'Las' en la Biblia
Porque he aquí, el SEÑOR sale de su lugar, y descenderá y hollará las alturas de la tierra.
Debajo de El los montes se derretirán, y los valles se hendirán, como la cera ante el fuego, como las aguas derramadas por una pendiente.
Todos sus ídolos serán destrozados, y todas sus ganancias serán quemadas por el fuego, y asolaré todas sus imágenes, porque {las} juntó de ganancias de ramera, y a ganancias de ramera volverán.
Unce al carro los corceles, habitante de Laquis (ella fue principio de pecado para la hija de Sion); porque en ti fueron halladas las rebeliones de Israel.
Por tanto, darás presentes de despedida a Moréset-gat; las casas de Aczib {serán} un engaño para los reyes de Israel.
Codician campos y se apoderan de {ellos}, casas, y {las} toman. Roban al dueño y a su casa, al hombre y a su heredad.
Hace poco mi pueblo se ha levantado como enemigo. De sobre las vestiduras arrebatáis el manto a los que pasan confiados, {a} los que vuelven de la guerra.
A las mujeres de mi pueblo arrojáis de la casa de sus delicias; de sus hijos arrebatáis mi gloria para siempre.
Por tanto, a causa de vosotros, Sion será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en un montón de ruinas, y el monte del templo {será} como las alturas de un bosque.
Y sucederá en los últimos días que el monte de la casa del SEÑOR será establecido como cabeza de los montes; se elevará sobre las colinas, y afluirán a él los pueblos.
En aquel día --declara el SEÑOR-- reuniré a la coja y recogeré a la perseguida, a las que yo había maltratado.
Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.
Y será el remanente de Jacob entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como león entre las fieras de la selva, como leoncillo entre los rebaños de ovejas, que si pasa, huella y desgarra, y no hay quien libre.
También exterminaré las ciudades de tu tierra, y derribaré todas tus fortalezas.
Exterminaré las hechicerías de tu mano, y no tendrás más adivinos.
Y con ira y furor tomaré venganza de las naciones que no obedecieron.
Oíd ahora lo que dice el SEÑOR: Levántate, litiga con los montes, y oigan las colinas tu voz.
Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que maquinó Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias del SEÑOR.
Han sido guardados los estatutos de Omri y todas las obras de la casa de Acab, y andas en sus consejos. Por tanto te entregaré a la destrucción, y a tus habitantes para burla, y soportaréis el oprobio de mi pueblo.
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.
Entonces mi enemiga {lo} verá, y se cubrirá de vergüenza la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la contemplarán; entonces será pisoteada como el lodo de las calles.
{Viene el} día cuando ellos vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades de Egipto; desde Egipto hasta el Río, de mar a mar y de monte a monte.
Verán las naciones y se avergonzarán de todo su poderío; se pondrán la mano sobre la boca, sus oídos se ensordecerán.
Volverá a compadecerse de nosotros, hollará nuestras iniquidades. Sí, arrojarás a las profundidades del mar todos nuestros pecados.
Otorgarás a Jacob la verdad {y} a Abraham la misericordia, las cuales juraste a nuestros padres desde los días de antaño.