'Manos' en la Biblia
Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado, y he aquí, todo era vanidad y correr tras el viento, y sin provecho bajo el sol.
No permitas que tu boca te haga pecar, y no digas delante del mensajero {de Dios} que fue un error. ¿Por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos?
Y hallé más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es lazos y redes, cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador será por ella apresado.
Yo me levanté para abrir a mi amado; y mis manos destilaron mirra, y mis dedos mirra líquida, sobre los pestillos de la cerradura.
Sus manos, barras de oro engastadas de berilo; su vientre, marfil tallado recubierto de zafiros.
¿Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como joyas, obra de manos de artífice.
Y cuando extendáis vuestras manos, esconderé mis ojos de vosotros; sí, aunque multipliquéis las oraciones, no escucharé. Vuestras manos están llenas de sangre.
También su tierra se ha llenado de ídolos; adoran la obra de sus manos, lo que han hecho sus dedos.
En sus banquetes hay lira y arpa, pandero y flauta, y vino, y no contemplan las obras del SEÑOR, ni ven la obra de sus manos.
¿Ay de Asiria, vara de mi ira y báculo en cuyas manos está mi indignación!
Por tanto todas las manos se debilitarán, el corazón de todo hombre desfallecerá,
Y no tendrá en estima los altares, obra de sus manos, ni mirará a lo que sus dedos hicieron: las Aseras y los altares de incienso.
Entregaré a los egipcios en manos de un amo cruel, y un rey poderoso gobernará sobre ellos --declara el Señor, DIOS de los ejércitos.
porque el SEÑOR de los ejércitos lo ha bendecido, diciendo: Bendito es Egipto mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Y en medio de él, {Moab} extenderá sus manos como el nadador extiende {sus manos} para nadar, pero {el Señor} abatirá su arrogancia y la destreza de sus manos.
porque cuando vea a sus hijos, la obra de mis manos, en medio suyo, ellos santificarán mi nombre; ciertamente, santificarán al Santo de Jacob, y tendrán temor al Dios de Israel.
Porque en aquel día cada uno repudiará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que os han hecho vuestras manos pecadoras.
El que anda en justicia y habla con sinceridad, el que rehúsa la ganancia injusta, y se sacude las manos para que no retengan soborno; el que se tapa los oídos para no oír de derramamiento de sangre, y cierra los ojos para no ver el mal;
Fortaleced las manos débiles y afianzad las rodillas vacilantes.
ni que Ezequías os haga confiar en el SEÑOR, diciendo: `Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria.'
y han echado sus dioses al fuego, porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, de madera y piedra; por eso los han destruido.
¿Ay del que contiende con su Hacedor, el tiesto entre los tiestos de tierra! ¿Dirá el barro al alfarero: ``Qué haces"? ¿O tu obra {dirá:} ``El no tiene manos"?
Así dice el SEÑOR, el Santo de Israel y su Hacedor: Preguntadme acerca de las cosas venideras tocante a mis hijos, y dejaréis a mi cuidado la obra de mis manos.
Yo hice la tierra y creé al hombre sobre ella. Yo extendí los cielos con mis manos, y di órdenes a todo su ejército.
He aquí, en las palmas {de mis manos,} te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.
Lo pondré en las manos de los que te atormentan, que te han dicho: ``Póstrate para que pasemos." Y tú pusiste tu espalda como suelo, como calle para los que pasaban.
Porque vuestras manos están manchadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios hablan mentira, vuestra lengua murmura maldad.
Sus telas no servirán de vestidos, ni se cubrirán con sus obras; sus obras son obras de iniquidad, y actos de violencia hay en sus manos.
Entonces todos los de tu pueblo {serán} justos; para siempre poseerán la tierra, vástago de mi plantío, obra de mis manos, para que yo me glorifique.
Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros.
Extendí mis manos todo el día hacia un pueblo rebelde, que anda por el camino que no es bueno, en pos de sus pensamientos;
No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, {así serán} los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos.
Y yo pronunciaré mis juicios contra ellos por toda su maldad, porque me abandonaron, ofrecieron sacrificios a otros dioses y adoraron la obra de sus manos.
También de allí saldrás con las manos en la cabeza; porque el SEÑOR ha desechado a aquellos en quienes confías, y no prosperarás con ellos.
Porque oí un grito como de mujer de parto, angustia como de primeriza; {era} el grito de la hija de Sion que se ahogaba, {y} extendía sus manos, {diciendo:} ¿Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!
Hemos oído de su fama, flaquean nuestras manos. La angustia se ha apoderado de nosotros, dolor como de mujer de parto.
Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; pues un leño del bosque es cortado, {lo} trabajan las manos de un artífice con la azuela;
Plata laminada es traída de Tarsis y oro de Ufaz, obra de un artífice y de manos de un orfebre; su vestido es de violeta y púrpura; todo ello obra de peritos.
Por tanto, así dice el SEÑOR en cuanto a los hombres de Anatot que buscan tu vida, diciendo: No profetices en el nombre del SEÑOR, para que no mueras a manos nuestras;
He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado a la amada de mi alma en manos de sus enemigos.
