'Los' en la Biblia
Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías, de los sacerdotes que estuvieron en Anatot, en tierra de Benjamín.
La palabra del SEÑOR que vino a él en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado.
También vino {a él la palabra} en los días de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto.
Antes que te formaras en el vientre te conocí, y antes que salieras de la matriz te aparté, te di por profeta a los gentiles.
Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar y para derribar, para destruir y para derrocar, para edificar y para plantar.
Y me dijo el SEÑOR: Del aquilón se soltará el mal sobre todos los moradores de la tierra.
Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del aquilón, dijo el SEÑOR; y vendrán, y pondrá cada uno su asiento a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.
Y á causa de toda su malicia, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, é incensaron á dioses extraños, y á hechuras de sus manos se encorvaron.
Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortalecida, y como columna de hierro, y como muro de bronce sobre toda la tierra, contra los reyes de Judá, contra sus príncipes, contra sus sacerdotes, y contra el pueblo de la tierra.
Anda, y clama en los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice el SEÑOR: Me he acordado de ti, de la misericordia de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Santidad era Israel al SEÑOR, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran serán hallados culpables; mal vendrá sobre ellos, dice el SEÑOR.
Yo los traje a ustedes a una tierra fértil, Para que comieran de su fruto y de sus delicias. Pero vinieron y contaminaron Mi tierra, Y de Mi heredad hicieron abominación.
Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está el SEÑOR? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.
Por tanto, entraré aún en juicio con vosotros, dijo el SEÑOR, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.
Los cachorros de los leones bramaron sobre él, dieron su voz; y pusieron su tierra en soledad; desiertas están sus ciudades, sin morador.
Aun los hijos de Menfis y de Tafnes te quebrantaron la coronilla.
Tu maldad te castigará, y tu separación te acusará; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es tú dejar al SEÑOR tu Dios, y faltar mi temor en ti, dijo el Señor DIOS de los ejércitos.
¿Cómo dices: No soy inmunda, nunca anduve tras los baales? Mira tu proceder en el valle, reconoce lo que has hecho, dromedaria ligera que frecuentas sus carreras;
asna montés acostumbrada al desierto, que respira según el deseo de su alma; ¿de su lujuria quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se cansarán; la hallarán en su mes.
Guarda tus pies de andar descalzos y tu garganta de la sed. Mas dijiste: ``Es en vano. ¿No! Porque amo a los extraños, y tras ellos andaré."
los que dicen al leño: ``Mi padre eres tú", y a la piedra: ``Tú me engendraste." Porque ellos me han vuelto las espaldas, y no el rostro; pero en el tiempo de su calamidad dirán: ``Levántate y sálvanos."
Mas ¿dónde están tus dioses, los que hiciste para ti? Que se levanten, a ver si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad; porque según el número de tus ciudades son tus dioses, oh Judá.
Aun en tus faldas se halló la sangre de las almas de los pobres, de los inocentes; no los hallaste en ningún delito, sino por todas estas cosas.
Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
Y vio que a causa de todos los adulterios de la infiel Israel, yo la había despedido, dándole carta de divorcio; con todo, su pérfida hermana Judá no tuvo temor, sino que ella también fue y se hizo ramera.
Conoce, empero, tu iniquidad, porque contra el SEÑOR tu Dios te has rebelado, y tus caminos has derramado a los extraños debajo de todo árbol umbroso, y no oíste mi voz, dice el SEÑOR.
`Vuelvan, hijos infieles,' declara el SEÑOR, `porque Yo soy su dueño, y los tomaré, uno de {cada} ciudad y dos de {cada} familia, y los llevaré a Sion.'
``Entonces les daré pastores según Mi corazón, que los apacienten con conocimiento y con inteligencia.
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono del SEÑOR, y todos los gentiles se congregarán a ella en el nombre del SEÑOR en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su corazón malvado.
Pero yo dije: ¿Cómo te pondré por hijos, y te daré la tierra deseable, la heredad de codicia de los ejércitos de los gentiles? Y dije: Padre mío me llamarás, y no te apartarás de en pos de mí.
Voz sobre las alturas fue oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, del SEÑOR su Dios se han olvidado.
