'Manos' en la Biblia

y fue que cuando vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía: Así me dijo aquel varón; vino al varón; y he aquí él estaba junto a los camellos a la fuente.

y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos consolará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos de la tierra, a la cual el SEÑOR maldijo.

Y produjo la tierra a manos llenas durante los siete años de abundancia.

Y él será hombre fiero; su mano contra todos, y las manos de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.

mas su arco quedó en fortaleza, y los brazos de sus manos se corroboraron por las manos del Fuerte de Jacob; de allí apacentó la piedra de Israel,

Y sucedió que cuando los camellos acabaron de beber, el hombre le presentó un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes para sus manos que pesaban diez siclos de oro,

Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no fuera conmigo, de cierto me enviarías ahora vacío; vio Dios mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche.

Entonces le pregunté, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió: Hija de Betuel, hijo de Nacor, que le dio a luz Milca. Entonces le puse un pendiente sobre su nariz, y brazaletes sobre sus manos;

Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer, y de las manos de sus dos hijas en la misericordia del SEÑOR que era sobre él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad.

Entonces Israel extendió su diestra, y la puso sobre la cabeza de Efraín, que era el menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés, haciendo entender a sus manos, aunque Manasés era el primogénito.

Y ella lo asió por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces él dejó su ropa en manos de ella, y huyó, y salió fuera.

Levántate, alza al muchacho, y tómalo en tus manos, porque haré de él una gran nación.

Y se acercó Jacob a su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, mas las manos son las manos de Esaú.

Y apartó aquel día los machos de cabrío rayados y manchados; y todas las cabras manchadas y de color vario, y toda res que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y púsolas en manos de sus hijos;

Venid, vendámoslo a los ismaelitas y no pongamos las manos sobre él, pues es nuestro hermano, carne nuestra. Y sus hermanos {le} hicieron caso.

Y les dijo Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos, para hacerlo volver a su padre.

Cuando Rubén oyó esto, lo libró de sus manos y dijo: No lo matemos.

¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto.

Y le hizo vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía pelos, las pieles de los cabritos de las cabras;

Y restauró al jefe de los coperos a su cargo de copero y éste puso la copa en manos de Faraón;

Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.

Y acaeció que cuando vio ella que le había dejado su ropa en sus manos, y había huido fuera,

Y tomad en vuestras manos doble cantidad de dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; por ventura fue yerro.

y puso el guisado y el pan que había hecho en manos de su hijo Jacob.

y aconteció que cuando vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he aquí que el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos vuelto a traer en nuestras manos.

Hemos traído también en nuestras manos otro dinero para comprar alimentos; nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en nuestros costales.