¿No puedo yo hacer con vosotros, casa de Israel, lo mismo que {hace} este alfarero? --declara el SEÑOR. He aquí, como el barro en manos del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel.
Porque así dice el SEÑOR: ``He aquí, te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos, y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará a espada.
``También entregaré toda la riqueza de esta ciudad, todos sus productos y cosas de gran valor, y todos los tesoros de los reyes de Judá, en manos de sus enemigos, que los saquearán, los tomarán y se los llevarán a Babilonia.
Cantad al SEÑOR, alabad al SEÑOR, porque ha librado el alma del pobre de manos de los malvados.
``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `He aquí, yo haré volver atrás las armas de guerra que {tenéis} en vuestras manos, con las cuales peleáis contra el rey de Babilonia y contra los caldeos que os sitian fuera de los muros, y las reuniré en medio de esta ciudad.
`Y después' --declara el SEÑOR-- `a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión.'"
`Porque he puesto mi rostro contra esta ciudad para mal, y no para bien' --declara el SEÑOR--. `Será entregada en manos del rey de Babilonia, quien le prenderá fuego.'"
Casa de David, así dice el SEÑOR: `Haced justicia cada mañana, y librad al despojado de manos de {su} opresor, no sea que salga como fuego mi furor, y arda y no haya quien {lo} apague, a causa de la maldad de vuestras obras.
``Así dice el SEÑOR: `Practicad el derecho y la justicia, y librad al despojado de manos de {su} opresor. Tampoco maltratéis {ni} hagáis violencia al extranjero, al huérfano o a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, sí, en manos de los que temes: en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos.
También entre los profetas de Jerusalén he visto algo horrible: cometían adulterio y andaban en mentiras; fortalecían las manos de los malhechores, sin convertirse ninguno de su maldad. Se me han vuelto todos ellos como Sodoma, y sus habitantes como Gomorra.
no vayáis tras otros dioses para servirles y postraros ante ellos, no me provoquéis a ira con la obra de vuestras manos, y no os haré ningún mal."
Pero no me habéis escuchado --declara el SEÑOR-- de modo que me provocasteis a ira con la obra de vuestras manos para vuestro propio mal.
``(Pues también a ellos los harán esclavos muchas naciones y grandes reyes, y les pagaré conforme a sus hechos y conforme a la obra de sus manos)."
En cuanto a mí, he aquí estoy en vuestras manos; haced de mí como mejor y más recto sea a vuestros ojos.
Pero la mano de Ahicam, hijo de Safán, estaba con Jeremías, de manera que no fue entregado en manos del pueblo para que le dieran muerte.
`Y ahora yo he puesto todas estas tierras en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, siervo mío, y también las bestias del campo le he dado para que le sirvan.
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Acab, hijo de Colaías, y acerca de Sedequías, hijo de Maasías, que os profetizan mentira en mi nombre: ``He aquí, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y él los matará delante de vuestros ojos.
``Preguntad ahora, y ved si da a luz el varón. ¿Por qué veo a todos los hombres {con} las manos sobre sus lomos, como mujer de parto y se han puesto pálidos todos los rostros?
Porque el SEÑOR ha rescatado a Jacob, y lo ha redimido de manos más fuertes que él.
porque Sedequías, rey de Judá, lo había encerrado, diciendo: ¿Por qué profetizas, diciendo: ``Así dice el SEÑOR: `He aquí, voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él la tomará;
y Sedequías, rey de Judá, no escapará de la mano de los caldeos, sino que ciertamente será entregado en manos del rey de Babilonia que hablará con él cara a cara, y sus ojos verán sus ojos;
``He aquí, los terraplenes de asalto han llegado a la ciudad para tomarla, y la ciudad va a ser entregada en manos de los caldeos que pelean contra ella, por causa de la espada, el hambre y la pestilencia; lo que habías hablado ha venido a ser, y he aquí, tú {lo} estás viendo.
``Y tú me has dicho, oh Señor DIOS: `Cómprate el campo con dinero, y llama testigos'; aunque la ciudad sea entregada en manos de los caldeos."
Porque los hijos de Israel y los hijos de Judá sólo han hecho lo malo ante mis ojos desde su juventud; ciertamente los hijos de Israel no han hecho más que provocarme a ira con la obra de sus manos --declara el SEÑOR.
``En las ciudades de la región montañosa, en las ciudades de la llanura, en las ciudades del Neguev, en la tierra de Benjamín, en los alrededores de Jerusalén y en las ciudades de Judá, volverán a pasar las ovejas bajo las manos del que las cuenta" --declara el SEÑOR.
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: ``Ve y habla a Sedequías, rey de Judá, y dile: `Así dice el SEÑOR: ``He aquí, yo entrego esta ciudad en manos del rey de Babilonia, y él le prenderá fuego.
y los entregaré en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan su vida. Sus cadáveres servirán de comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra.
