de} Benjamín."
La congregación envió a 12,000 de los hombres de guerra (valientes guerreros) allá, y les mandaron diciendo: ``Vayan y hieran a los habitantes de Jabes Galaad a filo de espada, con las mujeres y los niños.
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