Ciertamente vanidad son los collados, la multitud de los montes; ciertamente en el SEÑOR nuestro Dios está la salvación de Israel.
Y jurarás, diciendo, Vive el SEÑOR, con verdad, con juicio, y con justicia; y se bendecirán en él los gentiles, y en él se gloriarán.
Porque así dice el SEÑOR a los hombres de Judá y de Jerusalén: Romped el barbecho, y no sembréis entre espinos.
Circuncidaos al SEÑOR, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras.
El león sube de su guarida, y el destructor de los gentiles viene en camino; ha salido de su lugar para tornar tu tierra en desolación; tus ciudades quedarán en ruinas, y sin morador.
Y será en aquel día, dice el SEÑOR, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.
Lava tu corazón de la malicia, oh Jerusalén, para que seas salva. ¿Hasta cuándo dejarás estar en medio de ti los pensamientos de tu iniquidad?
Porque una voz {lo} anuncia desde Dan, y proclama el mal desde los montes de Efraín.
Decid de los gentiles; he aquí, haced oír sobre Jerusalén: Guardas vienen de tierra lejana, y darán su voz sobre las ciudades de Judá.
Como los guardas de las heredades, estuvieron sobre ella en derredor, porque se rebeló contra mí, dice el SEÑOR.
Porque mi pueblo es loco; no me conocieron los hijos ignorantes y los no entendidos; sabios para mal hacer, y para bien hacer no supieron.
Miré la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz.
Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos.
Por esto la tierra será asolada, y los cielos arriba se oscurecerán, porque hablé, pensé, y no me arrepentí, ni me tornaré de ello.
Del estruendo de la gente de a caballo y de los flecheros huyó toda la ciudad; se entraron en las espesuras de los bosques, y se subieron en peñascos; toda ciudad fue desamparada, y no habita en ellas varón alguno.
Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán los amadores, buscarán tu vida.
Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! Que mi alma desmaya a causa de los matadores.
Oh SEÑOR, ¿Por ventura no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir castigo; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron tornarse.
Iré a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocieron el camino del SEÑOR, el juicio de su Dios. Ciertamente ellos también quebrantaron el yugo, rompieron las coyundas.
Por tanto, león del monte los herirá, los destruirá lobo del desierto, tigre acechará sobre sus ciudades; cualquiera que de ellas saliere, será arrebatado, porque sus rebeliones se han multiplicado, se han aumentado sus deslealtades.
¿Cómo te he de perdonar por esto? Tus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de ramera se juntaron en compañías.
antes los profetas serán como viento, y no hay en ellos palabra; así se hará a ellos.
Por tanto, así dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo en tu boca mis palabras por fuego, y a este pueblo por leños, y los consumirá.
Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora á Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; los tiempos establecidos de la siega nos guarda.
`Sus iniquidades han alejado estas cosas, Y sus pecados los han privado del bien.
Engordaron y se pusieron lustrosos, y aún sobrepujaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué pues haréis a su fin?
Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Cortad árboles, y extended baluarte junto a Jerusalén; ésta es la ciudad que toda ella ha de ser visitada; violencia hay en medio de ella.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Del todo rebuscarán como a vid el resto de Israel; torna tu mano como vendimiador a los cestos.
Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.
Y sus casas serán traspasadas a otros, sus heredades y también sus mujeres; porque extenderé mi mano sobre los moradores de la tierra, dice el SEÑOR.
¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? No por cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caerán; caerán cuando los visitare, dice el SEÑOR.
Así dijo el SEÑOR: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.
Por tanto, el SEÑOR dice esto: He aquí yo pongo a este pueblo tropiezos, y caerán en ellos los padres y los hijos juntamente, el vecino y su cercano perecerán.
Así dijo el SEÑOR: He aquí que viene pueblo de tierra del aquilón, y gente grande se levantará de los cantones de la tierra.
Se quemó el fuelle del fuego, se ha gastado el plomo; por demás fundió el fundidor, pues los malos no son arrancados.
Plata desechada los llamarán, porque el SEÑOR los desechó.
Ponte a la puerta de la Casa del SEÑOR, y predica allí esta palabra, y di: Oíd palabra del SEÑOR, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar al SEÑOR.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré morar en este lugar.