``Y a Sedequías, rey de Judá, y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida y en manos del ejército del rey de Babilonia, que se ha retirado de vosotros.
Y el rey Sedequías envió a sacarlo, y en su palacio el rey le preguntó secretamente, y {le} dijo: ¿Hay palabra del SEÑOR? Y Jeremías respondió: La hay. Y añadió: En manos del rey de Babilonia serás entregado.
Así dice el SEÑOR: ``Ciertamente esta ciudad será entregada en manos del ejército del rey de Babilonia, y él la tomará."
Y el rey Sedequías dijo: He aquí, él está en vuestras manos; pues el rey nada puede {hacer} contra vosotros.
Pero el rey Sedequías juró en secreto a Jeremías, diciendo: Vive el SEÑOR, que nos dio esta vida, que ciertamente no te mataré ni te entregaré en manos de esos hombres que buscan tu vida.
Pero si no te pasas a los oficiales del rey de Babilonia, esta ciudad será entregada en manos de los caldeos; ellos la incendiarán y tú no escaparás de su mano."
Entonces dijo el rey Sedequías a Jeremías: Tengo temor de los judíos que se han pasado a los caldeos, no sea que me entreguen en sus manos y me maltraten.
``Y todas tus mujeres y tus hijos serán llevados a los caldeos, y tú no escaparás de sus manos, sino que serás apresado por la mano del rey de Babilonia, y esta ciudad será incendiada."
`Pero yo te libraré en aquel día' --declara el SEÑOR-- `y no serás entregado en manos de los hombres que temes.
Mas ahora, he aquí, hoy te libro de las cadenas que están en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven, y yo te cuidaré; pero si te parece mal venir conmigo a Babilonia, no te preocupes. Mira, toda la tierra está delante de ti; ve adonde mejor y más conveniente te parezca ir.
ochenta hombres vinieron de Siquem, de Silo y de Samaria, con las barbas rapadas, las vestiduras rasgadas y cubiertos de incisiones, y {con} ofrendas de cereal e incienso en sus manos, para llevar{los} a la casa del SEÑOR.
Toma en tus manos piedras grandes y escóndelas en la mezcla en la {terraza} de ladrillo que está a la entrada del palacio de Faraón en Tafnes, a vista de los judíos,
provocándome a ira con la obra de vuestras manos, quemando sacrificios a otros dioses en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado a residir, de modo que seáis exterminados y vengáis a ser maldición y oprobio entre todas las naciones de la tierra?
Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``Vosotros y vuestras mujeres habéis hablado con vuestra boca y {lo} habéis realizado con vuestras manos, diciendo: `Ciertamente cumpliremos los votos que hemos hecho de quemar sacrificios a la reina del cielo y de derramarle libaciones.' ¡Id a cumplir vuestros votos! ¡Poned por obra vuestros votos!"
Así dice el SEÑOR: ``He aquí, entregaré a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida."
Y los entregaré en manos de los que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de su siervo. Mas después será habitado como en los días de antaño --declara el SEÑOR.
Porque toda cabeza está rapada y toda barba rasurada; en todas las manos hay sajaduras y sobre los lomos cilicio.
Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia una horda de grandes naciones de la tierra del norte, que se alinearán para la batalla contra ella; desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero que no vuelve con las manos vacías.
Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos, y flaquean sus manos; la angustia se ha apoderado de él, agonía como de mujer de parto.
Atado ha sido el yugo de mis transgresiones, por su mano han sido entrelazadas, han caído sobre mi cuello. El ha hecho que me falten las fuerzas; el Señor me ha entregado en manos {contra las cuales} no puedo resistir.
Sion extiende sus manos, no hay quien la consuele. El SEÑOR ha ordenado contra Jacob que los que lo rodean sean sus adversarios; Jerusalén se ha vuelto cosa inmunda en medio de ellos.
El SEÑOR ha rechazado su altar, ha despreciado su santuario; ha entregado en manos del enemigo los muros de sus palacios. Gritos se han dado en la casa del SEÑOR como en día de fiesta solemne.
Levántate, da voces en la noche al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza hacia El tus manos por la vida de tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de todas las calles.
alcemos nuestro corazón en nuestras manos hacia Dios en los cielos.
Tú les darás su pago, oh SEÑOR, conforme a la obra de sus manos.
Los hijos preciados de Sion, que valían su peso en oro puro, ¿cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!
La iniquidad de la hija de mi pueblo es mayor que el pecado de Sodoma, que fue derribada en un instante sin que manos actuaran contra ella.
Las manos de mujeres compasivas cocieron a sus propios hijos, que les sirvieron de comida a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo.
Los príncipes fueron colgados de sus manos, los rostros de los ancianos no fueron respetados.
Bajo sus alas, a sus cuatro lados, {tenían} manos humanas. En cuanto a las caras y a las alas de los cuatro,
Así dice el Señor DIOS: ``Bate tus manos, golpea con tu pie, y di: ` ¿Ay!, a causa de todas las graves abominaciones de la casa de Israel, que a espada, de hambre y de pestilencia caerán.
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