``Y ahora, por cuanto han hecho todas estas obras," declara el SEÑOR, ``y a pesar de que les hablé desde temprano y hablando {sin cesar}, no oyeron; los llamé, pero no respondieron.
"Y los echaré de Mi presencia, como eché a todos sus hermanos, a toda la descendencia de Efraín.
Los hijos cogen la leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.
Por tanto, dijo el Señor DIOS: He aquí que mi furor y mi ira se derrama sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo, y sobre los frutos de la tierra; y se encenderá, y no se apagará.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: Añadid vuestros holocaustos sobre vuestros sacrificios, y comed carne.
Porque nunca hablé yo con vuestros padres, ni les mandé de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto;
"Sino que esto es lo que les ordené: `Escuchen Mi voz (Obedézcanme) y Yo seré su Dios y ustedes serán Mi pueblo, y andarán en todo camino por el que Yo los envíe para que les vaya bien.'
desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié a todos los profetas mis siervos, cada día madrugando y enviándolos;
Tú, pues, les dirás todas estas palabras, mas no te oirán; aun los llamarás, y no te responderán.
Porque los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dijo el SEÑOR; pusieron sus abominaciones en la Casa sobre la cual mi nombre fue llamado, contaminándola.
Y edificaron los altos de Tofet, que es en el valle de Ben-Hinom, para quemar en fuego sus hijos y sus hijas, cosa que yo no les mandé, ni subió en mi corazón.
Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
En aquel tiempo, dijo el SEÑOR: Sacarán los huesos de los reyes de Judá, y los huesos de sus príncipes, y los huesos de los sacerdotes, y los huesos de los profetas, y los huesos de los moradores de Jerusalén, fuera de sus sepulcros;
y los esparcirán al sol, y a la luna, y a todo el ejército del cielo, a quien amaron, y a quienes sirvieron, y en pos de quienes anduvieron, y a quienes preguntaron, y a quienes se encorvaron. No serán recogidos, ni enterrados; serán por muladar sobre la faz de la tierra.
Y se escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quedare de esta mala generación, en todos los lugares a donde arrojaré yo a los que quedaren, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y les dirás: ``Así dice el SEÑOR: `Los que caen ¿no se levantan? El que se desvía ¿no se arrepiente?
¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley del SEÑOR tenemos con nosotros? Ciertamente, he aquí que en vano se cortó la pluma, por demás fueron los escribas.
Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron presos; he aquí que aborrecieron la palabra del SEÑOR; ¿y qué sabiduría tienen?
Por tanto, daré sus esposas a otros, y sus campos a quienes los posean; porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño.
¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Por cierto no se han corrido de vergüenza, ni supieron avergonzarse; caerán, por tanto, entre los que cayeren, cuando los visitare, caerán, dice el SEÑOR.
Los cortaré del todo, dijo el SEÑOR. No hay uvas en la vid, ni higos en la higuera, y se caerá la hoja; y lo que les he dado pasará de ellos.
Desde Dan se oyó el bufido de sus caballos; del sonido de los relinchos de sus fuertes tembló toda la tierra; y vinieron y devoraron la tierra y su abundancia, ciudad y moradores de ella.
Porque he aquí que yo envío sobre vosotros serpientes, basiliscos, contra los cuales no hay encantamiento; y os morderán, dijo el SEÑOR.
He aquí la voz del clamor de la hija de mi pueblo, a causa de los que moran en tierra lejana: ¿No está Jehová en Sión? ¿No está en ella su Rey? ¿Por qué me provocaron a ira con sus imágenes de talla y con vanidades extrañas?
¡Oh, si mi cabeza se tornara aguas, y mis ojos fuentes de aguas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!
Por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo los fundiré, y los ensayaré; porque ¿cómo he de hacer por la hija de mi pueblo?
¿No los he de visitar sobre estas cosas? Dijo el SEÑOR. ¿De tal gente no se vengará mi alma?
Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado; desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se transportaron, y se fueron.
antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los baales que les enseñaron sus padres;
por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que a este pueblo yo les daré a comer ajenjo, y les daré a beber aguas de hiel.
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